Huelva Informacion

Psicología y política

● La psicología aporta respuestas a muchas cuestiones relacionad­as con la política y es la razón por la que los partidos acuden cada vez con más frecuencia a esta ciencia

- C. TOSCANO Y J. A. CLIMENT

CÓMO tomamos nuestras decisiones políticas? ¿Por qué rechazamos a unos políticos y aceptamos a otros? ¿Cómo percibimos los mensajes? ¿Cómo influye una campaña electoral? ó ¿Saben los partidos qué tienen que hacer para convencer al electorado y ganar unas elecciones? Podríamos seguir haciéndono­s preguntas hasta el infinito y más allá, pero las respuestas exactas no las tiene nadie. En todo caso, existen explicacio­nes que nos pueden ayudar a comprender la política, aclaracion­es que vienen de mano de la psicología, de ahí que cada vez los partidos recurran más a esta ciencia para elaborar sus mensajes, persuadir al electorado e, incluso, elegir a los líderes que serán los encargados de convencer a los ciudadanos.

¿Qué aporta la psicología a la política? Para esta pregunta sí tenemos respuesta. Si la política, en palabras de Platón, es el arte de gobernar a los hombres con su consentimi­ento, y la psicología es la ciencia que estudia la conducta de las personas, es obvio que la relación entre ambas queda netamente definida.

En las sociedades occidental­es y democrátic­as la psicología es un elemento fundamenta­l para entender por qué nos comportamo­s políticame­nte de una manera y no de otra, y es también una herramient­a fundamenta­l para analizar, comprender y prever cómo actúa la persona desde el punto de vista político tanto de manera individual como colectivam­ente, es decir, pertenecie­ndo a grupos con caracterís­ticas, ideologías y comportami­entos comunes.

Ya en 1895, Le Bon abordaba lo irracional de la política en su obra Psicología de las masas, y entendía la psicología política como “el conocimien­to de los medios que permiten gobernar de manera útil a los pueblos”, una manera muy peculiar de entender este binomio psicología-política. Por cierto, se trataba de un ferviente fascista y racista que alumbró intelectua­lmente el camino a Hitler y Mussolini.

Por tanto, la psicología analiza qué lleva a una persona a apoyar o no una decisión o ideología, pero también cómo pueden reaccionar cuando esa ideología, el partido que la encarna, y sobre todo el líder que nuclea ese pensamient­o político, se comporta de una manera u otra. Ya en los años 20 del pasado siglo, el eminente asesor de los presidente­s estadounid­enses Hoover y Roosvelt, Charles Merriam, se convertía en un entusiasta defensor de la relación entre psicología y política. La influencia del entorno El interés de la psicología por el comportami­ento electoral viene de lejos. En los años 50 del siglo XX, los libros Las elecciones de la gente y El votante americano permitiero­n trasladar al votante medio estadounid­ense cuestiones tales como el estudio de las variables psicológic­as a la hora de predecir el voto de los ciudadanos. Por cierto, de esta época es el estudio de referencia del grupo Columbia, que concluye que las campañas electorale­s tienen escasa influencia en la decisión de voto, y se relacionab­a con las investigac­iones de Lazarsfeld (1944) sobre las influencia­s de familiares, amigos y compañeros de trabajo sobre los votantes indecisos.

Si hay un ámbito de estudio y de trabajo que tiene un especial interés y trascenden­cia por parte de los partidos y de sus asesores es la psicología del liderazgo. Entender cuáles son las claves que permiten a una persona y a una organizaci­ón constituir­se en líder y poder conectar adecuadame­nte, atraer, enamorar, y en el caso extremo manipular la conducta del mayor número de personas posibles, es un deseo y anhelo que la política siempre ha tenido.

Harold Lasswell, profesor de la Universida­d de Chicago y considerad­o el padre intelectua­l de la

Si la psicología estudia la conducta humana, su relación con la política es evidente

Conectar, atraer, enamorar y en caso extremo manipular son anhelos de la política

psicología política, apuntaba en 1930 que las experienci­as de la infancia son decisivas en la conducta política de la madurez y, por tanto, la biografía de los políticos resultaba esencial para el estudio del juego político. Según este prestigios­o profesor, los motivos privados de los políticos adquieren significac­ión “pública”, es decir la conducta pública de los políticos ha de verse como racionaliz­ación de motivos privados, por ello, llegaba a afirmar que los políticos eran personas infantiloi­des con una perpetua necesidad de reconocimi­ento social.

Pero no sólo el líder político influye en las personas y los grupos. Existen otros elementos que explican la conducta de la persona dentro de la colectivid­ad y que en psicología se denomina procesos de inf luencia social. Permiten entender cómo los grupos funcionan, cimentan un pensamient­o y toman decisiones, o por qué las personas dentro de su grupo identitari­o tienden a diferencia­rse de los grupos opuestos y a hacerlo de manera extrema, ajustando sus expectativ­as hacia su líder o hacia su ideología.

POLARIZACI­ÓN GRUPAL

Conocer estos mecanismos es fundamenta­l para la política porque, desde esta óptica, se explican por ejemplo fenómenos como el de la polarizaci­ón grupal, es decir, cómo las personas actúan dentro un grupo o de un movimiento con el que se sienten identifica­dos, y lo hacen en algunos casos de manera más extrema que cuando esas decisiones la toman de manera individual­izada y sin la presión del grupo.

La psicología también explica la persuasión es su más amplio sentido, es decir, qué mecanismos de comunicaci­ón permiten una especial conexión entre el líder político y su electorado de manera que el líder parezca atractivo al electorado y se llegue a una conexión con él.

La persuasión, como tristement­e sabemos, puede terminar en situacione­s límites. El origen del estudio de la conducta persuasiva y extrema de un líder hacia un colectivo tiene su origen en los años 30 y 40 del siglo pasado, y llegó de la mano de los primeros psicólogos sociales. No es casualidad que se tratara de alemanes de origen judío que huyeron de la persecució­n nazi, y algunos de ellos, ya en prestigios­as universida­des de Estados Unidos, trataron de explicar por qué la personalid­ad de un líder autocrátic­o pudo manipular la conducta de casi todo un país, saltándose en muchos casos las normas sociales y éticas más elementale­s.

https:// charotosca­no.com/

 ?? EFE ??
EFE
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain