Medio Ambiente recoge a una tortuga mordedora viva

● El animal, considerado una especie exótica y peligrosa para el ser humano, ha sido localizado en los alrededores del Portil

Agentes de Medio Ambiente (AMA) de la Junta de Andalucía en Huelva han encontrado un ejemplar vivo de tortuga mordedora (Chelydra serpentina), de aproximadamente medio metro de longitud, en un paraje natural próximo a la localidad de El Portil, del municipio onubense de Punta Umbría. Esta especie exótica, originaria del continente americano, es peligrosa para el ser humano y su liberación supone una amenaza para la biodiversidad.

Según han informado a Europa Press desde la Delegación de Desarrollo Sostenible en Huelva, los técnicos de la misma contemplan las posibilidades de que la tortuga podría haber sido liberada de manera intencionada o bien tratarse de un escape.

En cualquier caso, y al tratarse de una especie exótica y peligrosa, los Agentes la trasladaron temporalmente al Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA-CEGMA) ‘Marismas del Odiel’ en busca de algún dispositivo de identificación que ayudara a identificar al propietario. Al no encontrarse microchip, la propia Delegación Territorial gestiona su cesión a un parque zoológico con el fin de realizar actividades de concienciación y educación ambiental.

Esta especie es originaria del continente americano y es ampliamente conocida por sus potentes mandíbulas, que utiliza para cazar al acecho a otros animales como peces, aves, anfibios, mamíferos y otros reptiles. Habita en todo tipo de lagos y ríos prefiere masas de agua con pocas corriente ya que le gustan los fondos lodosos con tronques hundidos y vegetación donde se camuf laran para poder cazar.

Se considera un animal potencialmente peligroso conforme al Decreto 42/2008, por el que se regula la tenencia de animales potencialmente peligrosos en Andalucía, debido a su “capacidad de poner en peligro la integridad física de las personas”. Este Decreto prohíbe la tenencia de todas las especies de reptiles venenosos, incluyendo los cocodrilos y los caimanes, y todas aquellas especies que en estado adulto alcancen o superen los dos kilogramos de peso, como es el caso del ejemplar encontrado.

Además del peligro que supone su mordedura, su liberación en la naturaleza supone un impacto negativo sobre la fauna nativa.

Su liberación en la naturaleza supone un impacto negativo sobre la fauna nativa