Un onubense se cuela entre los aspirantes al premio del Cordon Bleu
El onubense Manuel Tirado es uno de los cincuenta seleccionados en la IX edición del Premio Promesas de la alta cocina de Le Cordon Bleu
Hace dos años Manuel Tirado no sabía freír ni un huevo pero en las navidades de 2018 algo hizo clic en su cabeza y ahora es uno de los cincuenta seleccionados en la XV edición del Premio Promesas de la alta cocina de la prestigiosa escuela Le Cordon Bleu.
Como toda su familia, Manuel es de Minas de Riotinto. Allí conservan su casa, a la que regresan cada año porque en la actualidad reside con sus padres en Castellón, donde llegó a los diez años. Pero este futuro cocinero no olvida su origen y por eso siempre introduce una nota onubense en sus platos. Ahora trabaja en uno muy importante, con el que competirá para tratar de colarse entre los diez mejores de los cincuenta seleccionados. Tiene hasta el 28 de enero para elaborar la mejor balotina de ave rellena de higos, trufa y provolone con guarnición de migas a la naranja.
Este cocinero en ciernes llegó a la escuela de Estudios Superiores Abiertos de Hostelería de Castellón por eliminación, procedente de otros estudios que no le gustaban. Allí entró en octubre de 2018 a hacer un grado medio de Gastronomía “por probar”. Recuerda que “los comienzos fueron duros porque me costaba estudiar” y en cuanto a su aproximación al mundo de la cocina, “sólo había visto a mi padre”. Al final del primer trimestre los profesores le conminaron a replantearse su futuro en Navidad, hasta el punto de decirle que “si esto no te gusta, te vas”.
Con todas las asignaturas suspensas se puso a ver vídeos en las vacaciones y la situación dio un vuelco. En junio Manuel tenía el primer curso aprobado entero y meses después, en septiembre, esos mismos docentes le propusieron participar en el Premio Semilla de Almería, donde quedó semifinalista con un canelón de calabaza en salsa de bimi con trufa y queso. Posteriormente quedó finalista en sendos concursos de Cuenca y Tarragona donde ofreció un lomo de corzo y una rosa frita, respectivamente.
Terminado su grado medio, ahora continúa con su formación con un curso on line de Chocolatería y Pastelería Artística de la Escuela de Hostelería de Sevilla
“para ser más completo en mi profesión”, explica. Dice que busca concursos para darse cuenta “de que no sé nada” y admira la generosidad del cocinero gaditano Ángel León porque “lo que investiga lo da a conocer, lo escribe y lo comparte”.
Manuel defiende una cocina tradicional “sin perder las bases pero buscando su evolución” y sobre todo “con productos de sostenibilidad, que sean locales”, un interés que le viene de su familia, dedicada a la agricultura.
A través del perfil de Facebook de Le Cordon Bleu se podrán votar los platos que enviarán los cincuenta seleccionados en vídeo. De esta fase quedarán diez finalistas que deberán cocinar en la sede madrileña ante un jurado formado por cocineros del nivel de Quique Dacosta o Martín Berasate
Admirador de Ángel León, apuesta por una cocina evolucionada “sin perder las bases”
gui, entre otros. El ganador obtendrá una beca con los 23.000 euros que cuesta el curso en la prestigiosa escuela y el segundo una menor de 8.000 euros. A la espera del resultado, Manuel no descarta un periodo de formación ( stage) en un restaurante de alta cocina y sigue disfrutando del guiso de pollo con patatas de su padre y de la tortilla que prepara su madre.