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Exclusividad con los días contados
Andrea Spada y Michele Corbani -de la firma Ilmiodesign- han proyectado su saber hacer y su depurado estilo en estos dos nuevos espacios en formato club privado que lanza el Grupo Ramsés, inspirados en el espíritu clandestino de la ley seca del Chicago de los años veinte y que evocan los establecimientos speakeasy de la época. La característica que definitivamente hace auténtico al proyecto es su fugacidad, y es que se trata de dos locales efímeros y con ‘fecha de caducidad’.
El interiorismo de estos dos lugares privados, ubicados en el mismo edificio pero separados a través de un camino secreto -un recorrido de acceso exclusivo-, está pensado para crear una atmósfera cálida, sofisticada y única, para mostrar un registro estético especial y diferente al que predomina en el sector, tanto a nivel nacional como internacional. Ilmiodesign ha volcado todo su expertise en este proyecto 360º, en el que predominan diseños propios realizados ad hoc, pero combinados con piezas de artesanos españoles y artistas internacionales.
Para proyectar este carácter único, Spada y Corbani han querido respetar el espacio arquitectónico original desnudando las paredes y los techos, sacando a la luz su historia, el sabor de su pasado y revelando los materiales originales: ladrillo, madera, piedra y forja. También han trabajado y desarrollado una cuidada y sugerente iluminación, uno de los sellos particulares del estudio. Pero el detalle que definitivamente imprime al proyecto un carácter único y diferente es su fugacidad. Y es que un contador ubicado en The Kave marca los días que faltan para su cierre (644 desde el 1 de enero), de forma que cuando finalice esta cuenta atrás ambos espacios serán cosa del pasado, como la época en la que se inspiran.
El espacio Gallery está ubicado en la primera planta del edificio, y sus vistas dan directamente a la emblemática Plaza de la Independencia. Consta de cuatro áreas que irradian una decadente belleza gracias a diseños y piezas de mobiliario exclusivas, y a un sutil juego de iluminación. Al adentrarnos en el espacio, nos topamos con un versátil hall, a modo de recepción, que preside una gran lámpara en forma de kayak: una estructura que cruza todo el espacio y la barra del DJ, y que se trata de una pieza única comprada en un anticuario parisino por el propietario del grupo.
Contiguo a la recepción, por un lado, encontramos el espacio con las imponentes vistas a la Puerta de Alcalá que aloja una barra de coctelería típica de la época, diseñada por Ilmio y realizada en mármol verde Guatemala con madera de nogal, que combina a la perfección con tejidos ricos como el terciopelo de las cortinas o con elementos envejecidos como el espejo trasero de la barra. Las lámparas del techo en latón dorado y cristal
también son diseño exclusivo de Ilmiodesign, y abrazan todo el techo iluminando las bóvedas y otorgándoles una gran fuerza estética.
También adyacente al hall, por el otro lado, se ubica un espacio de transición que cuenta con una gran mesa de madera de nogal que reina la zona, diseño de Majalasna Studio, cuya particularidad reside en la unión de las piezas macizas a través de unas tiras de madera que a modo de costuras las enlazan, imprimiendo un fuerte carácter y haciéndola aún más única. De nuevo, una gran lámpara de Ilmioedition ofrece distinción a esta zona de paso.
El espacio con la gran barra, a modo de expositor, es la última estancia de Gallery antes de descender a The Kave. Así, Ilmio ha querido dar el toque exclusivo transformando una barra tradicional en algo lujoso: como si se tratase de una joyería, toda la encimera se ha resuelto como una gran hornacina, un gran expositor retroiluminado que realza al máximo el producto expuesto. Destacan también los taburetes de una marca griega que Corbani y Spada descubrieron en Maison et Object de París, y la obra artística ‘escritura emocional’ de Denis Martinelli.
A The Kave se accede descendiendo a través de un recorrido secreto que se inicia en Gallery. Esta clandestinidad es la clave para comprender el espacio, que mantiene una conexión visual y un registro estético con su antecesora, pero con un toque más nocturno, canalla y trasgresor, y una iluminación más tenue.
Volvemos a descubrir un formato speakeasy con un marcado carácter envolvente. Encontramos, en primer lugar, una doble barra central en chapa de latón envejecido con remaches. En su parte trasera se encuentra un botellero en madera de nogal con espejo envejecido y en la superior un casetonado de madera teñido en burdeos con espejos. Otros elementos como la bancada de piel roja, los taburetes -de la misma firma artesana griega que los presentes en Gallery-, las cortinas de terciopelo de inspiración 20’s o el suelo de roble espigado armonizan y nutren el espacio.
En la zona de exposición o cava, destacan delicados elementos ornamentales enrejados de latón envejecido, inspirados en las decoraciones de los edificios neoyorquinos de principios del siglo XX. Una de las zonas con más peso estético en The Kave son los baños, cuyas paredes se ven envueltas en un papel que reproduce una imagen anónima del siglo XVI sobre el infierno y los siete pecados capitales, que han servido de inspiración y que conectan con lo más profundo del alma, pidiendo al visitante que desvele cuál es el pecado con el que más se identifica.