Relata su mal trago del Covid
El actor asegura que lo peor del coma inducido fueron las alucinaciones, con las que creyó que su hijo había fallecido
Jordi Sánchez, tan popular como Antonio Recio en La que se avecina (lo podemos ver a diario), se ha convertido en uno de los personajes más conocidos con los que se puede poner rostro al cruel azote del coronavirus. Su convalecencia en el hospital fue bien dura, ya que estuvo 24 días en coma inducido en la UCI, en el madrileño hospital Fundación Jiménez Díaz, y ha podido contarlo. Y precisamente en este fin de semana lo ha contado en un programa de Catalunya Ràdio. Sánchez ha regresado a su domicilio de Barcelona y se encuentra recuperándose de los estragos de la enfermedad. Había grabado una serie para Antena 3, Señor, dame paciencia, versión de la película, y con la nevada de Filomena se hizo las últimas fotos en las redes antes de ser ingresado.
Según ha relatado el ac
¿Qué destacaría de esta experiencia de poner tu voz al servicio de la narración de ‘The Sandman’?
–Ha sido todo un descubrimiento el mundo que ha creado Neil Gaiman. Supone un reto como actor porque todo lo concentras en la voz, tienes que dar toda una serie de matices interpretativos a través de la voz. Como lector ha sido un descubrimiento. Me ha fascinado la riqueza de los mundos que propone Neil Gaiman. Yo creo que hay algo en él que lo conecta con esos grandes constructores de mundos o mitologías complejas como son Lovecraft o Tolkien. Tiene esa capacidad de entrelazar multitud de referencias culturales y mitológicas.
¿Qué supone para un actor el hecho de quitarle la imagen y to
–Te quitan el 50% de tu herramienta de trabajo y eso te obliga a ser aún más consciente de la importancia de la voz, el caudal, la respiración, la dicción, de introducir mediante matices e inflexiones la gestualidad visual que no tenemos en la ficción sonora.
Para poner su voz en esta historia, ¿ha tenido que escuchar la versión original narrada por Neil Gaiman?
–Sí, la he escuchado, pero la longitud de las frases en inglés y castellano no es lo misma. En inglés se dice lo mismo con frases mucho más cortas. Tratar de imitar su cadencia no era práctico. Tomé de Neil Gaiman la pasión con la que narra la historia y luego lo hice mío. El papel del narrador en The Sandman es muy importante. Se entremezclan mundos muy distintos y el peso del hilo conductor recae en la voz del narrador. Hay una cosa muy curiosa que está sucediendo, tanto en la versión inglesa como en la española, muchos fans han creado una nueva experiencia que conna manera se ven obligados a cambiar, adaptarse o morir. Ese es el gran reto de Morfeo, es el gran arco del protagonista de la serie. La gran enseñanza que te deja esta ficción es que no hay nadie que pueda permitirte no cambiar en un momento determinado de tu vida.
¿Cómo ha resultado compartir el rodaje con Mina El Hammani? –Bien. Minna es un encanto, una chica muy joven y con mucho talento. Casi siempre hemos trabajado solos, nos hemos cruzado en muy pocos momentos, más aún en tiempos de pandemia.