UN ESCENARIO NUEVO
ESTE pasado domingo comenzaba el equinoccio de la Primavera, donde el día y la noche se equilibran. Más luz, más olor a azahar, donde se anunciaba la Semana Mayor en un escenario distinto, nuevo, por primera vez en la historia. Atrás quedaron los pregones pronunciados en un edificio emblemático para la ciudad, el Gran Teatro, obra neoclásica, inaugurado en el año 1923 como Real Teatro, que por su remodelación, se ha visto reemplazado por un marco nuevo, la Casa Colón, edificio histórico de la ciudad, construido entre los años 1881-83, mezcla de elementos británicos, modernistas y coloniales. Asistimos a un pregón, pronunciado por D. Eduardo Sugrañes Gómez, que, emocionado, nos hizo soñar con una Semana Santa en la calle que pronto volverá; donde pudimos disfrutar de la Banda Sinfónica Municipal de Huelva, que también se hizo visible en este nuevo marco y de una primera saeta añorada que partía el alma. Fue el Domingo del Pregón, con una escenografía singular, con nuestra Patrona de la Cinta que todo lo llenaba. Fue el anuncio de la semana más importante para el cofrade, el domingo de la vida nueva. Sensaciones distintas nos invadirán, difíciles, otra forma de ver y sentir, de no quedarnos dormidos. Esta próxima semana, haremos una meditación silenciosa, sin hábitos, ni palios cincelados en plata, sin ese devenir por las calles de la ciudad. Este año no será precisamente el del hermano que aparece el día de la estación de penitencia, que traía de cabeza al diputado mayor de gobierno, porque exigía su puesto ese día, con la excusa de que está allí desde que se fundó la cofradía, ni el de las múltiples antepresidencias de favores y compromisos, ni de las chaquetas alrededor de los pasos, dando órdenes a diestro y siniestro, ni de los ensayos de costaleros desde septiembre. Soy de las que piensan que hay que vivir cada segundo, y este año la Cuaresma está siendo plena, para disfrutar de cada momento que acontece. “No basta ser fiel un día, sino serlo para siempre”. Este año asistiremos a un nuevo escenario. Las calles están ya engalanadas de carteles con nuestros titulares, hagamos también protestación pública de fe poniéndolos en nuestros balcones. Será diferente, y habrá que agradecer a todos los medios de comunicación que lleven a nuestras casas imágenes de las parroquias y capillas que serán inéditas, en un contexto diferente. Sin pasos en la calle, pero comprometidos con nuestra fe cristiana, volveremos a la vuelta a la vida, a la esperanza que tanto anhelamos entre tanta adversidad, capaces de reforzar nuestros sentimientos.
Y mañana será Viernes Dolores, también con nuevo escenario, preludio de la Semana Santa, antesala de días intensos, para recordar los Siete Dolores de la Virgen María, distinto en estos tiempos tan complicados, que rompen el alma. Será necesario una nueva experiencia, un nuevo sentir, con emociones diversas, y comprender ante nuestras imágenes esa entrega de Amor, vivir con plenitud la Semana Santa, con la esperanza de que no todo termina, participar en los oficios del Jueves y Viernes Santo para poder llegar a la Vigilia Pascual sintiéndonos cofrades de verdad. No nos quedemos con una sensación de vacío, soñemos con esa inquietud infantil, que espera un año más, sintamos el olor y la luz de nuestra tierra.
Soñemos con la próxima Semana Santa.