El nuevo Atlético de Simeone
● El líder acumula 13 puntos y 13 goles más que la pasada campaña a estas alturas del campeonato ● Luis Suárez, principal cambio en ataque
Transformado en productividad, mentalidad, ambición, contundencia y regularidad, la diferencia entre el Atlético de Madrid de ahora, líder de LaLiga Santander, y el de hace un año, con incluso la cuarta posición en duda, no sólo la marcan los 13 puntos de distancia entre uno y otro momento, sino varias cualidades, características y nombres.
LUIS SUÁREZ
Es la diferencia más visible. Ha marcado nueve goles en sus primeros 12 encuentros, siendo clave en seis de los ocho últimos tantos de su equipo y decisivo para lograr nueve de los 12 puntos más recientes. El conjunto rojiblanco ha multiplicado su eficacia y, por extensión, sus números goleadores: las 29 dianas de ahora en los primeros 15 duelos frente a las 16 del pasado curso a estas alturas. Una diferencia de 13 goles. Y una distancia de 13 puntos, porque la pasada campaña sumaba 25 en este momento y era sexto a siete puntos de la cima. Ahora tiene 38. Y es el líder de la tabla.
LA CONTUNDENCIA
La palabra siempre ha formado parte del discurso de Diego Simeone como el factor clave que puede con todo (o casi todo) en el fútbol, pero de hace un año a ahora ha sonado con insistencia. La echaba de menos entonces, frustrado porque no tenía un problema de ocasiones, sino de ejecución final, y la demuestra ahora en cada compromiso en un porcentaje altísimo. Su 0,21 de promedio de goles por tiro es el mejor de la actual temporada. También dentro del área, con un 0,18.
MARCOS LLORENTE
No hay ningún futbolista, quizá, que personifique la evolución del Atlético de un año a otro como Marcos Llorente, transformado en un goleador indudable pero también en un extremo derecho desbordante y en un medio centro trabajador, como ya lo era, liberado además por una llegada tremenda. En el último año natural, ha marcado 12 goles. Sólo Joao Félix ha logrado más. Y está dentro del once tipo, ya sea como delantero, extremo o medio centro, cuando hace un año le era completamente ajeno. Nada que ver con su presente.
LA PRESIÓN
El Atlético se siente mejor en campo contrario. En el primer semestre de la 19-20 no lo consiguió tanto como pretendía, sobre todo porque su presión no estaba tan ajustada como sí lo está ahora. O como lo viene haciendo desde la vuelta del parón por el Covid-19. A ese momento, en concreto al segundo tiempo con el Athletic, se remonta ese cambio tan sustancial para diferenciar un año de otro, cuando se decidió a una presión alta que ha sostenido a lo largo del tiempo.
LOS TRES CENTRALES
Es un cambio visible en el Atlético, habitualmente armado en torno al 1-4-4-2. Ahora se ve más el 1-5-32 en esta campaña en el esquema de Simeone, decidido a tal solución después del 4-0 recibido contra el Bayern Múnich. Era la forma de proteger el lado más vulnerable de su equipo, la espalda de los laterales. Lo ha resuelto con un tercer central para la cobertura de cada banda. El resultado es una defensa más firme por los costados.
EL INCONFORMISMO
No hay mejor ejemplo que el partido frente al Alavés en Mendizorroza de un año a otro. La pasada temporada ganaba 0-1 cuando su rival igualó en el minuto 83. No tuvo recursos ya para evitar el 1-1. Este domingo, después del 1-1 en el minuto 84, nadie se conformó en el conjunto rojiblanco, lanzado a la ofensiva final que tuvo recompensa.