Avances en medicina personalizada
● La especificidad de las nuevas técnicas de secuenciación y la innovación en diagnóstico molecular han propiciado un cambio de paradigma en el abordaje del cáncer
La medicina personalizada en el abordaje del cáncer es ya un hecho innegable gracias a las nuevas técnicas de diagnóstico molecular y a la identificación de biomarcadaores y determinaciones genéticas concretas que pueden llevar a seleccionar las alternativas terapéuticas más indicadas para estas alteraciones. Esta perspectiva cristaliza en la medicina personalizada de precisión, que está logrando ya cambiar el pronóstico de algunas patologías oncológicas. La aplicación de estas innovaciones a la práctica clínica habitual es tangible en el campo de la Anatomía Patológica, área que está dibujando un nuevo horizonte en el diagnóstico. Según explica María Jesús Pareja Megía, coordinadora autonómica de la Red de Laboratorios Clínicos del SSPA. “la incorporación a la asistencia de técnicas de biología molecular está cambiando la forma de trabajar y supone un gran avance en el abordaje de algunos tumores”. Según explica Pareja, “gracias a la posibilidad de secuenciar y poder seleccionar tratamientos en función de las alteraciones genéticas de un tumor concreto. la supervivencia de algunos tumores, como el de pulmón, ha crecido de manera reseñable”.
En su opinión, hasta ahora estas técnicas de biología molecular se habían centrado en el ámbito de la investigación pero su aplicación en la práctica clínica es ya una realidad. “La alta especificidad de estas tecnologías que permiten secuenciar exige su configuración en pocos secuenciadores centralizados en laboratorios de referencia, en nuestro caso en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y el Hospital San Cecilio de Granada”. Asimismo, María Jesús Pareja, que también es gerente del Área Sanitaria Sur de Sevilla, destaca que todos estos nuevos horizontes que definen la medicina personalizada de precisión inspiran un nuevo enfoque definido por la medicina de las 4P: participativa, personalizada, de precisión y predictiva. Por último, Pareja destaca que además de la oncología, la medicina personalizada es ya una realidad en otras enfermedades, como patologías autoninmunes, reumatológicas o algunas enfermedades genéticas poco frecuentes.
Algunas de las claves relacionadas con el diagnóstico oncológico y su abordaje en Andalucía fueron abordadas recientemente por Joaquín Dopazo, director del Área de Bioinformática Clínica de la Fundación Pública Andaluza Progreso y Salud, durante la tercera edición de Diálogos PHC, un encuentro organizado por Roche para debatir sobre estos avances. Los efectos positivos de su desarrollo, según el doctor Dopazo, ya se están notando en términos de supervivencia. “En la década de los 70 la supervivencia por cáncer no llegaba al 50%, mientras que en la actualidad se sitúa en el 70% y en algunos tumores está por encima del 90%. Esto se debe,
sin duda, a la introducción de tecnologías que nos permiten estratificar a los pacientes en función de biomarcadores que tienen una correspondencia con tratamientos dirigidos”, subraya el director del Área de Bioinformática Clínica de la Fundación Pública Andaluza Progreso y Salud.
Sin embargo, este cambio de paradigma en el abordaje del cáncer que se ha producido de la mano de las nuevas tecnologías de diagnóstico aún tiene un largo camino que recorrer. La transformación digital en el ámbito de la salud conlleva la recopilación de una cantidad ingente de datos que, si son tratados e interpretados de manera adecuada, permitirán crear algoritmos para la gestión del paciente que redundará en una mayor calidad de vida para la población.
La inteligencia artificial juega un papel esencial en la interpretación y manejo de los datos para realizar predicciones. “La información que nos proporcionan las nuevas tecnologías de diagnóstico nos sirven para identificar biomarcadores en el momento presente y pautar el tratamiento más adecuado, pero también para hacer un estudio retrospectivo del comportamiento del tumor. Incluso los fracasos pueden ser éxitos para el futuro, ya que podríamos identificar aquellos biomarcadores que influyen en que un tratamiento no funcione”, afirmó Dopazo en dicho encuentro. “También podemos estudiar variantes genéticas que tienen que ver con la farmacogenómica y eso permite seleccionar mejor la interrelación de tratamientos. Esto podremos aprovecharlo en el futuro”, subrayó. Además, Dopazo describió algunas claves de los nuevos perfiles profesionales que irán requiriendo los sistemas sanitarios como genetistas, analistas de datos y expertos en big data.