ESE CONQUERO
PASEAR en Huelva por los alrededores de los cabezos es un lujo visual que todavía nos podemos permitir en la zona del Conquero. Asomarse a ver qué color trae el río Odiel desde arriba llega a ser emocionante y de lo más atractivo que podemos encontrarnos a su paso… Por todo ello, no es casual que el sistema de cabezos de Huelva, guardián protector de viejas inundaciones de la ciudad, sea considerado como Patrimonio Natural e incluso aspire a convertirse en Monumento Natural. A pesar de ello, y sin que se haya producido una seria oposición, se rumorea que el único cabezo que queda sin recortar apenas, el de La Joya, tiene los días contados.
En ese Conquero, en la cima del cabezo guardián de la Plaza de Toros, donde se comparten los espacios naturales con los ocupados por los institutos, aparecen unas zonas, salvajemente allanadas, que se utilizan como aparcamiento de coches, adonde van parejas o grupos a disfrutar de las anaranjadas tonalidades de la puesta de sol. A quienes llevan poco tiempo en Huelva y no conocen algunas nefastas costumbres de nefastas personas, debe advertírsele que no vayan por la mañana temprano. Impresionante las latas, bolsas, cajas de pizzas o mascarillas que quedan allí abandonadas al libre albe
Sea como sea, chicas scout, mi más profunda admiración por dar ejemplo frente a otros
drío por los “románticos de la puesta de sol” y que van resbalándose y acumulándose por las laderas.
Los restos esparcidos por el abandonado y peligroso acerado, señal evidente de que apenas forma parte de las tareas municipales, han servido para que un grupo de adolescentes, sensibilizados por este deterioro, se arremanguen la sudadera, se ajusten su pañuelo de scout y dediquen varios fines de semana a la ingrata labor de recoger los restos que impunemente abandonan otros. Evidentemente sólo es un gesto y altamente perecedero (al día siguiente vuelven a tirar las latas); por eso se entiende que lo que pretenden es dar ejemplo a los contaminadores del paisaje.
La inevitable pregunta que surge es: ¿Y para qué limpiar el cabezo conociendo lo efímero de sus resultados? ¿Les merece la pena a estas chicas emplear su tiempo libre en recoger lo que otros tiran? Estoy confundida, ¿no corresponde al Ayuntamiento estas tareas? ¿No estamos lo suficientemente cansados de ver grandes carteles anunciando reformas que no llegan, por muchas veces que aparezcan los fondos Feder (los fondos europeos) como patrocinador? ¿O se acabó el dinero con las obras de la ermita de la Cinta?