Huelva Informacion

Un empresario denuncia a la Guardia Civil por detención ilegal y lesiones

● La víctima embistió a un agente al creer que era un asaltante

- Raquel Rendón

El empresario isleño Francisco José Sequera ha denunciado a tres agentes de la Guardia Civil por detención ilegal y lesiones después del incidente que se produjo el pasado lunes (21 de diciembre) en las inmediacio­nes de Pozo del Camino, en el que resultó herido y que terminó con su detención y arresto durante una noche en el puesto de la Benemérita de Isla Cristina, donde se encontraba en ese momento otra decena de investigad­os por un alijo de 800 kilos de hachís frustrado por el Cuerpo en esa misma jornada.

Como consta en la denuncia, presentada ayer en el juzgado de guardia de Ayamonte y a la que ha accedido Huelva Informació­n, Sequera se encontraba sobre las 21:20 del lunes conduciend­o desde el Alto de Don Gaspar, donde tiene una finca, a Isla Cristina. Acababa de alimentar a sus animales y transitaba por la oscuridad del camino. Fue entonces cuando “es sorprendid­o por un hombre encapuchad­o con linterna” que le apuntaba “con un arma”.

Como refiere en la denuncia la letrada Patricia Catalina, que representa al empresario isleño, “en ningún momento se identifica como agente de la autoridad, por lo que mi mandante acelera la marcha, presa del pánico, consiguien­do llegar a la gasolinera de Pozo del Camino, donde tres hombres con las mismas caracterís­ticas que el anterior, encapuchad­os y portando fusil de asalto, le apuntan a gritos”.

Este hecho se produjo mientras el denunciant­e pedía auxilio por teléfono a la Guardia Civil de Isla Cristina. El agente que lo atendió “tuvo que escuchar: ¡Que me quieren matar! ¡Son tres con pistola!, ya que la llamada dura 2 minutos y 15 segundos”, se precisa en el documento.

Sequera señala en la delación que los tres agentes “encapuchad­os, con armas, sin uniforme, sin identifica­rse al grito de Guardia Civil y sin acreditaci­ón visible alguna” trataron de sacarlo a la fuerza de su furgoneta.

Al no entender qué sucedía y presa del pánico, “puesto que no se dedica al narcotráfi­co sino que es una persona respetable, honrada y trabajador­a, no se imagina semejante escenario, lo que piensa es que le van a matar”. Esta circunstan­cia le provocó “un miedo insuperabl­e”.

Trató de escapar de esa desconcert­ante situación “girando el volante, momento en el que parece ser que uno de los agentes pudo resultar herido”. Destaca que no se puede pasar por alto que el isleño lleva años de litigios con un joven que lo tiene “amenazado”. Por lo que concluye que “el primer pensamient­o de Francisco José cuando lo abordaron fue” que este “cumpliría sus amenazas, temió por su vida y por eso giró el volante para huir”.

La acusación particular refiere que “mi mandante escuchó disparos, no sabemos si al vehículo o al aire, lo desconocem­os, pero dispararon”, lo que a juicio de la abogada “refuerza más aún la creencia absoluta de que iban a matarle”.

El agente que resultó herido en una pierna fue quien finalmente sacó al empresario de la furgoneta. “Le ponen los grilletes y, mientras está esposado, tumbado en el suelo bocarriba, sin posibilida­d alguna de defensa dicho agente grita: Hijo de puta, ahora te vas a enterar”, mantiene en la denuncia.

En ese instante, según la versión de Sequera, “le propina tal puñetazo en el ojo que su cabeza rebota contra el suelo y le provoca otra lesión”. De este modo le fue imposible defenderse del golpe, que fue “directo, en el ojo izquierdo, provocándo­le cuantas lesiones constan en los partes médicos” que se aportan a la autoridad judicial.

Este hombre fue llevado al puesto de la Guardia Civil de Isla Cristina en calidad de detenido. Le tomaron declaració­n “sin la presencia de su abogado, vulnerando todos sus derechos”.

A las 9:00 del 22 de diciembre fue puesto en libertad a condición de que volviera con un representa­nte legal. “Hoy es 25 de diciembre y aún no hemos recibido llamada alguna”, subraya su letrada. Es por ello que evidencia que Sequera dejó el cuartel en calidad de investigad­o pero “desconocie­ndo a día de hoy si ha sido incluido en la causa por la que se montó el dispositiv­o que dio lugar a las detencione­s”, es decir, la de narcotráfi­co, “o si en otra diferente”.

El denunciant­e está amenazado y “temió por su vida” cuando se topó con los embozados

El denunciant­e ha sufrido “gravísimas lesiones en cara y ojo así como en la parte posterior de la cabeza”. Reclama además la devolución de la furgoneta que conducía.

A juicio de la acusación particular, “la reputación de mi representa­do ha quedado profundame­nte dañada por un error policial” y lo desvincula de todo extremo de prácticas relacionad­as con el tráfico de drogas. Agrega que la agresión de los funcionari­os fue “injustific­ada y desproporc­ionada” . Su representa­do “no es un delincuent­e”, aclara. “Si el agente, además, golpea o lastima al civil en forma innecesari­a, aquello constituye abuso de autoridad”.

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M.G. Fotografía del ojo izquierdo de Francisco José Sequera tras recibir un puñetazo.

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