La Sexta hace de TV pública
● García Ferreras se incorporó al miércoles festivo para un especial que duró hasta las dos ● Las cadenas principales mantuvieron sus parrillas previstas
La Sexta es la cadena más vista en los momentos institucionales, tomando el papel que anteriormente tenía La 1. Se ha ganado el lugar en el mando porque cuando la actualidad se calienta el equipo de Antonio García Ferreras enciende el piloto rojo, aunque sea un día de fiesta, con la guardia bajada en la mayoría de las redacciones.
El asalto de los forofos extremistas de Donald Trump al Capitolio, las imágenes más vergonzantes desde un Estados Unidos que parece hallarse en declive acelerado, se producían poco antes de los informativos nocturnos por lo que los distintos noticiarios alteraron las escaletas de la noche del festivo 6 de enero, en las que prevalecía en principio la vacunación y la Pascua Militar. Lo acaecido en Washington se convirtió en una extensa apertura con la que Vicente Vallés en Antena 3, el más visto en la noche, hablaba de escenas comparables a una “república bananera”. La abundancia de imágenes, tomadas por los propios asaltantes (se sobreimpresionaba como “fuente: redes sociales”), contribuía a un relato intenso.
La insurrección en la capital estadounidense copó la mayor parte de los informativos pero pese al interés y a unos contenidos con incógnitas pero bien alimentados, las programaciones del prime time continuaron en este agitado miércoles con las parrillas previstas, salvo La Sexta. La 1, en su peor momento de audiencia en informativos, prefirió seguir con MasterChef Junior, y la cobertura continuó por el canal 24 Horas, opción menor entre la audiencia, y con una activa y acertada presencia de Lorenzo Milá.
La preocupación y la curiosidad por la actualidad en las casas se instaló en La Sexta. El informativo de las ocho había abierto con la preocupación ante el Capitolio y la temperatura fue subiendo, con la conducción de Cristina Saavedra, en un espacio que se fue extendiendo, eliminándose la película prevista (un título tremendista Little Tokyo: Ataque frontal). No se imaginaba que iba a estar en antena hasta las dos de la madrugada.
Pasadas las diez de la noche se incorporó Antonio García Ferreras, que ya demostró en la pasada jornada electoral norteamericana que es capaz de sobra de estar casi una madrugada completa en el plató. Al especial ya se habían sumado las voces analistas de aquel día, el periodista sevillano Sandro Pozzi, el agudo Guillermo Fesser (observador de los tuétanos de la América profunda) y Emilio Domenech, que ya sorprendió en su momento con su dominio de cifras y nombres en los comicios a la Casa Blanca.
El imprevisto especial anotó 1,2 millones de espectadores, 8,8%, una cifra convencional pero valiosa por el esfuerzo. Lo más visto de este miércoles fue el serial turco Mi hija, en Antena 3.
En una de esas noches en las que las redes bullen por sí solas, La Sexta se convirtió en una recomendable narradora y ‘filtradora’ del aluvión de impresiones ante unas imágenes que cambiarán la percepción sobre Estados Unidos para siempre.
La 1, que vive su peor momento de audiencia en informativos, siguió con ‘MasterChef Junior’