Francia endurece el toque de queda y la entrada desde fuera de la UE
● El Gobierno quiere frenar el riesgo de repunte de contagios ante la expansión de variantes más contagiosas ● No descarta un tercer confinamiento si se produce una “degradación fuerte”
Con una situación epidémica “bajo control” pero aún “frágil”, Francia quiere frenar el riesgo de un repunte de contagios de Covid-19 ante la expansión de variantes más contagiosas y el empeoramiento en otros países, que combatirá con un toque de queda desde las 18:00 y restricciones en la frontera.
Todos los lugares que acogen público deberán cerrar a partir de las 18:00, hora local, de mañana y durante un mínimo de dos semanas en todo el país, y los ciudadanos sólo podrán salir por motivos de fuerza mayor, frente al toque de queda fijado a las 20:00 que prevalecía ya desde mediados de diciembre.
El primer ministro, Jean Castex, que presentó las nuevas medidas en una rueda de prensa junto a los principales ministros implicados en la crisis sanitaria, se felicitó de que las fiestas navideñas no hayan supuesto un repunte epidémico gracias al “comportamiento ejemplar” de los ciudadanos.
La preocupación del Ejecutivo se centra más bien en la expansión de la variante británica, de la que se están detectando unos 200 o 300 contagios diarios en Francia, y la sudafricana, con menor impacto de momento.
Aunque no se ha probado que den lugar a formas más graves, su mayor contagiosidad y la fuerza que han tomado en dichos países llevan a Francia a aumentar las precauciones.
Por ello, los ciudadanos procedentes de países externos a la UE deberán presentar un test negativo antes de viajar a Francia, comprometerse a su llegada a aislarse durante siete días y hacerse una nueva prueba tras ese autoconfinamiento.
“Nuestro objetivo es reducir el f lujo transfronterizo para evitar las variantes”, dijo Castex, que se mostró satisfecho con las estrategias preventivas aplicadas.
El Gobierno no impondrá de momento un tercer confinamiento, pero no lo descarta si se produce una “degradación fuerte”.
Con una media de 16.000 contagios diarios en los últimos días, frente a los 50.000 que había a finales de octubre cuando se puso en marcha el segundo confinamiento, y unos 24.000 pacientes ingresados en hospitales por la enfermedad, una cifra estable respecto a la semana pasada, el Ejecutivo considera que la situación está siendo controlada.
El país, que ha registrado unos 2,8 millones de casos y 69.000 fallecimientos por Covid-19, mantendrá abiertos los colegios de momento pese a los mayores niveles de contagio observados en la variante británica, aunque ha vuelto a suspender las actividades extraescolares y deportivas en interior.
“Estamos orgullosos de ser el país que ha mantenido los colegios abiertos durante más tiempo en 2020”, dijo el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, que indicó que algunos establecimientos podrán aprobar una enseñanza híbrida, con parte presencial y parte digital.
Blanquer reconoció que los comedores son un punto débil en la cadena de contagio por lo que podrían ser cerrados en ciertas circunstancias, y pidió que el horario de comidas sea reducido y se limiten los contactos en cantinas.
El primer ministro dijo que el Ejecutivo pone “todo su empeño” en la campaña de vacunación, “una razón real de esperanza” para salir de la crisis, y confirmó su voluntad de que a finales de enero más de un millón de personas hayan sido vacunadas. El miércoles, 247.167 personas habían recibido ya la primera dosis de la vacuna.
La campaña se ampliará a partir del lunes a 6,4 millones de ciudadanos en el país: todos los mayores de 75 años (no sólo residentes en geriátricos, como ocurre hasta ahora) y personas de cualquier edad con enfermedades graves.
Los planes de ayuda económica a las empresas de restauración y deportivas, las más afectadas por la crisis y cerradas desde octubre, seguirán beneficiándose de las ayudas estatales, cuando se confirma que muy probablemente no podrán reabrir hasta al menos mediados de febrero.
“Me comprometo a mantener los dispositivos de ayuda el tiempo que sea necesario. No vamos a añadir incertidumbre económica a la sanitaria”, dijo Castex.
El ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, precisó que habrá una mayor cobertura en las indemnizaciones, más flexibilidad en la devolución de préstamos públicos y la posibilidad de que las empresas excluyan de sus resultados las ventas de productos para llevar para que no se tengan en cuenta en los cálculos de las ayudas.