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Las pelirrojas y una partida de ajedrez

● La melena cobriza vuelve a estar de moda con la exitosa serie ‘Gambito de Dama’ ● Kiko Rivera será imagen de una marca de moda

- DIEGO J. GENIZ

COMENTÁBAM­OS la semana pasada los cambios de hábito a la hora de ver la televisión. Las plataforma­s digitales nos han traído un universo de series con las que hacer frente a las largas horas de ocio (y aburrimien­to) de esta pandemia. Hay para todos los gustos. De las de factoría nacional a las extranjera­s. De las que se centran en la vida de los adolescent­es (ya saben, cuerpos con muchas horas de gimnasio, protagonis­tas agraciados por la belleza y, por su puesto, un elevado nivel de testostero­na) hasta las que cuentan con actores consagrado­s en la gran pantalla. Lo cierto es que algunas de estas produccion­es se han convertido en fenómenos de masas. Si no las has visto, parece que estuvieras en el pleistocen­o televisivo.

Tal es el éxito que cosechan algunas obras que sus personajes se han costituido en patrones de moda a seguir. O a rescatar, como ocurre con Gambito de Dama. Nunca antes el ajedrez nos había importado tanto. Hasta que descubrimo­s la seducción de este juego. Con Gambito de Dama y su protagonis­ta, Beth Harmon (que encarna la actriz y modelo Anya Taylor-Joy), la melena pelirroja ha vuelto a estar a la última, como decían los entendidos en estética durante mis años mozos.

Un color, el rojo, que siempre ha sido símbolo de enigmática belleza en las famosas que han hecho gala de él en sus melenas. Ya sea natural o teñido. Hay un largo listado, del que rescato nombres como el de Nicole Kidman (una de mis actrices preferidas), Sarah Ferguson ( la pelirroja de Buckingham Palace), Susan Sarandon o Katharine Hepburn.

Cabellos cobrizos que nos dejaron escenas estelares como la de Thelma & Louise, cuando con sus melenas al viento protagoniz­aron aquel mítico salto hacia la nada con el que se pusieron el mundo por montera. O del romance de cuento de hadas que vivimos en los 90 con Pretty Woman, donde el pelirrojo de Julia Robert se mezclaba –en alcoba, jacuzzi y balcón– con las canas de Richard Gere, la pareja icónica del momento. Y por seguir con clásicos del cine, no podemos olvidar a Kate Winslet, que mantuvo a flote sus tirabuzone­s cobalto mientras el Titanic se hundía y al jovencísim­o –y muy rubio– Leo di Caprio se lo tragaban las gélidas aguas (a esas alturas de la larga película el nudo en la garganta y la vejiga se nos habían apretado a partes iguales).

Aunque si hay que ponerse nostálgico y continuar con los 90, pues que quieren que les diga, vuelvo a la alocada adolescenc­ia. Y si hubo una pelirroja que por aquellos años acaparase minutos de televisión, ésa no era otra que Carmen Alborch, la añorada ministra de Cultura en la última legislatur­a de Felipe González. Sus modelos trajeron glamour a una clase política que parecía sacada de los antiguos almacenes sevillanos de Vilima (otro clásico nostálgico).

Si hoy día tuviéramos que buscar un referente similar, la verdad sea dicha, costaría bastante esfuerzo. Quizá el único punto de estilismo en la carrera de San Jerónimo lo encontrarí­amos en una andaluza, María Jesús Montero, que guarda aún cierto exotismo en su vestir, con modelos que rompen la aburridísi­ma línea de sus compañeros de Gobierno, incluido el moño a lo samurai del vicepresid­ente, en otros tiempos joven de coleta y barrio; y hogaño, señor de Galapagar con pareja en portadas de revistas. Todos tenemos derecho a una metamofosi­s kafkiana. No se diga más. De pueblo a casta.

Y es que nunca es tarde para cambiar. Reinventar­se o aceptar que los malos tiempos te lleven por delante. Algo así debió pensar Karina, la de las flechas de cupido, que tras verse obligada a suspender su gira por España (sí, sorpréndan­se como yo, todavía hacía tournés por la piel de toro), ha visto una oportunida­d kakfiana en las redes sociales. Sus vídeos en Instagram se han hecho virales (otra palabra horrible donde los haya), hasta el punto de recibir el título de influencer, ya saben, los nuevos gurús de la posmoderni­dad jaleados por miles de visualizac­iones y comentario­s de gente bastante ociosa.

En la nueva lista de eruditos en esta materia hay que incluir a Kiko Rivera. El hijo de Maribel será imagen de la firma cordobesa de ropa masculina Silbon, cuyas prendas lucirá en sus publicacio­nes en las redes sociales. Un nuevo trabajo ante la imposibili­dad de continuar con sus bolos como DJ. “¿Paquirrín, entonces, será modelo? No, no, influencer, que es lo que se lleva ahora”. Como las pelirrojas. Es lo único que al clan Pantoja le falta para estar a la última. Una melena cobriza. “Por cierto, ¿sabrán jugar en Cantora al ajedrez? Allí son más del Monopoly”. Jaque mate.

 ?? D. S. ?? Anya Taylor encarna a la protagonis­ta de ‘Gambito de Dama’.
D. S. Anya Taylor encarna a la protagonis­ta de ‘Gambito de Dama’.
 ?? D. S. ?? Carmen Alborch, una pelirroja que trajo glamour a la política.
D. S. Carmen Alborch, una pelirroja que trajo glamour a la política.
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