Nostalgia de la Semana Mayor

Qué lejos estábamos de pensar que un maldito virus iba a ocasionar un daño tan irreparable, llevándose por delante un número elevado de fallecidos y agravando la situación del país con un alto nivel de paro en todas las ramas laborales, sobre todo en la hostelería, que se ha visto afectada por la mínima asistencia de público. Hoy la conversación de la calle se refiere a la Semana Santa de Huelva, una de las mejores de Andalucía por la belleza de sus imágenes y el valor artístico de sus pasos, bien llevados por el gran núcleo de costaleros que mueven a sus titulares al son de las notas musicales de las bandas foráneas y de Huelva, cada vez más entregadas a dar realce a su hermandad por esos recorridos llanos y por cuestas empinadas. Nuestra panorámica y paisajes hacen que cada vez sea mayor el número de visitantes que valoran su luz, su sierra y sus playas que invitan a disfrutar de esta provincia y de su Semana Mayor. Todo esto era lo deseado y esperado durante todo un año, pero el destino ha sido cruel una vez más, dejando a Huelva y a toda Andalucía sin sus procesiones, sin poder salir a la calle. Me vuelve la nostalgia de otros años en los que no había días en los que no se usaran los móviles para llamar a Ayamonte y preguntar cómo estaba su cielo. Qué recuerdos me vienen de mis hijos, en especial de mi hija Carmen, siempre mirando para arriba cuando llegaban estas fechas y escuchando la radio por si salían o no las cofradías. Cuántas añoranzas de vuestro recordado Coro San Francisco, en la iglesia de los PP Jesuitas, con aquellas misas de Domingo de Ramos y los Oficios. Qué pena ver esa iglesia ahora cerrada. En fin, todo ha cambiado, pero no podemos caer en la desesperanza. Por favor, ayudemos a poner fin al virus. Nos vemos en la Semana Santa del 2022. Juan Romero Márquez