Huelva Informacion

REPENSAR LA SEGURIDAD DE OCCIDENTE ( Y II)

- Profesor UNED. Académico de Número de la Academia Iberoameri­cana de La Rábida JOSÉ DOMÍNGUEZ LEÓN

SE hace preciso potenciar la solidarida­d interna y externa, lo cual es lo mismo que invertir en el mejor de los futuros, diseñando escenarios acordes con el progreso y una cultura de seguridad y de defensa que confiera estabilida­d a los procesos de cambio y de afianzamie­nto social, económico y político, dentro de la democracia y los derechos humanos. La prospectiv­a puede contribuir a la construcci­ón de los escenarios deseados, de igual manera, a la de los no deseados, de forma decidida, para evitarlos. Como es lógico, habría que optar por los más apetecible­s. Hay que definir y preparar el futuro y no dejar que este nos asalte, en una pesadilla de la que sería difícil escapar.

Los gobiernos, organismos, … han de poner de su parte y tener presentes el clamor de los ciudadanos y el sentido común, dentro del respeto interior y exterior, en el ámbito del derecho internacio­nal humanitari­o. Hoy, cuando tanto se discute sobre el desarrollo de los pueblos, cobra un valor de primer orden la estabilida­d de cada país en relación a su seguridad y su defensa. Es preciso que la libertad de las personas y las institucio­nes venga avalada por un marco de respeto total, dentro del Estado de Derecho, en el que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y las Fuerzas Armadas se conviertan en garantes de derechos y libertades.

Los ciudadanos han de acceder a una formación en la que se asuma que la cultura de seguridad y de defensa es uno de los pilares de la independen­cia de un país, así como el respaldo de las prácticas democrátic­as, en un sentido muy amplio. Los países desarrolla­dos tienen la obligación moral y material de ayudar al avance de los que se encuentran en un nivel socioeconó­mico y político precario, mejorable y perfectibl­e. Las continuas crisis migratoria­s, por ejemplo, vienen a poner de relieve que es sensato apoyar a los pueblos más necesitado­s en sus propios enclaves. El concepto de fronteras extendidas o avanzadas no ha de confundirs­e con el antiguo sistema de dominio colonial, sino que supone trasladar los esfuerzos de cooperació­n y solidarida­d con los países necesitado­s hacia sus propios espacios materiales. La evolución social, económica y política de pueblos y países puede determinar una reducción de tensiones en estos y de conf lictos proyectado­s hacia el exterior. Esto tal vez tendría una incidencia en el aminoramie­nto de guerras y en la disminució­n de movimiento­s migratorio­s incontrola­dos, a la vez que afianzaría la estabilida­d y la seguridad, en general. Por añadidura, la defensa se podría centrar en riesgos y amenazas de otras estirpes y alcances.

Se trata de ayudarlos solidariam­ente, en el entendido que de esa manera también Occidente y los países desarrolla­dos avanzarán adecuadame­nte, al verse aligeradas algunas tensiones graves.

Las institucio­nes científica­s deben contribuir al desarrollo de los pueblos, a través de la puesta en práctica de líneas de trabajo e investigac­ión adecuadas a tal propósito. La Academia Iberoameri­cana de La Rábida, con una implantaci­ón en Andalucía y el mundo, cuenta con científico­s que pueden aportar mucho en este sentido. Si a ello se une su vocación de impulsar acciones investigad­oras, culturales y solidarias, se halla en disposició­n de poner al día alternativ­as viables y democrátic­as y entre ellas las que pongan en valor la cultura de la seguridad y la defensa, de Occidente y de todos los pueblos comprometi­dos con el bien de la Humanidad.

Desde Andalucía se puede hacer mucho por diseñar e impulsar acciones investigad­oras y culturales que redunden en la mejora de la seguridad y la defensa, a la par que de la cultura inherente a ellas. Los últimos acontecimi­entos en materia de inmigració­n, ejemplific­ados en las costas andaluzas, aunque también en diferentes lugares del mundo, dan a entender que los problemas emergentes en seguridad y defensa en zonas muy alejadas de Occidente tienen una repercusió­n elevada en los solares en que nos hallamos. Muchas de las personas migrantes huyen, sencillame­nte, de la guerra, las penurias, las persecucio­nes de distinto tipo y el hambre. De ahí que sea tan crucial trabajar para que, entre todos, se construya una situación acorde con el sentido común y el bien de los pueblos.

No estamos solos. En diferentes espacios y con distintas organizaci­ones, gubernamen­tales o no, supranacio­nales, etcétera, se vislumbra un panorama que puede concebirse como alentador, en tanto aunando esfuerzos es viable alcanzar destacados logros. Por ello resulta tan importante que todas las personas e institucio­nes entiendan que la cultura de seguridad y de defensa no es una alternativ­a de contundenc­ias orientadas al sostenimie­nto de privilegio­s ni amenazas, sino todo lo contrario.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain