La Junta confía en no adoptar más restricciones antes del 10 de enero
● El comité de expertos retrasa su reunión y no será hasta el lunes cuando el Gobierno decida si modifica las medidas vigentes
Los datos epidemiológicos y clínicos no han sufrido una explosión en Andalucía, lo que es un motivo para el Gobierno andaluz para mantener las medidas de restricción actualmente vigentes. Aunque el número de nuevos casos detectados sigue una línea levemente ascendente en la segunda quincena de diciembre, la incidencia de 149,9 positivos por 100.000 habitantes medido en los últimos 14 días registrada el día 24, el último del que se disponen datos oficiales, aleja a la comunidad autónoma del nivel extremo que aconseja el abordaje de nuevas limitaciones, marcado a partir de los 250 positivos por 100.000 habitantes.
El vicepresidente de la Junta, Juan Marín, se mostró ayer confiado en no tener que aplicar medidas restrictivas más severas para frenar la pandemia al menos hasta el 10 de enero. A tenor de la situación actual de los indicadores, de momento, “no son necesarias”, añadió Marín. En una entrevista ofrecida a la Cadena Ser, recogido por Efe, el vicepresidente dijo que “si hubiera un cambio de tendencia” en los datos de contagios y de hospitalizados “se endurecerían las restricciones”.
“Esto no significa que podamos bajar la alerta, pero sí es cierto que la situación de Andalucía en estos momentos favorece la posibilidad de que haya actividad económica” durante estas fechas navideñas, añadió Marín, quien informó de que el comité de expertos retrasará su reunión al lunes 28, jornada en la que se analizará el estado de la pandemia: “Espero que no haya ningún tipo de cambio hasta el 10 de enero”, recogió Europa Press en una nota.
Marín sacó pecho por la gestión de la pandemia llevada a cabo por la Administración andaluza y dijo que la Junta no habrá hecho las cosas “muy mal”, en tanto que Andalucía tiene los mejores datos de España en cuanto a incidencia acumulada del coronavirus. No le falta razón al vicepresidente cuando apunta al curso de la pandemia en las últimas semanas. Una vez sobrepasado el pico de la segunda ola, los indicadores no han hecho más que mejorar hasta el leve crecimiento de los últimos días. Tanto es así que, en el capítulo de la incidencia, la cifra de 149,9 es la quinta más baja después de Murcia (146,1), Asturias (143,9), Canarias (130,5) y Ceuta (112,1).
En cuanto a los indicadores clínicos, los últimos datos proporcionados por la Junta de Andalucía muestran un nuevo alivio en la presión asistencial que sufre el personal sanitario en los centros hospitalarios.
Las ocupación de las camas hospitalarias andaluzas continúa a la baja respecto a los datos ofrecidos hace dos días y ayer se situaron en el 5,98% para las convencionales de enfermos agudos y en un 13,84% para las camas de enfermos críticos que necesitan cuidados intensivos.
La situación ha mejorado en las últimas jornadas. Hace dos días, la ocupación era del 6,9% en las camas convencionales y del 14,3% las de UCI, mientras que el 16 de diciembre la presión hospitalaria era de 7,58% en las camas convencionales y de 16,31% en las UCI. A principios de mes, la ocupación era del 12,51% en las camas convencionales y del 24,05% las de UCI.
Los centros sanitarios andaluces disponen en la actualidad de 12.287 camas convencionales y 1.169 de UCI, según comunicó la Consejería de Salud y Familias en una información recogida en una nota por Efe.
A lo alentadora de la evolución de la pandemia en Andalucía siguió refiriéndose Marín, quien destacó que las decisiones tomadas por la Junta de Andalucía siempre se han aplicado de la mano del comité de expertos y no dejó de reconocer que algunas de las medidas adoptadas han sido “impopulares”, aunque necesarias para salvar vidas.
Sobre este particular afirmó Marín que le ha parecido “desproporcionada” la reacción de los hosteleros en Andalucía ante las restricciones aplicadas al sector de la hostelería, con quien informó haberse reunido “muchísimas veces” y de los que la Junta ha recogido medidas para poner en marcha, como la movilidad interprovincial o interterritorial.
A juicio de Marín, el sector de la hostelería no ha sido consciente de que, cuando se han tomado las decisiones, ha sido porque había informes que decían que de 487 brotes que se produjeron en los últimos 14 días, cuando se decidió cerrar el sector de la hostelería de seis a ocho de la tarde, 197 se habían producido en locales de ocio y bares de copas, algo que él mismo trasladó a los hosteleros. “En todo momento se les informó”, por lo que “la reacción fue desproporcionada”, según señaló Marín, quien añadió que, a diferencia de los cierres totales decretados en otras comunidades, en Andalucía muchos negocios hosteleros han podido mantener abierto durante más tiempo.
Marín considera que la reacción del sector de la hostelería ha sido “desproporcionada”