“La Semana Santa es un evangelio hecho carne”
–¿Cómo valora la realidad que son las cofradías?
–Veo una fe incrustada en la vida de un pueblo, de una cultura, de una sociedad. Las palabras que pude decir al final del pregón tras oír en tu intervención llamar la atención en ese trenzado de advocaciones del Señor y la Santísima Virgen en calles, plazas, lugares, de personas, de familia, vienen a decir que todo eso supone un evangelio hecho carne. Hay que dar gracias a Dios por esta realidad, debemos responsablemente cuidarla y trasmitirla para que no se desnaturalice y que siga siendo la fe encarnada en nuestro pueblo.
–Este es un año sin celebraciones externas, ¿cómo afecta?
–Son manifestaciones de fe en la que también se alimenta de las personas, de la comunidad cristiana, por tanto es una carencia que vamos a tener, pero también es una oportunidad, para vivir una Semana Santa más en la Iglesia doméstica. En una casa donde se pone un ramo de olivo en el balcón o una palma, se le explica a los niños y están dando una catequesis. A veces los propios cofrades coincide sus estaciones de penitencia con el triduo pascual y no pueden asistir, este año tenemos esa posible.
–Los templos también estuvieron cerrados.
–La Iglesia lo afrontó con creatividad, ha potenciado algo que estaba tímidamente presente en la vida de la Iglesia como las redes sociales. Nos ha hecho descubrir lo importante que es la presencia del otro, lo necesitamos no de manera virtual sino personal y comunitaria.
–¿Se podrán celebra otros actos en la calle como el vía crucis del Consejo?
–Lo hicimos así por lo que antes hablamos, no tenemos una catedral o un templo con dimensiones que permitiesen hacerlo dentro, se hizo en un espacio en la calle acotado con todas las medidas de seguridad. En el fondo fue convertir en templo un trozo de la calle. Quisiera que todos fuéramos muy prudentes a la hora de pensar en otros actos parecidos y en todo caso siempre guardando las medidas sanitarias que las autoridades.
–Un mensaje para estos días. –Invito a vivir una Semana Santa más interiorizada, más en el ámbito familiar y en la comunidad parroquial, donde podamos vivir la liturgia tan rica de estos días.