El Papa retoma los viajes con una visita a Iraq
Francisco irá del 5 al 8 de marzo para apoyar a los cristianos en una tierra que “tanto ha sufrido”
Con la esperada visita a Iraq que se anunció ayer para marzo de 2021, el papa Francisco reanudará sus viajes apostólicos, que quedaron suspendidos por la pandemia desde hace más de un año. El viaje, del 5 al 8 de marzo de 2021, anunciado por el portavoz vaticano, Matteo Bruni, será el primero después del que realizó en noviembre de 2019 a Tailandia y Japón.
A principios de 2020, el Vaticano había confirmado el primer viaje. Sería una corta visita a Malta prevista para el 31 de mayo, pero el estallido de la pandemia mundial obligó a su cancelación. “El papa Francisco, aceptando la invitación de la República de Iraq y de la Iglesia católica local, efectuará un viaje apostólico a este país del 5 al 8 de marzo de 2021”, señaló el portavoz vaticano.
El Papa “visitará Bagdad, la llanura de Ur, ligada a la memoria de Abraham, la ciudad de Erbil (capital de la región autónoma kurda), así como Mosul y Qaraqosh, en la llanura de Nínive”, aunque el programa detallado “se publicará a su debido tiempo” y se “tendrá en cuenta la evolución de la “emergencia sanitaria mundial”, añadió Bruni.
Francisco había expresado en varias ocasiones su deseo de visitar ese país árabe para apoyar a los cristianos perseguidos y conocer una tierra “que tanto ha sufrido”. “Un pensamiento insistente me acompaña pensando en Iraq”, comentó en junio de 2019 durante una audiencia con los participantes en la Reunión de las Obras de Ayuda a las Iglesias Orientales.
En enero de este año, la posibilidad del viaje se hizo más patente cuando Francisco recibió en audiencia al presidente de Irak, Barham Saleh, en el Palacio Apostólico, en un clima de “cordialidad”, según se informó.
Hablaron sobre los retos que enfrenta Iraq y “la importancia de favorecer la estabilidad y el proceso de reconstrucción”, dice el Vaticano. Y también de la minoría cristiana presente en este país, víctimas de la persecución de los yihadistas y de la violencia.
La noticia del próximo viaje fue acogida como “un signo de gran esperanza para la comunidad cristiana de la atormentada nación de Oriente Medio” por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada. El texto recordó que después de la derrota militar del Daesh en 2017, la población cristiana iraquí se encontró con enormes problemas: unas 20.000 familias expulsadas sólo de la provincia de Nínive y casi 15.000 casas para reconstruir.