NUEVOS PAPELES

La actividad productiva relacionada con servicios de alojamiento, comida y bebida sigue revalorizando de forma creciente su papel en la economía española. La hostelería es un mercado estratégico del que ya pende cerca del 7% del PIB del país: un 5,3% relacionado con la restauración y el 1,5% del alojamiento. Es un sector muy grande y atomizado, conformado por un universo heterogéneo de establecimientos, que da empleo a más de 1,6 millones de personas; de los que 1,2 millones trabajan en actividades relacionadas con la restauración que, además, implican a una compleja estructura de intermediarios, distribuidores, operadores logísticos, etc...

Durante estos últimos años el gasto en el canal Horeca ha contado con dos fuertes palancas de impulso. Por un lado, el gran dinamismo del sector turístico en España, que ha facilitado que ya cerca del 40% del consumo en la hostelería provenga de este motor; y por otro, el incremento del porcentaje de los presupuestos familiares que los españoles dedicamos a las comidas y bebidas fuera del hogar. Hay que tener en cuenta que el consumo que los españoles hacemos fuera de casa es ya la mitad del gasto total desembolsado en alimentación y bebidas.

De esta forma, el número de consumiciones realizadas fuera de los hogares representa un 15% de las 1.300 que realiza cada individuo en un año, según la consultora Kantar Worldpanel. Una evolución que aviva la magnitud de este mercado para los fabricantes de alimentación y bebidas; así como para los sectores colaterales.

El análisis identifica también las principales diferencias entre el consumo dentro y fuera del hogar de los españoles con algunos datos curiosos como que, aunque el 90% de españoles que toman el desayuno fuera lo hacen en cafeterías y panaderías, fundamentalmente de restauración independiente, las gasolineras, máquinas vending y la gran distribución se están convirtiendo en alternativas para entre un 13% y un 17% de la población... O que, para realizar almuerzos y cenas, aunque los locales de restauración concentran 7 de cada 10 de esas ocasiones, el 30% restante elige supermercados, vending y opciones en auge como el delivery y el takeaway.

Sin duda el mercado se está reconfigurando. Una nueva perspectiva que hace vital que empresas, marcas y distribuidores de alimentación y bebidas avancen también en su oferta, entendiendo cómo es ese consumo, más allá de ofrecer a la hostelería formatos grandes de los mismos productos que venden para el hogar. Pero, además, hay que tener en cuenta que los criterios de compra que determinan las decisiones de los profesionales hosteleros atienden, cada vez más, a valorar el mix calidad, precio, amplitud de gama y servicio; junto al entendimiento de su negocio por parte del proveedor, la búsqueda de asesoramiento y la prescripción. Un escenario que reserva un papel principal que deben interpretar figuras especializadas dentro de las compañías, ayudando a dinamizar el mercado. Si ni diseño, ni equipamiento, ni formatos de negocio, ni clientes son los mismos de hace una década, los departamentos de Foodservice & Beverage también están evolucionando para convertirse en “partners” privilegiados de ese gran escaparate de nuestra forma de ser, de relacionarnos y de vivir que es la hostelería.