El frío y el hielo dañan el centro de España: “La alerta no ha terminado”
● Mínimas históricas de hasta –25 grados complican la recuperación tras ‘Filomena’
Las temperaturas extremadamente bajas y las grandes nevadas de la borrasca Filomena convertidas en hielo complican el regreso a la normalidad en buena parte del país, donde ayer se reactivaron gradualmente las principales vías de comunicación, mientras miles de estudiantes siguen sin clase y se intenta evitar la saturación de los servicios sanitarios. “La alerta no ha terminado”, insistió el titular del Interior, Fernando GrandeMarlaska, quien hizo de nuevo un llamamiento a la precaución y la prudencia para evitar cualquier desplazamiento que no sea “estrictamente imprescindible”, sea a pie o en vehículo. Hasta el momento, son cinco las víctimas mortales consecuencia directa de Filomena (dos en Málaga, dos en Barcelona y una en Zarzalejo, en Madrid), pero los accidentes y lesiones se cuentan por miles, y la Guardia Civil realizó varios rescates de personas aisladas o perdidas en distintas comunidades.
Los urgencias hospitalarias de Madrid han atendido desde el lunes a más de 2.000 pacientes con traumatismos y fracturas relacionadas con el hielo. No lejos, en el Complejo Hospitalario de Toledo fueron atendidos el lunes 152 pacientespor distintos traumatismos, 35 de ellos con fracturas quirúrgicas, mientras que desde los sindicatos se alerta de que el personal se encuentra exhausto y desbordado.
En otra de las provincias más afectadas por el temporal, Teruel, el Ayuntamiento de Alcañiz pidió no transitar por las calles para evitar que los accidentes en el hielo, sumados al significativo incremento de positivos de Covid-19, colapsen los centros sanitarios. La Consejería de Educación de Castilla-La Mancha decidió que las clases presenciales permanezcan suspendidas hasta el lunes en toda la provincia de Toledo, excepto la zona de Talavera de la Reina y en la mayor parte de Guadalajara.
Según su análisis, el impacto de Filomena ha sido muy diferente en las distintas zonas de la comunidad y el 70% de los centros está “en condiciones” de abrir.
En la Comunidad de Madrid, se detectaron 167 incidencias y desperfectos en centros educativos, aunque las autoridades educativas asumen que, “con toda probabilidad”, la cifra aumentará según sigan las inspecciones. Son en su mayoría daños por la acumulación de hielo y nieve en los tejados, riesgo de derrumbe en algunas infraestructuras, problemas en los sistemas de calefacciones, caídas de árboles y ramas y desprendimiento de canalones y pérgolas.
Las clases siguieron suspendidas en Aragón, donde se reanudarán hoy, y en una veintena de municipios de la Comunidad Valenciana y en 18 centros catalanes, la mayoría situados en la comarca del Priorato (Cataluña).
Más de 500 carreteras seguían afectadas por la nieve y el hielo, sobre todo en la red secundaria, con un centenar de vías cerradas y más de cien en las que era obligatorio el uso de cadenas.
La ola de frío ha dejado mínimas históricas, que llegaron en algunos puntos del interior de la Península hasta los 25 grados bajo cero. La madrugada de ayer fue una de las más gélidas de la que se tienen registros, en especial en algunas zonas del interior como el llamado triángulo del frío, entre las provincias de Teruel y Guadalajara.
La localidad turolense de Bello marcó la temperatura más fría de España, con –25,4 grados, mientras que en Molina de Aragón (Guadalajara) se vivió la noche más fría desde 1963, según datos de la Aemet, con mínimas de –25,2. Otros lugares con temperaturas excepcionalmente bajas han sido las turolenses de Santa Eulalia del Campo (–23), Calamocha (–21,3) y Teruel capital (–21), la zaragozana de Daroca (–18,5) y la guadalajareña de Alhama de Aragón (–18).