Huelva Informacion

Abengoa cumple 80 años sin resolver su crisis financiera ni asegurar su futuro

● Por segunda vez en preconcurs­o desde 2016, el grupo no ha ejecutado el salvamento que aislaba a la matriz y necesita refinancia­rse para evitar la quiebra en los próximos meses

- Alberto Grimaldi SEVILLA

Abengoa cumple hoy 80 años. El 4 de enero de 1941, los ingenieros del Instituto Católico de Artes e Industrias (ICAI) Javier Benjumea Puigcerver y José Manuel Abaurre Fernández-Pasalagua fundaron en Sevilla, junto con tres amigos y otros familiares, Abengoa SL –después transforma­da en sociedad anónima–, con un capital social de 180.000 pesetas (1.082 euros). Ocho decenios después, aquella pequeña empresa sigue siendo la multinacio­nal que crearon sus fundadores y herederos, aunque la efeméride llega en un momento crítico para la compañía: ni se ha resuelto la crisis financiera que la acucia –que ha obligado a dos reestructu­raciones desde 2015 y está pendiente una tercera–, ni tiene asegurado su futuro, al estar en preconcurs­o desde agosto pasado y en medio de una guerra entre los gestores que pusieron los acreedores y los actuales accionista­s.

El nombre de Abengoa fue formado con los apellidos de los cinco socios fundadores: José Manuel Abaurre (A), Javier Benjumea (BEN), Fernando Gallego (G), Antonio Ortueta (O), y Ricardo Abaurre (A). Aunque fueron Javier Benjumea y José Manuel Abaurre los que lideraron el exitoso desarrollo que tuvo la empresa.

Cuando la fundaron, pretendían fabricar un contador monofásico de cinco amperios, pero desistiero­n ante los problemas de aprovision­amiento que sufría la España de la posguerra. Pero eso no fue sinónimo de fracaso. Todo lo contrario. En un contexto de reconstruc­ción tras la Guerra Civil, a partir de 1943 Abengoa se dedicó a reparar motores para otras empresas –Cruzcampo o Renfe, entre ellas– así como a elaborar proyectos y ejecutar montajes eléctricos.

En su primer decenio, Abengoa fue creciendo hasta expansiona­rse por toda Andalucía y logró llevar su negocio a una facturació­n superior a 45 millones de pesetas (270.456 euros).

Esa expansión se hace nacional durante su segundo decenio, hasta 1960. En una España desarrolli­sta, la empresa consolida su creciente actividad y lleva el negocio hasta los 827 millones de pesetas (4.970.371 euros).

A partir de la de los años 60 empieza su salto a los mercados internacio­nales, primero en América Latina y de ahí al resto del mundo. Al cumplir 25 años, en 1966, la facturació­n alcanza ya los 4.880 millones de pesetas (29.329.391 euros).

En los últimos decenios bajo la batuta de los fundadores, en los años 70, 80 y 90 del siglo pasado, el grupo no para de crecer: crea filiales especializ­adas y la multinacio­nal hace de la innovación su santo y seña. Antes de que la segunda generación tome el mando, el negocio rebasa los 52.396 millones de pesetas (314.906.303 euros).

Es en 1991 cuando Felipe Benjumea Puigcerver deja la dirección en manos de sus hijos, Felipe y Javier Benjumea Llorente, en principio de forma colegiada. En esta nueva etapa Abengoa pone todo su interés en el desarrollo y en la innovación, en tecnología­s de la informació­n, las energías renovables, los biocombust­ibles y os la desalación de agua. Al filo del fin de siglo la cifra de negocio supera los 144.000 millones de pesetas (865.457.431 euros).

En el nuevo milenio, y hasta 2015, la empresa siguió creciendo y reorganizó de sus líneas de negocio. Pero la apuesta por desarrolla­r las energías renovables y los biocombust­ibles por todo el mundo trae consigo un fuerte endeudamie­nto.

Entre 2006 y 2012, la deuda se multiplica por seis y empieza a ser demasiado grande. Las agencias de calificaci­ón avisan varias veces de ello. Para entonces Felipe Benjumea ya es presidente único del grupo. Para hacer frente a esta situación se venden filiales como Telvent o Befesa y saca a bolsa en EEUU una sociedad con sus principale­s activos en concesión (Abengoa Yield). También se alía con EIG Global Energy Partners y promete nuevas desinversi­ones en ámbitos como el biofuel.

Mediado 2015, sale el consejero delegado y el sector financiero empieza a dudar de la viabiliad del grupo. Benjumea intenta en verano una ampliación de capital, pero el Banco Santander fuerza en septiembre su destitució­n.

En noviembre de 2016 entra por primera vez en preconcurs­o. Tras defenestra­r a otros dos presidente­s –José Domínguez Abascal y Antonio Fornieles–, sitúa al frente del grupo a Gonzalo Urquijo, que pilota la compañía durante cuatro años, en los que se levanta el preconcurs­o y se ejecutan dos reestructu­raciones. Pero el negocio no funciona para lograr seguir adelante sin otra refinancia­ción. En agosto se declara por segunda vez el preconcurs­o de acreedores.

Urquijo cae aunque sólo en la matriz –gobierna desde las filiales– tras enfrentars­e a él los accionista­s que rechazan el tercer rescate porque rompe societaria­mente el grupo y liquida la matriz. La re

Durante 75 años su crecimient­o fue global, basado en la innovación y la tecnología

belión puede hacerse porque el rescate se bloquea por la negativa de la Junta de Andalucía a participar, como había exigido el principal garante de la operación, el Gobierno central.

Los accionista­s nombran otro consejo de administra­ción, pero éste les traiciona y se alinea con Urquijo y reclama ejecutar el rescate antes del 31 de diciembre, asegurando que de lo contrario habría que liquidar el grupo. Los accionista­s, que han propuesto un nuevo candidato a presidir la empresa, Clemente Fernández, plantean inyectar 22 millones en la filial operativa y pactar un rescate inclusivo que no liquide la matriz. En la semana que quedaba para fin de año el rescate no se ejecuta y el futuro de la compañía es incierto.

El Gobierno, los acreedores y los accionista­s decidirán a partir de ahora si pactan otro rescate y Abengoa tiene futuro más allá de estos 80 años y cuál será.

 ?? JUAN CARLOS VÁZQUEZ ?? Planta termosolar de Solúcar, construida por Abengoa en Salúcar la Mayor, en la provincia de Sevilla.
JUAN CARLOS VÁZQUEZ Planta termosolar de Solúcar, construida por Abengoa en Salúcar la Mayor, en la provincia de Sevilla.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain