El vínculo intergeneracional
● El proyecto ‘Cuenta conmigo’ de San Juan de Dios conecta a menores y residentes a través de narraciones, relatos, emociones y sensaciones
El Centro de Atención Infantil Temprana (CAIT) y la Residencia de Mayores San Juan de Dios de Sevilla han creado Cuenta conmigo, un emotivo proyecto intergeneracional a través del que se ha trabajado el concepto de ‘esperanza’ hasta materializarse en un cuento y en un intercambio de emociones entre residentes y niños y niñas de ambos centros de la Orden Hospitalaria
Las responsables de esta acción desde el CAIT, la coordinadora del centro Rocío Carrasco y la psicóloga Lucia Ponce; y la neuropsicóloga Ana Belén García, desde la residencia de mayores, detectaron durante el confinamiento cómo afectaba emocionalmente a las personas mayores y a los menores la pandemia, la soledad y el aislamiento.
Ante esta difícil situación surge Cuenta conmigo, un cuento basado en el concepto de esperanza. “Cuenta conmigo parte de la idea de la sensación de pérdida de esperanza en los mayores, a la vez que los menores encuentran dificultades para saber qué es la esperanza”, explica Lucía Ponce. A partir de esta tesitura comienza una dinámica donde ambas generaciones participan activamente para interactuar y hacer llegar la esperanza. Las nuevas tecnologías se convirtieron en la fase inicial del proyecto en un gran aliado para que ambos grupos generacionales participaran. “Los menores grabaron un vídeo pidiendo a los mayores que les explicaran qué es la esperanza, y los mayores les respondieron”, relata Ponce.
El cuento dirigido a los usuarios del CAIT ha sido creado a partir de las ideas y relatos que los mayores de la Residencia San Juan de Dios expresan sobre situaciones y experiencias que a lo largo de su vida les han llenado de esperanza y que explican con un código muy cercano a los pequeños: el de los sentidos. Cómo sabe y huele, qué color tiene o cómo suena la esperanza son cuestiones a las que han ido respondiendo los mayores y que han sido muy gráficas para trasladar ese concepto a los más pequeños a través del cuento ideado por la psicóloga.
Tras esta primera fase de intercambio literario, el proyecto inició una segunda fase centrada en la respuesta de los niños y niñas. Las palabras de los mayores reflejadas en el cuento se convirtieron en regalos enviados por los usuarios de Atención Infantil Temprana, quienes quisieron devolver esa esperanza entendida a través de los sentidos y materializadas en una caja de bombones, tal y como le sabe la esperanza a Juan, un residente de 78 años, que explicó que tiene un sabor dulce y amargo, como el chocolate. En la misma caja, los pequeños metieron mantecados, en respuesta al sabor de la esperanza de J. Vicente y Rafael, dos residentes de 82 y 75 años respectivamente, que señalaban el ajonjolí, la canela y las especias. Completaron el envío con artículos en respuesta a las evocaciones de otros residentes: unos cascabeles, aromas de azahar, de jazmín, y dibujos de los niños llevados en cajas decoradas han visibilizado la esperanza e iluminado el rostro de los mayores. “A nivel emocional y afectivo supone para los mayores un chute de aire fresco, al mantener una relación continua con personas que están en el exterior y de los que obtienen respuesta. Además, hemos observado la alegría que les ha transmitido y que, verdaderamente, les ha proporcionado esperanza”, cuenta Ana Belén García.
La buena aceptación del proyecto Cuenta conmigo entre los propios participantes y sus efectos beneficiosos gracias a la expresión de sus emociones y sensaciones ha llevado a las coordinadoras de esta iniciativa a extenderlo. “La idea es que el cuento sea leído por los padres a los niños, logrando su implicación y conexión y que los niños lleguen a entender este concepto tan abstracto pero tan importante en estos días, en los que nos hace tanta falta”, indica Ana Belén García.
ActualmenteCuenta conmigo ha salido del ámbito de los centros de San Juan de Dios y se está extendiendo por algunos centros educativos de Sevilla para trasladar el concepto de esperanza a los menores. Al mismo tiempo, ya se trabaja desde el CAIT y la Residencia de Mayores de San Juan de Dios en la creación de ilustraciones que acompañen a este emotivo relato.
La iniciativa ha sido una respuesta a los lastres que han supuesto la soledad y el aislamiento
El proyecto permite compartir ideas, acompañar e inspirar cuentos infantiles