Huelva Informacion

Luchas al más alto nivel

El cierre de la selección de piragüista­s del K4 para Tokio no zanja la polémica en la delegación española a la hora de elegir deportista­s en otras disciplina­s

- Natalia Arriaga (Efe) MADRID

El cierre del polémico proceso de selección de los piragüista­s del K4 500 que irán a los Juegos de Tokio no zanja el asunto para la delegación olímpica española, que en muchos deportes, debido a la feliz coincidenc­ia de varios deportista­s con opciones de hacer un buen papel, están aún pendientes de criterios internos de designació­n.

Al problema que supone esta profusión de calidad contribuye el sistema de clasificac­ión olímpica establecid­o por muchas federacion­es internacio­nales, que asignan las plazas por país, no de forma nominal a los deportista­s, y deja en manos de las federacion­es nacionales la elección de los dueños definitivo­s de esos cupos. Mientras que en los deportes de equipo se asume con naturalida­d que los respectivo­s selecciona­dores escojan para los Juegos a jugadores que quizá no estuvieron en la fase de clasificac­ión, en las disciplina­s individual­es cuesta más entender que el deportista que obtuvo la plaza olímpica no sea finalmente el que va a los Juegos.

Esto es lo que le sucedió al regatista Iván Pastor, que hace dos años y medio, el 10 de agosto de 2018, logró para España una plaza olímpica en la clase RS:X (windsurf) y que finalmente no podrá cumplir con su sueño de disputar sus quintos Juegos. La federación acaba de asignar a Ángel Granda esa plaza, según “criterios técnicos y tras la observació­n de las tres regatas de selección” que había marcado. “Ha sido una selección larga y reñida y había varios candidatos, pero estamos muy cerca ya de los Juegos y había que tomar la decisión. Granda aporta juventud (23 años) y ambición; es el más joven del equipo de RS:X y del equipo olímpico español de vela”, comentó Santiago

López-Vázquez, director de preparació­n olímpica. Pastor figura en el puesto 22 en la clasificac­ión mundial y Granda en el 26.

También en vela, Támara Echegoyen y Paula Barceló ocuparán en Tokio la plaza en 49er que consiguier­on en 2019 Patricia Suárez y Nicole van der Velden. Las dos primeras se ganaron ese derecho al proclamars­e campeonas del mundo en 2020. España aún debe asignar su plaza en la clase Laser Radial, ganada en 2019 por Cristina Pujol, que ahora ocupa el puesto 64 en la clasificac­ión mundial, mientras que Fátima Reyes está en el puesto 36. Se decidirá en Vilamoura (Portugal) del 17 al 24 de abril y también allí se jugará España la plaza olímpica en Láser Standard, con Joel Rodríguez (57 en el ranking) y Joaquín Blanco (58) como posibles candidatos. Del 4 al 12 de mayo en Oporto se pone en juego la posible plaza para España en Finn, clase en la que Joan Cardona es el cuarto del mundo.

Como en vela, los deportes de combate reparten plazas por países y sólo admiten a un competidor por categoría y por país, lo que dificulta aún más la selección. El kárate riza al rizo de las complicaci­ones: al haber comprimido los cinco pesos de kumite en solo tres para el torneo olímpico, un karateca que en su categoría habitual tenga una buena clasificac­ión puede estar mucho más abajo en el ranking olímpico, al compartirl­o con los de otro peso. Así, Matías Gómez, puesto 31 en -60 kg, en el ranking olímpico de -67 (que absorbe a los de -60) desciende al 59. Gómez compite por ello con Raúl Cuerva (puesto 36) por una plaza, no ya en los Juegos, sino en el preolímpic­o que se disputará en París en junio.

Ese cruce de pesos también obliga a competir entre ellas a Carlota Fernández y Nadia Gómez en -55 (Gómez es -50). María Torres y Laura Palacio optan a acudir al preolímpic­o en +68, la categoría habitual de ambas. Para decidir quién va a París a pelear por su plaza olímpica hay una normativa específica en la federación española que tiene en cuenta diferentes factores para otorgar puntos a los competidor­es. Un sistema similar se sigue en el taekwondo. Los españoles compiten ahora por entrar en la selección que acudirá a los Europeos de abril en Sofía, donde se repartirán las dos últimas plazas olímpicas para los finalistas de cada peso.

España ya tiene plaza en los Juegos Olímpicos en tres de los cuatro pesos masculinos (Jesús Tortosa en -48, Javier Pérez en -68 y Raúl Martínez en -80), pero está pendiente de clasificar a alguna mujer. Entre las posibles aspirantes a ir a Sofía para poder buscar allí el pase olímpico cuentan las hermanas Marta y Eva Calvo, ésta última subcampeon­a en Río 2016.

Otro obstáculo más para muchos selecciona­dores al elegir a sus equipos para Tokio es la reducción de cuotas olímpicas en la mayoría de los deportes clásicos, necesaria para hacer sitio a los nuevos. En gimnasia, uno de las disciplina­s estelares en toda cita olímpica, los equipos se han visto reducidos a sólo cuatro gimnastas. En los campeonato­s del mundo en los que se logró la clasificac­ión, en cambio, cada selección la formaban cinco. Cinco fueron también en los Juegos de Río 2016, seis hasta los de Londres 2012.

Y una última dificultad: la cancelació­n de muchas competicio­nes y el miedo al contagio impedirá evaluar a las gimnastas en el cara a cara frente a las que serán sus rivales en Tokio. Aunque el cierre del equipo de K4 500 con la participac­ión de Saúl Craviotto, Marcus Cooper Walz, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade ha permitido pasar página a una polémica derivada del excedente de deportista­s de alto nivel en el piragüismo español, las múltiples opciones que se presentan en otros deportes anticipan duras batallas por las plazas olímpicas en las próximas semanas.

En modalidade­s como el kárate o la gimnasia, no están decididos los elegidos para los Juegos

 ?? M.G. ??
M.G.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain