Huelva busca el liderazgo nacional en la estrategia del hidrógeno verde
● La capital forma parte del trazado de los hidroductos que enlazarán las principales ciudades con toda Europa
A pesar de que son incoloros, la diferencia entre el hidrógeno gris y el verde es más que notable, especialmente desde un punto de vista medioambiental. El primero de ellos se produce a partir de la reformación de metano por vapor a partir de gas natural. Este es el sistema de producción más utilizado actualmente y también genera emisiones de CO2, los principales causantes del efecto invernadero. El verde se genera mediante un proceso de electrólisis del agua a partir de electricidad procedente de fuentes renovables, un proceso que no emite CO2 y que transforma el agua en moléculas de gases de hidrógeno y oxígeno. Es aquí cuando Huelva entra a formar parte de la ecuación.
Y es que desde la Unión Europea se fomenta los proyectos ligados a la producción de hidrógeno verde como una de las alternativas más razonables al proceso de descarbonización de toda la actividad económica que se ha acelerado con la pandemia. Aunque para el gran mercado que pueda suponer la automoción parece lejana su aplicación (faltan estaciones de servicio y la tecnología no ha resuelto los problemas de almacenaje en los vehículos porque requieren depósitos de alta presión) en favor de la electricidad, en una provincia consumidora de grandes cantidades de ésta para las actividades industriales, el hidrógeno verde sí emerge como una alternativa razonable.
Tanto es así que el pasado mes de octubre, se elaboró la denominada Hoja de ruta del hidrógeno: una apuesta por el hidrógeno renovable, que se erige como una de las estrategias para que España pueda llegar a alcanzar el objetivo de llegar al año 2050 con un sistema energético procedente por completo de métodos renovables. El objetivo marcado por el Ejecutivo central es llegar a los 4 gigavatios de potencia para el 2030, lo que alcanzaría la meta del 10% del objetivo total marcado por la Unión Europea.
El European Hydrogen Backbone, agrupó los denominados hidroductos previstos en España en el horizonte de 2040 y en ellos, Huelva juega un papel esencial. Junto con Tarifa y Almería son las tres ciudades andaluzas que se encuadran en dichos trazados, en el caso de Huelva por la concentración industrial que forma el segundo polo de todo el país por detrás de Tarragona y que le haría atractivo suficiente para estar cerca de los consumidores finales. El hidroducto que comenzaría en Huelva, se enlazaría directamente con Puertollano en Ciudad Real, considerada ya como la capital nacional del hidrógeno verde y de ahí a Madrid, otro de los mercados atractivos en cuanto a consumo y hacia el norte con Bilbao, cuyo puerto de la mano de Petronor (Repsol) es tal vez la infraestructura más desarrollada en esta materia con un proyecto que dispone de un cronograma establecido para instalarse en terrenos portuarios. Los de Tarifa y Almería se conectarían con la red que discurriría hasta la localidad francesa de Burdeos para enlazarla con los hidroductos europeos.
No es extraño pues, que las principales compañías energéticas comiencen a tomar posiciones de cara al desarrollo de este nuevo sistema de abastecimiento energético. En Huelva, la primera que lo hizo fue Iberdrola que, aliada con Feriberia, incluyó a la planta que esta última tiene en la localidad de Palos de la Frontera, como parte de un proyecto de inversión cercano a los 1.800 millones de euros, que comenzaría con la instalación del mayor complejo de hidrógeno verde de Europa que tiene previsto estar operativo en menos de un año y que se ubicaría en la planta de Fertiberia en Puertollano. La intención de la compañía presidida por Ignacio Galán es conseguir el 20% de toda la producción nacional en un plan netamente andaluz. En el eje estaría la fabricación en la comunidad autónoma de los electrolizadores, indispensables para la producción de hidrógeno y que supondrían la reducción de la dependencia exterior que en la actualidad se padecen con otro tipo de tecnologías.
La reacción por parte del resto no se hizo esperar y Endesa presentó el pasado mes de febrero el que posiblemente sea el plan más ambicioso relacionado con esta tecnología de los presentados hasta la fecha. Así Huelva sería el destino de la instalación de un electrolizador de 100 megavatios de potencia. La inversión alcanzaría sólo en la provincia los 430 millones de euros que incluirían la construcción de parques de generación renovables asociados con una potencia de 430 megavatios. Sin salir de Andalucía, Endesa invertiría 187 millones en una instalación similar en Almería, aunque esta se quedaría en 20 megavatios.
Poco después le tocó el turno a Naturgy, que anunció la construcción de una hidrogenera en
Huelva para abastecer 75.000 kilos de hidrógeno al año, lo que equivaldría al consumo de 13 autobuses urbanos diarios, junto con un punto de recarga de sus depósitos. El proyecto, único en Andalucía, se encuentra en estos momentos en fase de estudio, aunque su puesta en funcionamiento ya ha sido decidida, por lo que se está a la espera de la decisión del lugar donde se instalaría.
Todos estos proyectos estarían enmarcados en la próxima decisión sobre los financiados mediante los conocidos como fondos Next Generation, puestos en marcha por la Unión Europea como mecanismo para salir de la crisis económica surgida por la pandemia de coronavirus y la búsqueda de energías alternativas, renovables y sin huella de carbono, son uno de los que estarían primados por los mismos.
La descarbonización es un hecho incontestable y los retos que la provincia de Huelva tiene planteados en la misma, son indudables. Las industrias son grandes consumidores de energía. Sirva como dato que Atlantic Copper, que presentó recientemente los datos de su balance, destina a ésta casi lo mismo que a pagar el sueldo de más de 600 empleados en su planta de Huelva. La obtención de esta energía como se hacía hasta ahora tiene fecha de caducidad. Las plantas se enfrentaban ya a los límites impuestos por los protocolos de reducción de CO2 que les imponía unas emisiones cada vez más bajas; de no conseguirlo mediante fuertes inversiones, deben acudir al mercado a comprar las toneladas que gastan por encima del límite impuesto y los precios de las mismas se vuelven prohibitivos, hasta el punto de limitar la producción o, al menos, cuestionar seriamente su rentabilidad.
Ahora llega otro límite como es el de la consecución de esa energía por medio renovables. Es ahí donde entran todas las alternativas posibles, desde el hidrógeno, a la eólica o a los parques solares, que se han multiplicado en la provincia hasta llevarla al liderato nacional en este tipo de producción de energía solar y que la ha hecho atractiva para los fondos de inversión de todo el mundo por la rentabilidad a corto plazo que se espera de ella.
Según ha podido conocer Huelva Información, las grandes plantas del Polo Industrial de Huelva, se han dirigido a Alter Enersun que se encuentra en labores de construcción de su planta solar en la Punta del Sebo, para poder conectarse a las instalaciones una vez finalizadas y conseguir abastecerse de esa energía limpia.
La transformación ha llegado para quedarse y las oportunidades parecen consolidadas en espera de una decidida acción para no perderlas. De hecho, la Consejería de Transformación Económica de la Junta, la voz de su consejero, Rogelio Velasco, ha apuntado directamente a la provincia de Huelva como uno de los dos polos fundamentales en la región (junto con el de Dos Hermanas) en la fabricación de electrolizadores. La situación geoestratégica de Huelva, la proximidad con el continente africano y la existencia de una infraestructura gasística ya en pleno funcionamiento (el Puerto de Huelva es un hub de GNL en todo el país), juegan a favor de una provincia llamada a hacer valer su posición en un mercado que comienza también con la inicial de su nombre.