El hombre que quiso ser Francisco Umbral
Crítica de Cine
ANATOMÍA DE UN DANDY
★★★ ★★
Documental, España, 2020, 90
min. Dirección: Charlie Arnaz y Alberto Ortega. Guion: Óscar García, Emilio González, Álvaro Giménez.
Fotografía: Luis Ángel Pérez.
Si hay un escritor español que se merecía un buen documental, ese es Francisco Umbral, fallecido hace ahora 13 años y, me temo, olvidado casi a la misma velocidad con la que su gran atalaya, el columnismo periodístico, ha ido degradándose paulatinamente para quedar como último reducto de imitadores del gran escritor madrileño nacido en Valladolid.
Y ese documental, con algunos excesos estilísticos y retóricos que al final son lo de menos, ya puede verse siempre y cuando haya cines abiertos en su ciudad. Un trabajo de Charlie Arnaz y Alberto Ortega que asume ciertas maneras detectivescas y el juego de la eterna suplantación y la mascarada (es Aitana Sánchez-Gijón quien pone voz al escritor) para ir arrancando capas a un personaje que, si bien fue público, notorio y controvertido en su presencia diaria en la prensa y en sus salidas nocturnas por el Madrid social, escondía voluntariamente muchos datos e informaciones precisas sobre su verdadero yo, sobre su biografía oficial, sus orígenes o los traumas que marcaron su peculiar carácter.
Y hacia esos huecos en la apasionante biografía umbraliana se dirige este filme, que pregunta por sus padres y su infancia medio inventada, por sus primeros pasos en la prensa local ( El Norte de Castilla) de la mano de Delibes, por la pasión desaforada por hacer de la escritura un modo de vida, por la construcción paulatina de un personaje dandy y excéntrico, “un quinqui vestido de Pierre Cardin” que se fue pronto al Madrid tertuliano del Café Gijón para ejercer de escritor profesional y poner patas arriba el viejo y efímero oficio del columnismo con esa prodigiosa mezcla de talento, velocidad, ref lejos y mirada hacia el todo Madrid, alto y bajo, aristócrata y cheli, con el que terminaría de construir su imagen de cronista implacable de la España del tardofranquismo y la Transición.
Pero da cuenta también este trabajo, por el que desfilan viejos amigos, colegas y discípulos (de Del Pozo a un Gistau póstumo, de Ramoncín a Jabois), de la profunda herida personal causada por la muerte del hijo, elevada luego a la más alta categoría estética en ese libro, Mortal y rosa, que aún nos hiela el corazón sólo con recordarlo, de las noches interminables en busca de experiencias, roces y personajes en negrita para la columna del día siguiente, de la relación a prueba de bombas e infidelidades con su esposa María España, de los días solitarios y terminales en la Dacha de Majadahonda, del personaje mediático, prolífico, ególatra, airado y controvertido que alardeó de ser el mejor pagado, que vino a hablar de su libro o a cantar boleros en prime time.
Anatomía de un dandy hace así justicia a una figura esencial, arrolladora y compleja, indaga y revela esa faceta de farsante e impostor, de personaje construido por el propio Umbral, que quiso siempre parecerse a esa figura que él mismo se vestía cada mañana ante el espejo y en los saltos de línea de los que posiblemente sean los mejores artículos que se hayan escrito en la prensa española del siglo XX.