Génova vence en Sevilla
● Virginia Pérez arrasa de nuevo y es reelegida presidenta del PP con el 93% de los votos ● Ni el presidente Moreno ni su candidato, Juan Ávila, ni Javier Arenas asistieron al congreso
La dirección nacional del PP ganó el congreso de Sevilla al quedar sin opciones al candidato impulsado por la Junta, Juan Ávila, que no aceptó la oferta de integración que Virginia Pérez, reelegida presidenta, mantuvo abierta –e incluso mejorada– hasta entrada la noche del sábado. Los afines a Ávila prefirieron ausentarse del congreso y anunciar acciones judiciales, pese a que reconocen que estuvieron negociando un acuerdo. Pérez ofreció una vicepresidencia ejecutiva de relaciones con la Junta, cinco vicesecretarías y veinte miembros en la ejecutiva, lo que suponía una proporción de un 70% para la presidenta y un 30% para Ávila de acuerdo con el resultado de la primera vuelta. El equipo de Ávila pidió de pronto una relación de 65% para una y 35% para el otro, cosa que fue aceptada por Virginia Pérez, pero ni aun así se pudo firmar el acuerdo.
Se celebró el congreso con normalidad, pero con Ávila y sus afines ausentes. Virginia Pérez obtuvo el 93% de los votos, confió de nuevo en Juan de la Rosa para la secretaría general y presentó una lista de 22 vocales natos entre los que destacan cinco de los 11 alcaldes del PP.
El secretario general del PP, Teodoro García Egea, clausuró la sesión en una clara muestra de apoyo a la reelegida presidenta provincial. Acudió acompañado por Pablo Montesinos, diputado número uno por Málaga y vicesecretario general de Comunicación. García Egea agradeció el trabajo “impecable” de la presidente del Comité Organización del Congreso, María Eugenia Moreno, que ha soportado denuncias y dimisiones durante el proceso previo a la primera vuelta de las votaciones.
La ausencia más sonada fue la del presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, así como la de un histórico del partido como Javier Arenas, del que ni los más veteranos recuerdan un congreso del PP sevillano sin su presencia. Tampoco acudió el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, que no tiene precisamente una buena relación con Génova. Sólo acudió por la estructura regional Loles López, secretaria general del PP andaluz. Y hay que hacer constar la presencia del delegado del Gobierno de la Junta en Sevilla, Ricardo Sánchez, muy apreciado por el PP nacional.
García Egea se refirió a la pelea interna que ha tensionado el PP sevillano en la primera vuelta: “Es obligatorio que existan los debates, como las críticas al secretario general”, dijo con humor. “Después tenemos que ser capaces de unir y de trabajar todos, sin personalismos. Llegar juntos, trabajar juntos. Que éste sea el lema del PP de Sevilla, querida Virginia, te hago ese ruego”. Y abundó: “Los gobiernos son muy importantes, pero si no hay partido... Podemos terminar por perder el Gobierno. Te felicito, Virginia, y te pido trabajo, unidad y constancia. José Ballesta, alcalde eterno de Murcia, un buen amigo y referente para mí, me dijo que los cargos hay que merecerlos después de que te los den. Y así es. Por eso, Virginia, estoy seguro de que a partir de este momento te vas a poner a convencer a ese 7% que todavía se resiste para llegar al 100% del PP de Sevilla”.
El secretario general leyó públicamente las respuestas de Virginia Pérez a una entrevista concedida a Diario de Sevilla. A García Egea le gustó la definición que la presidenta hizo de sí misma como persona “no manejable, con criterio, sin padrinos y con Juanma Moreno y Pablo Casado como referencias”.
“Quiero un PP sevillano que sea de Sevilla antes que del PP. Eso es lo que quiero que hagáis todos los que estáis aquí”, proclamó García Egea. Recordó sus tiempos como quinto suplente en las listas electorales para ser después el cabeza de lista. “¡Cuando Pablo Casado entre en la Moncloa, vosotros entraréis con él!”. “Debemos trabajar sin descanso en la renovación por la base”. Tildó de “acto de dignidad” el que dirigentes de Cs se hayan mudado al PP: “No es transfuguismo”. “Si la derecha se organiza para resistir y no para ganar, perderá y no resistirá. Por eso hace tiempo creamos el España Suma, como en Navarra. Sánchez hoy no sería presidente si todos los que creemos en la España unida y de impuestos bajos hubiéramos votado juntos”. Y aludió directamente a las mociones de censura: “El PSOE coordinó ataques intensos contra gobiernos clave como Madrid y Murcia. Y amenazó en Castilla-León”. “Os pido que la derrota de Sánchez en las mociones sea la primera vuelta de la derrota también de Sánchez el próximo 4 de mayo en Madrid”.
“Os pido a todos que el PP sea el punto de unión entre todos. Es un honor, Virginia, que me hayas invitado a clausurar este congreso. Construid el PP sobre la base. Sé que vas a hablar con todos, sé que ya solo hay una lista, una presidenta, un equipo. Todos tienen que estar en tu equipo, Virginia. Hoy es el momento de abrir la sede a todos”.
García Egea resaltó la importancia de Sevilla de cara a las generales: “Sin un partido fuerte en la provincia de Sevilla no vamos a alcanzar la Moncloa”.
La secretaria general del PP andaluz, Dolores López, dio la enhorabuena a Virginia Pérez por su reelección al frente del PP sevillano, primera personalidad de la estructura regional que lo ha hecho desde la celebración hace una semana de las primarias en las que Pérez venció con casi el 70% de los votos. López recordó la importancia de Andalucía –“Somos la comunidad autónoma con más españoles”– y destacó la gestión del Gobierno andaluz en Sevilla, “frente a quienes dicen que no se invierte en Sevilla”. Enumeró el hospital militar, el desbloqueo de las Atarazanas y de la Ciudad de la Justicia y el Chare de Mairena del Alcor. También agradeció a Juan Ávila, candidato derrotado en la primera vuelta, que hubiera aportado su experiencia al proceso.
La reelegida, Virginia Pérez lanzó un mensaje a Ávila en su discurso de clausura: “Gracias a mi amigo Juan Ávila. Este partido nunca se ha construido sobre la derrota de nadie. Nada que merezca la pena se puede construir contando derrotados. Sé muy bien distinguir a un compañero de un adversario. Dentro del PP no tengo rivales, sino compañeros y amigos”.
El congreso estuvo presidido por Juan Ignacio Zoido, eurodiputado y ex alcalde de Sevilla.
Teodoro García Egea
Secretario general del PP
Sin un partido fuerte en la provincia de Sevilla no vamos a alcanzar la Moncloa”
EL presidente de la Junta, Juanma Moreno, o su perspicaz consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, deberían dar una explicación a lo que está ocurriendo con los antagónicos planteamientos jurídicos de la Administración andaluza y la acusación popular que ejerce el PP-A en la instrucción de las diversas macrocausas donde ambos ejercen la acusación. En el caso de los ERE, el gabinete jurídico de la Junta ha mantenido unos criterios homogéneos desde las anteriores etapas de los gobiernos socialistas y que se ha mantenido con la llegada del Gobierno del cambio. Y frente a ese criterio, la acusación popular que ejerce el PP-A, partido que sustenta al Gobierno, ha mostrado un criterio radicalmente diferente que se puso de manifiesto ya desde el año 2016, cuando el gabinete jurídico de la Junta pidió el archivo de la denominada pieza política de los ERE, en la que fueron finalmente condenados los ex presidentes Chaves y Griñán, además de 19 ex altos cargos.
La Junta sostuvo entonces que ni hubo una “trama criminal” ni se creó un procedimiento específico para eludir los controles de la Intervención y conceder de forma arbitraria las ayudas de los ERE. La acusación del PP no sólo pidió cárcel para Griñán y otros ex altos cargos, sino que incluso les imputaba a todos ellos un delito de asociación ilícita, que fue rechazado por el tribunal. Nada más producirse la petición de archivo por parte de la Junta, el entonces portavoz popular, Elías Bendodo, criticó a la que era presidenta de la Junta, Susana Díaz, de la que dijo que con esta decisión “había devuelto el favor” a Chaves y Griñán.
Cinco años después, con el PP ya en el Gobierno andaluz gracias al apoyo de Cs y Vox, la Junta sigue manteniendo su criterio en la macrocausa de los ERE, donde en varias de las piezas está confirmando su criterio de solicitar el archivo de aquellas piezas de la macrocausa en las que no se han detectado la presencia de los denominados “intrusos”, personas que fueron incluidas en las pólizas de prejubilaciones a pesar de que nunca habían trabajado para estas empresas.
La última ocasión en la que la Administración andaluza ha plasmado este criterio ha sido en la pieza en la que se han investigado las ayudas que por importe de 35 millones fueron concedidas a la empresa tabaquera Altadis. El gabinete jurídico, que depende directamente de la Consejería de Presidencia, de Elías Bendodo, también ha pedido el archivo de otras piezas en las que no ha aparecido ningún intruso, como las concedidas a la empresa Peninsular del Latón, Hytasal, Azucareras Reunidas de Jaén, Autologística de Andalucía, Aeronáutica del Sur o Fabricantes de Encimeras para Europa.
En cambio, la acusación del PP, siguiendo las tesis de la Fiscalía Anticorrupción, ha presentado cargos contra los diferentes investigados en estas piezas y ha pedido penas de hasta seis años de prisión y otros tantos de inhabilitación por delitos de malversación de caudales públicos y prevaricación.
Las discrepancias jurídicas entre la acusación particular de la Junta, que, no olvidemos, es la parte perjudicada por el supuesto menoscabo de los fondos públicos, y los populares también se han producido en la macrocausa de Invercaria, donde se investigan los avales y préstamos concedidos por esta sociedad pública andaluza de capital riesgo. El fiscal delegado de Anticorrupción Fernando Soto Patiño calificó esta semana de “esquizofrénica” la situación jurídica entre la Junta y el PP. Y lo hizo en el transcurso de una vista en la que se debatía la aplicación de la denominada doctrina Botín –que establece que cuando el Ministerio Fiscal y la acusación particular solicitan el archivo, la acción penal debe limitarse– en la pieza por las ayudas de 1.498.000 euros a Kandor Graphics, donde se ha quedado acusando únicamente el PP, dado que las acusaciones de Invercaria y la agencia IDEA, que representan los intereses de la Junta, solicitan el archivo.
El fiscal Fernando Soto, que ha presentado cargos en más de 30 piezas de Invercaria, criticó este desequilibrio j urídico entre las posturas de la acusación particular que ejerce la Administración Pública, que defiende el archivo, y la acusación popular del PP.
El fiscal recordó que la doctrina Botín es además “constatable de manera más intensa cuando esta acción la ejerce un partido político”, y en este sentido añadió que “no es que tenga restringida en nuestra ley tal actividad, sino que, como recientemente ha constatado el Tribunal Supremo, existe un riesgo palpable de que la confrontación política se lleve al foro, lo que es desde todo punto de vista indeseable”.
La realidad es que esta crítica debería llevar a una reflexión sobre la intervención de lo partidos en los procesos judiciales, teniendo en cuenta que el anteproyecto de ley de Enjuiciamiento Criminal aprobado por el Gobierno contempla la prohibición de que las personas jurídicas públicas, los partidos y los sindicatos ejerzan la acción popular.
Al igual que el fiscal ha criticado la “esquizofrenia” que se ha producido en esta pieza, con anterioridad, en el primer juicio de Invercaria por las ayudas a Aceitunas Tatis, Fernando Soto realizó un duro informe final en el que criticó la falta de colaboración con la Justicia de la empresa pública, llegando a afirmar que Invercaria tuvo una actuación “más próxima al encubrimiento del posible delincuente y de obstrucción a la Justicia” de lo que se espera en quien ha sido víctima del delito. La sociedad “nunca colaboró con las actuaciones”, concluyó el fiscal.
“El Supremo constata que existe un riesgo de que la confrontación política se lleve al foro”