El misterioso grafiti de un famoso artista en Ayamonte
● Un vecino descubre una pintura de arte urbano en una antigua conservera de Ayamonte ● La obra fue pintada en 2018 por el artista internacional Nicolás Alfalfa
El estilo y la técnica son casi inconfundibles: emular un grabado antiguo en la pared usando líneas que generan tal efecto. Eso es lo que vio un vecino de Ayamonte cuando paseaba hace unos días junto a una de las naves que albergaron una de las fábricas conserveras de pescado con las que históricamente ha contado la localidad, y en cuyo entorno ejecuta el Ayuntamiento las obras “Ayamonte mira al río”, cofinanciadas por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional con el objeto de mejorar el frente fluvial del municipio.
A través de una puerta entreabierta de dicho edificio, el cual se encuentra en muy mal estado tras décadas cerrado y abandonado, este vecino pudo entrever en una de sus paredes un enigmático mural de 3,30 metros de ancho por 2,75 de alto, con el retrato de una mujer más enigmática aún que la propia pintura, con el texto “La Guardiana del Guadiana”.
No lo dudó y fotografió la misteriosa pintura, para una vez en casa, gracias a la ayuda de internet, descubrir que el misterioso mural era con casi total seguridad obra de uno de los artistas urbanos contemporáneos más relevantes de la escena internacional: el muralista de gran formato, pintor y dibujante Nicolás Alfalfa (Mérida, Venezuela, 1983), muy reconocido por haber realizado murales, intervenciones en vivo y muestras individuales y colectivas en Caracas, Buenos Aires, Nueva York, Berlín, Inglaterra, Polonia, España, India, Bosnia o Croacia, entre otras muchas ciudades y países.
Pero… ¿qué hace en Ayamonte, en un lugar tan inaccesible y recóndito, y con un nombre tan sugerente como La guardiana del Guadiana, un mural de Alfalfa? ¿Quién es la misteriosa mujer retratada que lo protagoniza? Fueron muchas las preguntas que, tras el descubrimiento, siguió haciéndose este vecino de Ayamonte, que se propuso firmemente seguir investigando hasta dar con las respuestas.
El mural se encuentra en una pared que mira al Guadiana, emplazamiento al que, salvo entrando por la nave, solo puede accederse en barco al estar allí el antiguo muelle por el que se descargaba el pescado para la fábrica. A ello añade un punto más de misterio el hecho de que, por la orientación del muro, la pintura es solo visible navegando aguas abajo, en dirección hacia la desembocadura.
Ávido por conocer los secretos que envuelven la historia, este vecino de Ayamonte informó del hallazgo a este periódico, que a su vez se puso en contacto con el afamado artista, quien a pesar de su origen venezolano reside actualmente en Montevideo (Uruguay).
Nicolás Alfalfa, además de confirmar la autoría de la obra, precisó a esta redacción que la enigmática mujer se trata de Ana Hurtado de Mendoza de la Cerda, más conocida como princesa de Éboli –o del parche–, una controvertida e inquietante dama de la Corte de Felipe II. El artista añadió que, para el mural, se basó en un conocido retrato de ésta que se atribuye Alonso Sánchez Coello, pintor de cámara de dicho monarca por cuyos lienzos pasaron numerosos personajes de la Corte.
Alfalfa también reveló a Huelva Información que la ubicación de la obra responde a que Ayamonte “ha pasado a ser un lugar fundamental” para él desde que hace 8 años se trasladase a dicha ciudad a vivir su madre. La primera vez que la visitó fue en el año 2015, justo después de posicionarse a nivel internacional en el mundo del gran mural, y fue entonces cuando, “paseando para buscar muros –legales o ilegales–”, como afirmó que suele hacer en las ciudades que visita, descubrió “casi de casualidad esta vieja fábrica de conservas que me apasionó y atrapó rápidamente”.
Tanto le fascinó que ese primer año ya realizó en su interior una primera intervención, la cual actualmente está muy deteriorada. Regresó en 2017 pero no pintó nada, siendo en su última visita a Ayamonte, la de 2018, cuando materializó La guardiana del Guadiana.
Al basar su trabajo en la exploración de la fantasía como refugio, en la mitología antigua, en el rescate de leyendas y tradiciones locales, en personajes misteriosos como salidos de un cuento de hadas, en lo pagano, lo precatólico y el mundo helénico en general, la princesa de Éboli custodiando la desembocadura del Guadiana responde a su gusto por usar personajes reales, como en este caso los de la Corte española de la época, que son para él “demenciales, nefastos y surrealistas, pero al mismo tiempo muy interesantes”.
Además, concluye, el parche en el ojo “me traslada a lo piratesco, y lo piratesco al mar, la navegación y la conquista, elementos a los que están muy ligados no solo Ayamonte, sino la provincia de Huelva en general”.