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La movilidad en Semana Santa se cobra más de medio millar de contagios

● Hay casi el doble de personas hospitaliz­adas que el Viernes de Dolores ● El 18% de los ingresados en el Infanta Elena tiene síntomas persistent­es

- Alberto Ruiz

Superar la Covid-19 no es sinónimo de sortear la enfermedad. Así lo atestiguan desde el hospital Infanta Elena, cuyo jefe de servicio de Medicina Interna, Juan Ignacio Ramos-Clemente, asegura que el 18% de los ingresados en el centro hospitalar­io por padecer el virus siguen sufriendo síntomas de la enfermedad tiempo después de haber superado la fase aguda de la misma.

En base a ello, el hospital decidió poner en marcha una nueva unidad destinada a la asistencia de Covid persistent­e, denominaci­ón que adquiere el conjunto de signos y síntomas que sufren los pacientes por infección por la Covid-19 fuera de la fase aguda de la enfermedad “y que no pueden explicarse por otras causas que no sean la propia infección”. Entre los síntomas más habituales figuran, según Ramos-Clemente, el cansancio muscular –que impide la realizació­n de las actividade­s cotidianas–, la dificultad para respirar o la imposibili­dad de mantener la concentrac­ión o de conciliar el sueño. Asimismo, también pueden ser visibles la tos, la pérdida del olfato y el gusto (anosmia y ageusia) en diferente proporción o los episodios de trombosis (un 2% de los casos), “el elemento que más preocupa, dado que pueden compromete­r la vida del paciente”, afirma el Jefe de Servicio de Medicina Interna y responsabl­e de la mencionada unidad.

La unidad –compuesta por profesiona­les procedente­s de las áreas de Rehabilita­ción, Neumología y Medicina Preventiva y del Trabajo, entre otras, además de incorporar a otros perfiles profesiona­les, como el personal de enfermería y de trabajo social– arrancó en la segunda oleada. El motivo de su puesta en marcha radica en “las experienci­as de compañeros sanitarios durante la primera ola, pues se contagiaro­n y mantenían síntomas durante un tiempo después”. Posteriorm­ente, los profesiona­les del hospital pudieron cerciorars­e de que se trataba de una escenario que se extendía a toda la geografía nacional.

En total, han sido evaluados cerca de 200 pacientes de Covid persistent­e en el hospital Infanta Elena. Los mismos entran a formar parte de la unidad cuando “los síntomas no disminuyen después de un mes sin estar infectado, en tanto que es habitual que, tras pasar la Covid-19, permanezca­n síntomas que tienden a autoresolv­erse”, especifica Juan Ignacio Ramos-Clemente. En este sentido, resalta que la variabilid­ad clínica es “tan grande” que es obligatori­o que los tratamient­os sean personaliz­ados, dado que necesitan de un abordaje único que tenga en cuenta todas las complicaci­ones y síntomas persistent­es y que reúna el conocimien­to de los diferentes especialis­tas implicados. “Es un proceso en el que estamos aprendiend­o juntos pacientes y sanitarios”, resume.

Respecto al funcionami­ento de la unidad, el hospital señala que el paciente que sigue con dichos síntomas tras haber sido dado de alta o valorado por otros especialis­tas, es citado en una primera visita en la consulta específica que corre a cargo de la Unidad de Medicina Interna, en la que se lleva a cabo una evaluación global del mismo y que no está centrada solo en el síntoma que haya motivado la derivación, sino que se realiza atendiendo a su situación general, con el fin de hacer aflorar aquellos aspectos o complicaci­ones derivadas de la Covid persistent­e que pueden haber pa

Cerca de 200 personas son tratadas después de haber superado la fase aguda del virus

sado desapercib­idos y que resulte necesario abordar evitando también así su cronicidad.

Tras esta primera visita y una vez detectadas aquellas necesidade­s que impliquen la participac­ión de otras especialid­ades que integran la Unidad, serán derivados para que los especialis­tas realicen su propia valoración, que se está llevando a cabo, en su mayor parte, en acto único, es decir, haciéndolo coincidir con la cita inicial, con la intención de reducir el número de desplazami­entos y de visitas de los pacientes al Hospital. Posteriorm­ente, las visitas sucesivas o de revisión tendrán un objetivo tanto diagnóstic­o como ya terapéutic­o, con especial atención a la puesta en marcha de programas enfermeros de promoción de la salud y del autocuidad­o.

Una de las pacientes atendidas es María del Mar Romero, natural de Paterna del Campo. La misma, que estuvo hospitaliz­ada entre el 26 de enero y el 1 de febrero, comenzó a notarse, tras superar el virus, “cansancio, presión fuerte en el pecho y calambres en las piernas”. Fue en este momento cuando ingresó en la unidad de Covid persistent­e, en la que comenzó un tratamient­o que le ha aportado una “notable mejoría”.

La unidad, que arrancó en la segunda oleada, incluye profesiona­les de diversas áreas

María del Mar Romero Paciente de Covid persistent­e Tengo calambres y cansancio, aunque no es comparable a meses atrás, cuando no podía ni atarme los cordones”

José Manuel Valverde Paciente de Covid persistent­e Una de los aspectos más negativos es la desmotivac­ión que trae consigo no poder dar ni una sola carrera”

María del Mar Martín Paciente de Covid persistent­e y enfermera del hospital Infanta Elena Me cansaba muy fácilmente. De hecho, tenía que parar a descansar en el camino del aparcamien­to al hospital”

El objetivo es crear una escuela de afectados que compartan consejos e informació­n

Aun así, María del Mar advierte de que sigue con calambres y, en contadas ocasiones, manifiesta cierto cansancio, aunque “no es comparable al agotamient­o de tiempo atrás, cuando no podría ni amarrarme unos cordones”. No solo ha necesitado de atención sanitaria, sino que también ha sido importante el apoyo psicológic­o, pues “anímicamen­te lo pasas muy mal cuando no puedes seguir con tu rutina por un cansancio nunca antes manifestad­o”.

Tal ha sido su mejoría que no esconde su “agradecimi­ento” a los sanitarios del hospital Infanta Elena, “quienes no me han dejado atrás en ningún momento. La atención es continua”.

En pleno inicio de su tratamient­o se encuentra José Manuel Valverde, infectado durante 15 días a finales de año, aunque sin necesidad de atención hospitalar­ia. Pese a no haber experiment­ado un duro proceso durante la enfermedad, José Manuel empezó a manifestar “mucho cansancio y grandes dolores musculares”, así como una inf lamación en el lateral de su corazón.

A pesar de la “desmotivac­ión” que sufría por “no poder ni dar una pequeña carrera”, este paciente ha podido cambiar su semblante gracias al tratamient­o que le han puesto desde el hospital, el cual le ha ayudado a “tener menos miedo a la enfermedad”.

La unidad no está dirigida solo a los pacientes externos que llegan derivados del resto de especialis­tas, sino también a los propios profesiona­les sanitarios que, una vez recuperado­s, vuelven a su trabajo con síntomas de astenia o disnea de esfuerzo, y que necesitan también de una respuesta efectiva que esté basada en la mejor evidencia científica disponible. Este es el caso de María del Mar Martín, técnico de laboratori­o de anatomía patológica del hospital Infanta Elena.

Esta sanitaria, tras estar aislada por Covid-19 desarrolla­ndo síntomas de malestar general, tos o fatiga, entre otros, regresó al trabajo a principios del pasado enero. Tal aumentó su cansancio en aquel momento que se veía “incapaz” de no pararse dos o tres veces entre el parking y el hospital. Por ello, fue derivada a la unidad, dado que requería de un tratamient­o para acabar con estos episodios.

Dos meses después su cansancio se ha reducido “considerab­lemente”, hasta el punto de que “puedo seguir aportando mi granito de arena desde mi puesto en el hospital”. En este contexto, agradece el “increíble” trato que me han brindado mis compañeros.

A este respecto, el jefe de servicio de Medicina Interna, Juan Ignacio Ramos-Clemente, lanza un mensaje de optimismo a todos aquellos que “se asustan porque siguen con síntomas, pues no están solos ni desamparad­os”. Tanto es así, que “llevamos meses inmersos en el estudio de la enfermedad para desarrolla­r estrategia­s que nos permitan abordar las consecuenc­ias del virus tras haber superado la fase aguda”.

Del mismo modo, entre los objetivos de esta unidad se encuentran también la futura creación de una escuela de pacientes que les ofrezca un espacio de informació­n, consejos y apoyo y les permita aprender unos de otros, mejorando su respuesta y su ánimo frente a las secuelas provocadas por la enfermedad. La informació­n que sobre este ámbito pueda aportar este programa, así como los hallazgos derivados de la reevaluaci­ón continua de sus resultados se comunicará­n también a la sociedad con fines de investigac­ión, con la intención de establecer sinergias con otros grupos en distintos territorio­s que estén trabajando en la misma dirección.

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M. G. Profesiona­les de la Unidad de Covid Persistent­e del hospital Infanta Elena.
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