Yo decido

Era viernes por la tarde y me disponía a salir de clase. Iba muy contento porque tenía muchos días para disfrutar con todo lo que me gusta, para hacer lo que quisiera en mi tiempo libre. Saqué mi ropa, me arreglé y quedé con mis amigos para dar una vuelta. Yo siempre he pensado que ir al cine, tomar algo o pasear distrae a cualquiera, pero no, esta vez iría a una zona donde todo el mundo va y dice que lo pasa fenomenal. Pues bien, contaré mi experiencia. Llegué a esa zona donde había mucha gente joven, eso sí, como yo, entre 16 y 18 años, los coches hacían sonar su música bien alta, la gente se agolpaba encima de ellos con multitud de vasos de plástico repletos de bebida y un montón de bolsas de plástico inundaba el suelo. A todo esto se sumaba el humo del tabaco. La gente de mi edad no hacía otra cosa más que fumar y beber, y entonces pensé: “Y yo que hago aquí”. A ver, a mí me encanta estar con mis amigos y siempre he pensado que simplemente con reunirte con la gente con la que te llevas bien basta para estar bien, pero aquél no era mi lugar. No hay que beber y beber para reír, no hay que fumar y fumar para pasarlo bien. Así es que si a partir de ahora hay que decir que no a lo que a uno no le gusta, lo diré; si hay que ser diferente porque lo normal no me gusta, lo seré. En definitiva, yo decidiré lo que quiero hacer. Pablo Moral