EL INCENDIO DE ALMONASTER LA REAL
El 27 de agosto de 2020 una chispa en las inmediaciones del pantano de Olivargas desataba la mayor tragedia medioambiental del año en Huelva. El corazón de la Cuenca Minera y el sur de la Sierra ardían sin control en el incendio más grave, el de Almonaster La Real, que afectó también a municipios como Zalamea, Calañas, La ZarzaPerrunal o El Campillo.
España asistió con estupefacción al desalojo masivo de estos pueblos y sus aldeas, al funesto festín de las llamas devorando un paisaje de gran valor ecológico.
El infierno duró once días, en los que ardieron casi 15.000 hectáreas y en los que los efectivos del Infoca, los voluntarios y la Unidad Militar de Emergencia (UME) se emplearon a fondo para minimizar los daños.
El fuego de Almonaster es el más devastador del último decenio, con prácticamente 5.000 hectáreas arrasadas más que el de Las Peñuelas de 2017, cuando ardieron diez mil hectáreas de Doñana. Los datos sobrecogen: más del 40% del total de la superficie quemada en España en 2020 corresponde al este siniestro.
El fuego estuvo sin estabilizar cinco días por su virulencia. Los medios aéreos realizaron 110 actuaciones y el Infoca movilizó a 2.164 trabajadores de todas las provincias de Andalucía (más de 400 diarios); la UME a 320 (80 diarios). Un esfuerzo titánico.
El 31 de agosto un tuit abrió el primer rayo de esperanza. “La dirección de extinción del Infoca da por estabilizado el #IFAlmonasterLaReal. Los medios trabajan ahora para darlo por controlado”, señaló el Infoca en su cuenta de Twitter. La extinción se produjo el 7 de septiembre.
Ahora, la Junta de Andalucía se afana en poner en marcha el plan de recuperación, mientras la investigación para esclarecer las causas del siniestro sigue su curso en los tribunales.