España atisba “la luz al final del túnel”
● Los políticos celebran la “gran noticia” de los primeros inmunizados ● Page pide que no haya espacio para la “ideología ni el conflicto”
Personalidades y sociedad anónima celebraron “la luz al final del túnel” que ha supuesto el inicio hoy en España de las vacunas contra el Covid-19, representado por esa primera inyección a una anciana de Guadalajara llamada Araceli, “de apellido esperanza”.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue el primero en reaccionar a la inyección que se puso tanto esa mujer de 96 años, residente en el centro de mayores Los Olmos de Guadalajara, como Mónica, auxiliar de enfermería de 40 años que trabaja en la misma residencia. “Representan una nueva etapa esperanzadora. Un día para la emoción y la confianza”, aplaudió el jefe del Ejecutivo en un mensaje en el que garantizó un proceso de vacunación “rápido, solvente y equitativo”.
Igual que Sánchez, también destacó la importancia del Sistema Nacional de Salud y de sus profesionales el vicepresidente segundo del Gobierno y secretario general de Podemos, Pablo Iglesias: “Gracias a la ciencia y a los profesionales sanitarios, podemos empezar a ver la luz al final del túnel. Gracias a quienes lo habéis dado todo para cuidarnos”. “Estamos ante el inicio del fin de la pandemia”, coincidió Salvador Illa, ministro de Sanidad.
Se sumaron a la reivindicación de los servicios públicos otros miembros del Ejecutivo, como las ministras de Trabajo, Yolanda Díaz, e Igualdad, Irene Montero, o el de Consumo, Alberto Garzón, quien subrayó además que “en menos de un año se ha descubierto la vacuna y ya estamos protegiéndonos con ella”.
Desde las filas de la oposición, el líder del PP, Pablo Casado, festejó “una gran noticia para superar pronto la pandemia”, en un mensaje en el que el presidente popular resaltó la coordinación de la UE para su adquisición y la labor de las comunidades en la administración, pero en el que no olvidó la crítica al equipo de Sánchez. “El Gobierno debe garantizar su distribución equitativa sin propaganda para atribuirse un éxito que su nefasta gestión no merece”, reclamó.
Por Ciudadanos, Inés Arrimadas prefirió apostar por la idea de la unidad, de “las grandes cosas que somos capaces de hacer cuando nos unimos y cuando la solidaridad y la generosidad se imponen a las divisiones y los egoísmos”.
El lehendakari, Íñigo Urkullu, afirmó que la vacuna representa “un rayo de esperanza”, aunque advirtió de que se tardará “muchos meses en llegar y proteger a todas las personas”. El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, también se mostró feliz de que se vacunara a la primera persona en Cataluña: “Empezamos a ver la luz al final del túnel, pero queda túnel”, avisó.
El presidente de Castilla-La
Mancha, Emiliano García-Page, abogó por una vacunación masiva y pidió que no haya espacio para la “ideología” o el “conf licto”, con el fin de dar confianza a la ciudadanía para que no se retraiga y no acuda a vacunarse.
“La vacuna debe llegar a todos los territorios de España a la vez”, defendió el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. “No puede haber ciudadanos de primera y de segunda”, señaló.
El secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, recordó cómo “a mediados de marzo entrábamos en un túnel distópico del que hoy empezamos a ver la luz de salida” gracias a la ciencia y la investigación. “Y es la ciencia social la que hace que la reciba una mujer de 96 años en una residencia pública y no el que tiene más”, apostilló.