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Intrèpid / Funcionalidad armónica
El restaurante Intrèpid en Sitges (Barcelona), un ambiente funcional y armónico, es el nuevo proyecto de Abel Pérez Gabucio, alma mater de Àbag Studio. Un local que combina una gama de colores homogéneos, pero con una variedad de texturas y notas de color que da como resultado un contexto que transporta directamente al mar.
Aunque este local ya funcionaba en Sitges con anterioridad, la reciente reapertura del restaurante Intrèpid ha supuesto la renovación total de los 250 metros cuadrados que componen su espacio y que ahora se distribuyen en dos ambientes claramente diferenciados: el comedor y el bar. Una gran mesa hecha de material de mármol, que recuerda a los bares de toda la vida, es la encargada de separar las dos áreas. Las sillas que rodean la mesa son de madera acabadas en blanco, color y material que sigue por las paredes de todo el restaurante.
En la primera zona, pensada para comer, se descubre la mezcla perfecta del suelo laminado de madera con el aluminio de las mesas, “para crear un ambiente sencillo pero a la vez explosivo”, que se obtiene con la combinación de la mítica silla ‘Cesca’ realizada con un atrevido tono azul Klein, en referencia directa al mar Mediterráneo. Asimismo, encontramos unos sofás empotrados a la pared para aprovechar al máximo el espacio; y en la pared base, encima de los sofás, se ha optado por colocar grandes espejos de cristal en los que se refleja la gran barra y que ayudan a incrementar la sensación visual de amplitud.
Otra alusión directa al mar y a la estética mediterránea podemos encontrarla en la iluminación del local: la luminosidad natural que entra por los grandes ventanales se armoniza con las lámparas, de un tono blanco roto, sujetas del techo con auténticas cuerdas marineras y sus respectivos nudos.
La bodega a la vista invita, por su parte, a sentarse en la barra hecha de madera y acabada con mármol. Para los taburetes, Abel Pérez Gabucio ha decidido seguir con idéntica gama cromática y tapizarlos con el mismo tono azul eléctrico que las sillas del comedor.
En palabras de Abel Pérez Gabucio, “he querido conseguir que cada zona del local tenga una personalidad propia, pero que se unan bajo un mismo estilo marítimo, y donde con una sola mirada se pueda detectar que la funcionalidad y la elegancia van de la mano”.