Un total de ocho municipios están en riesgo extremo de contagio
● Hasta cinco localidades se encuentran en el distrito sanitario Condado-Campiña
Lucena del Puerto tiene una tasa de incidencia de 653 casos por cada 100.000 habitantes
En un nuevo ascenso de la curva de contagios por la Covid-19 no solo en España, sino de toda Europa y en otros puntos del mundo, que para algunos expertos podría ser el inicio de la tan anunciada –y temida– tercera ola en lo que llevamos de pandemia, la provincia onubense no presenta por el momento datos alarmantes con una incidencia media en toda la provincia de 162 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Una tasa que la mantiene por el momento relativamente alejada del límite de 250 que define para las autoridades sanitarias el riesgo extremo de contagio.
No obstante los datos entre unos distritos sanitarios y otros son muy distintos, especialmente entre la Sierra, que según el último parte con desglose por distritos y municipios hecho público por la Junta de Andalucía el pasado jueves tiene una tasa de incidencia de apenas 31 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 187 casos por cada 100.000 habitantes del distrito Huelva-Costa. Por su parte Condado-Campiña registra 169 casos por cada 100.000 habitantes.
Ese último parte detallado previo a las fiestas navideñas constató cinco nuevos brotes detectados en la provincia de Huelva durante la última semana -con un total de 17 casos-, cuatro de ellos en el distrito sanitario Huelva Costa con tres, tres, cuatro y tres casos; y otro en Condado-Campiña con cuatro contagios. Igualmente detallaba el parte de la Junta que estos nuevos brotes se venían a sumar a otros cuatro que aún seguían activos desde la pasada semana.
También ref leja la situación de la provincia la ubicación de los municipios que hasta el jueves se encontraban en riesgo extremo de contagio, un total de ocho, de los cuales cinco pertenecen al distrito Condado-Campiña: Bonares, Escacena del campo, Lucena del Puerto, La Palma del Condado y palos de la Frontera; dos a Huelva-Costa: Cartaya e Isla Cristina; y uno a la Sierra: Jabugo.
El que peor situación presenta es Lucena del Puerto, con una tasa de incidencia de 653 casos para cada 100.000 habitantes, seguido en este orden por La Palma del Condado (576), Jabugo (444), Cartaya (375), Bonares (363), Isla Cristina (348), Palos de la Frontera (319) y finalmente Escacena del Campo (263).
Finalmente da fe de este panorama la localización de los cribados poblacionales realizados por la Junta de Andalucía en las últimas semanas, muchos de los cuales se están centrando en algunos de los municipios más afectados, como ha sido el caso más reciente de Isla Cristina y Villalba del Alcor, o anteriormente en Lepe, Trigueros, Gibraleón, La Palma del Condado, Palos de la Frontera, Ayamonte o Lucena del Puerto, entre otros.
Estos cribados proseguirán mañana en Cartaya, como anunció el Consistorio de dicha localidad costera, que actualmente presenta la cuarta mayor tasa de la provincia con 375 casos por cada 100.000 habitantes.
Como en los anteriores municipios, las pruebas en Cartaya se realizarán mediante test rápidos de antígenos en una Unidad Móvil itinerante de la Junta que se ubicará en el Pabellón de Exposiciones y Congresos del Recinto Ferial de la localidad de 10:00 a 15:00 por la mañana, y de 16:00 a 18:00 por la tarde.
Los vecinos serán seleccionados de forma aleatoria en función de criterios epidemiológicos, y citados con antelación a la realización de la prueba mediante SMS. En caso de ser positivo el resultado se le comunicará a través de una llamada telefónica, y mediante SMS al móvil si resulta negativo.
Desde el Ayuntamiento de Cartaya se hizo un llamamiento a la participación ciudadana a colaborar con este cribado que puede ser una herramienta de utilidad para seguir frenando el impacto y propagación de la Covid-19 en la localidad, al tiempo que recordó que es necesario mantener las medidas de prevención y respetar las normas establecidas.
Los camioneros onubenses atrapados en el Reino Unido desde la noche del pasado domingo tras el cierre de la frontera decretado por el Gobierno francés para evitar la propagación de la nueva cepa del coronavirus detectada en las Islas Británicas, esperan poder pasar la Nochevieja en casa, después de haber dado negativo en las pruebas de antígenos a las que, para la detección de la Covid-19, les sometió en la jornada de ayer el Ejército británico.
Así lo explicó a esta redacción el olontense Moisés Esperanza Rodríguez (34 años), con quien Huelva Información está en contacto desde el miércoles, y quien a media mañana de este sábado se encontraba junto con otros transportistas de la provincia de Huelva a solo 17 millas (unos 26 kilómetros), de la estación de ferrocarril en la que deben subir sus camiones a un tren para cruzar el Eurotúnel que conecta Reino Unido y Francia a través del Canal de la Mancha.
“Hoy tenemos un poco mejor los ánimos –señaló el olontense– porque hemos dado negativo en las pruebas a las que nos ha sometido el Ejército británico, y ya tenemos en las manos el certificado que así lo acredita, que es nuestro mejor pasaporte para regresar a casa”, a lo que añadió que “el problema ahora es que somos muchísimos y estamos en una cola enorme que hasta ahora ha avanzado muy lentamente, concretamente entre 5 y 6 kilómetros diarios”.
Es por ello por lo que se muestran “esperanzados” de poder cruzar la frontera este fin de semana y, tras un viaje de aproximadamente 48 horas conduciendo por Francia y España, “reunirnos con nuestras familias, amigos y resto de seres queridos, como mucho el miércoles, para pasar la Nochevieja con ellos”.
Todo ello después de haber pasado una Nochebuena y un día de Navidad “muy tristes” en sus camiones, donde para Moisés Esperanza lo mejor ha sido el “compañerismo y la convivencia entre los camioneros”, así como la “solidaridad mostrada por muchos ciudadanos británicos”, que les están acercando estos días agua, comida y otros productos a los que no tienen acceso en las cunetas de la autopista donde están con sus camiones.
El camionero olontense destaca en este sentido que ello demuestra que “hay gente buena y solidaria en todas partes”, precisando que sobre todo les están facilitando “pan, embutidos, frutas, verduras, agua, conservas de pescado, platos preparados o queso, entre otros productos”, que en la mayoría de los casos “nos hacen llegar en bolsas incluso con cuerdas desde los numerosos puentes que cruzan la autovía, a la que no pueden acceder por estar bloqueadas por los camiones”.
Sobre las condiciones de vida en sus camiones, Moisés Esperanza afirma que “siguen siendo penosas” ya que “desde que salimos hace un par de días de un área de servicio para ponernos en esta interminable cola, volvemos a carecer de acceso a duchas o baños, por lo que de nuevo estamos sin poder asearnos, así como nos vemos obligados a hacer nuestras necesidades entre las ruedas de los camiones o en el campo, cuando cae la noche para no ser vistos, o en casos más extremos en bolsas de basura dentro de los remolques de los camiones”.
“Es muy duro lo que estamos pasando y hay momentos en que muchos no podemos aguantar más anímicamente y rompemos a llorar, teniendo que consolarnos unos a otros”, concluye.
Moisés Esperanza
Camionero de Gibraleón
Es muy duro lo que estamos pasando y hay momentos en que rompemos a llorar”