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IMPULSO INVERSOR
Durante el pasado año, la inversión en hoteles en España lograba el segundo mejor registro de la historia alcanzando los 2.184 millones de euros. Un dato que solo se ha superado en el año 2015, cuando se batía el récord de 2.614 millones de euros. Este impulso inversor, que saludamos como se merece, ha sido posible gracias a la fuerte entrada de dinero extranjero, que ha concretado visiblemente su apuesta por el sector. Nuestro país sigue siendo un destino preferente dentro de Europa y en 2016 un 64% del total de la inversión provenía del capital internacional, alcanzando los 1.402 millones de euros. Estas cifras incluyen tanto hoteles en funcionamiento como para la reconversión de inmuebles. A nivel geográfico Madrid, Barcelona, Baleares y Canarias acaparan el 68% de la tarta; siendo la capital española el principal destino de inversión urbano, por delante de Barcelona. De todas formas, llama la atención ver que también se está ampliando el espectro de interés hacia otras ciudades como Sevilla, Málaga o Valencia. A la robustez de estas inversiones contribuye, sin duda, el excelente comportamiento que está teniendo la industria turística española que en 2016 superó ya de largo los 75 millones de visitantes extranjeros. Pero no podemos obviar el que, adicionalmente, ha apoyado el flujo de capitales hacia nuestro mercado la fuerte caída de la inversión hotelera en el Reino Unido por los efectos del Brexit, que ha bajado un 50%. Una tendencia que según los analistas se seguirá dando durante este 2017. Afortunadamente parece que el dinamismo continuará animando el mercado hotelero este año, con el interés internacional en aumento, por lo que las previsiones apuntan a que la inversión podría volver a alcanzar cifras cercanas a los 2.000 millones de euros, aunque aún serían inferiores a los registros de 2015. Además de las buenas expectativas para el turismo y la economía española, la “inercia” de operaciones en fase avanzada o ya concretadas en Madrid, Barcelona, islas Baleares y Canarias se está dejando sentir. En los primeros tres meses del año la inversión superó los 700 millones de euros, casi un 35% superior al volumen registrado durante el primer trimestre del pasado año, lo que aportaría una cifra superior a los 700 millones de euros en este inicio de 2017. Previsiblemente, la mancha de la inversión seguirá extendiéndose también a destinos como Sevilla, Bilbao, Málaga o Valencia y a otros más secundarios. Aunque, como consecuencia de la moratoria hotelera, en ciudades como Barcelona la inversión en inmuebles para su reconversión a uso hotelero seguirá “congelada”, siendo Madrid la principal beneficiada de esta situación. Parece claro que España no solo es atractiva para los turistas internacionales. También lo es para inversores de todo el mundo dispuestos a apostar por este negocio; algo que redundará favorablemente en muchos otros sectores económicos, convirtiendo de nuevo la construcción y reconversión de hoteles en una de las puntas de lanza para la ansiada recuperación.