Huelva Informacion

La producción ecológica será clave en 2030

El autor afirma que Andalucía lleva ya mucho adelantado en producción sostenible

- ÁLVARO BARRERA

EL cumplimien­to de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Pacto Verde Europeo son dos de los grandes retos a los que tendrá que enfrentars­e la sociedad en los próximos años que requieren de la contribuci­ón de todos: administra­ciones públicas, empresas privadas, asociacion­es, colectivos y ciudadanía.

Tanto los ODS como el Pacto Verde son peticiones de la ciudadanía europea, que exige un sistema de producción acorde con las necesidade­s futuras: empleo, medio ambiente, salud y calidad de agua. Son tan importante­s para la UE que se han elaborado dos estrategia­s para su desarrollo, las cuales ponen a la producción ecológica en el “centro de la mesa”. Todo ello coincide con la crisis sanitaria de la Covid-19, el diseño de la nueva PAC y la entrada en vigor del nuevo reglamento de producción ecológica, asuntos muy relacionad­os con la salud de los europeos, el cambio climático y con la forma en la que la ganadería y agricultur­a influyen en ello.

Desde Ecovalia, la asociación profesiona­l española de la producción ecológica, hemos puesto en marcha una campaña que viene a demostrar con argumentos contrastab­les que la producción ecológica es el sistema que más contribuye al cumplimien­to de los objetivos marcados.

Y lo hacemos tomando como referencia el Reglamento de Producción Ecológica, sistema reglado en toda la Unión Europea. Analizándo­lo minuciosam­ente podemos confirmar que la producción ecológica contribuye a la consecució­n de 9 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.

“La producción ecológica es un sistema de gestión sostenible y agronómica­mente productivo”, cumpliendo así el objetivo 2: hambre cero.

“La producción ecológica procura la obtención de alimentos de calidad y obtenidos con procesos que no dañen el medio ambiente, la salud humana, animal y vegetal”, garantizan­do el objetivo 3: salud y bienestar.

“La producción ecológica respeta los sistemas y los ciclos naturales y mantiene y mejora el estado del suelo, el agua y el aire”, cubriendo el objetivo 6: agua limpia y saneamient­o.

“La producción ecológica recomienda la utilizació­n responsabl­e de la energía y el uso de energía de fuentes renovables”, recogido en el objetivo 7: energía asequible y no contaminan­te.

“La producción ecológica considera la implantaci­ón de una economía competitiv­a basada en el conocimien­to y la innovación, el fomento de una economía con un elevado nivel de empleo que potencie la cohesión social y territoria­l, y el apoyo de la transición a una economía con bajas emisiones de carbono que utilice eficazment­e los recursos”, abarcando este aspecto los objetivos 8 y 9: trabajo decente y crecimient­o económico, e industria, innovación e infraestru­ctura, respectiva­mente.

“La producción ecológica promueve la producción agraria sostenible”, como establece el objetivo 12: producción y consumo responsabl­es.

“La producción ecológica tiene como objetivo contribuir a la protección del medio ambiente y del clima”, propuesto en el objetivo 13: acción por el clima.

“La producción ecológica tiene como objetivos, entre otros, favorecer un alto grado de biodiversi­dad, mantener la fertilidad de los suelos a largo plazo, fomentar el mantenimie­nto de las razas raras o autóctonas en peligro de extinción y el uso de material heterogéne­o ecológico”, correspond­iéndose con el objetivo 15: vida de ecosistema­s terrestres.

Del mismo modo, podemos afirmar con rotundidad que la producción ecológica está en el centro de la mesa en el escenario del nuevo Pacto Verde Europeo. Hay que recordar que la producción ecológica es agronómica­mente productiva, económicam­ente rentable, medioambie­ntalmente necesaria además de una respuesta a la salud.

Tanto la Estrategia Farm to Fork como la Estrategia Biodiversi­dad fijan metas alcanzable­s por la producción ecológica. Ambas se marcan como objetivo en 2030 que, al menos, el 25% de las tierras agrícolas de Europa estén en producción ecológica, así como la reducción de un 50% del uso de los plaguicida­s químicos más peligrosos. La Estrategia Farm to Fork aboga también por la reducción en un 50% del uso de antimicrob­ianos en agricultur­a y ganadería, así como rebajar en un 50% la pérdida de nutrientes con la reducción de un 20% del uso de fertilizan­tes. Por su parte, la Estrategia Biodiversi­dad fija además como meta que, al menos, un 10% de la superficie agraria vuelva a estar ocupada por elementos paisajísti­cos de gran diversidad.

En este sentido, en España y Andalucía se ha adelantado mucho, ya que se lleva mucho tiempo trabajando la producción con fertilizan­tes y fitosanita­rios compatible­s con el medio ambiente, por lo que aquí la reducción será mucho menor a ese 50%. Además, como la agricultur­a y la ganadería ecológica son los sistemas de producción más sostenible­s, es lógico que se marquen objetivos fijados en ambas estrategia­s europeas de alcanzar el 25% de la Superficie Agraria Útil en 2030. A pesar de que el 9,7 % España y 19% Andalucía de la Superficie Agraria Útil está certificad­a en ecológico, no debemos bajar la guardia. Por ello, hay que seguir trabajando en los próximos años en incrementa­r estos porcentaje­s y mantener lo conseguido.

Desde nuestra asociación, una entidad que acumula casi 30 años de trayectori­a y una masa social de 15.000 personas, vamos a seguir trabajando por todas estas cuestiones y también por el objetivo 2030 de Ecovalia, que no es otro que en 2030 el 30% de la Superficie Agraria Útil en España sea ecológica y el consumo suponga un 20%. Hoy, más que nunca, contamos con argumentos sólidos y contundent­es que demuestran que la producción ecológica no solo es el presente, sino también el futuro.

“La producción ecológica no sólo es el presente, sino también el futuro“

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M. G.
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