El otro trabajo de los famosos
Actores, cantantes, deportistas e incluso políticos participan en ‘talents’ y ‘realities’ para limpiar su imagen y relanzar sus carreras Miguel Ángel Muñoz y Tamara Falcó lo consiguieron, pero Celia Villalobos y Ana Obregón no tanto
El uso de famosos como reclamo en los programas de televisión está a la orden del día. Actrices –la última, por cierto, Victoria Abril, que ha fichado por MasterChef Celebrity–, cantantes, humoristas, deportistas, hijos de famosos que quieren ser famosos y, lo último, incluso políticos. Todos ellos dan el salto de su profesión a la televisión para tener una segunda oportunidad, una nueva salida profesional, o relanzar la carrera que ya tenían pero no estaba en su mejor momento. Los formatos elegidos suelen ser realities o talents show, pero ¿tantos famosos hay dispuestos a ir a un programa como para llenar las parrillas de todas las cadenas? ¿Les compensa a ellos ese cambio de rol?
La respuesta, en el caso de Miguel Ángel Muñoz, por ejemplo, es sí. El ganador de la primera edición de MasterChef Celebrity dio un giro de 180 grados cambiando sus guiones de actor por los fogones pero, a cambio, su imagen salió muy beneficiada, su trayectoria experimentó un impulso y su caché, como consecuencia evidente, creció como la espuma. Desde entonces, no le falta trabajo.
La edición con famosos de MasterChef es, desde luego, una plataforma sin igual para lograr cambios radicales de proyección. Si no que se lo digan a Tamara Falcó, vencedora de la cuarta edición, quien logró modificar su imagen de niña pija por otra de mujer luchadora y trabajadora a la que no se le caen los anillos por despellejar un conejo.
El piragüista Saúl Craviotto y la nadadora Ona Carbonell trasladaron su dedicación y espíritu competitivo al concurso culinario y quizás por ello también se llevaron el premio. Otros como Félix Gómez y Cayetana Guillén Cuervo no ganaron pero se esforzaron tanto y mostraron una faceta tan humilde y trabajadora que lo que sí alcanzaron fue el cariño y la admiración de los espectadores. Tarea nada desdeñable; si no que se lo digan a la ex ministra de Sanidad, alcaldesa de Málaga y senadora Celia Villalobos, quien habló de prejuicios contra ella por haber sido política. Gran reto el que tiene pues por delante Victoria Abril, conocida por su carácter indomable, pues también algunos personajes han salido escaldados de la experiencia. Es el caso de Manuel Díaz El Cordobés, María del Monte e incluso la mismísima Ana Obregón que, con su hijo en el hospital debido a un cáncer del que meses después acabó falleciendo, no estaba en su mejor momento para poner su empeño en aprender a cocinar mejor.
No sólo MasterChef abre las puertas al cariño del público, también otros talents como ¡Mira quién baila! sirvieron para mostrar unas dotes desconocidas de Rosa López, ganadora de OT 1, y David Bustamante, entre otros. En su caso la del baile.
Hubo una época televisiva en España, no demasiado lejana, en la que los famosos podían elegir programa del corazón al que acudir para relatar los últimos acontecimientos de su vida. Sin embargo, cuando este tipo de contenidos se redujo sólo a Sábado Deluxe, las celebrities tuvieron que reinventarse y recurrieron a los realities como la única vía para sacar rendimiento económico a su fama.
De hecho, algunos que antes tenían categoría de famoso premium, comenzaron a entrar en este terreno para salir adelante, como es el caso de Isabel Pantoja, que hasta hace unos años nadie jamás se hubiera imaginado que aceptaría la oferta de Telecinco para participar en Supervivientes y luego ser miembro del jurado en Idol Kids. Su carrera televisiva, sorprendentemente, no se va quedar ahí y, pese a la paliza que le ha dado últimamente Telecinco a raíz del enfrentamiento con su hijo, Kiko Rivera, otro experto en realities, ya prepara nuevo programa en la misma cadena. Y es que el dinero fácil tira mucho.
Algunos famosos con un nivel bastante más bajo llevan tiempo tomándoselo en serio y han hecho de su participación en diferentes realities televisivos su modo de vida y su gran –y en ocasiones única– fuente de ingresos.
Tras darse a conocer como novia del Padre Apeles, Yola Berrocal tomó entidad propia como famosa, logrando colarse en grandes eventos como los Premios Goya y recorriendo los platós hablando de sus novios. Su grado máximo lo alcanzó con el lanzamiento de un grupo musical con Malena Gracia, las Sex bomb, del que sería expulsada. Tras el fin de los programas del corazón, supo reinventarse y se convirtió en una de las grandes reinas de los realities: Hotel Glam, en el que se hizo con la que sería su primera victoria, hito que repitio en El reencuentro: 10 años después (junto a Juan Miguel, que se hizo más popular que la propia Karina, su ex). Tras varios años desaparecida, Yola se coló en el casting de Supervivientes 2016, en el que hizo un papel más que digno, consiguiendo convertirse en segunda finalista.
Pocholo Martínez-Bordiú siempre fue un verso suelto que, pese a tener la vida resuelta económicamente, quería ser famoso por mérito propio. Y se convirtió en uno de los personajes del corazón más destacados de los 90 y principios de 2000. Hotel Glam y Ven a cenar conmigo engrosan su currículo, además de un programa propio en Antena 3, Aventura en África, con escaso éxito, y en los inicios de La Sexta otro que se llamó Pocholo Ibiza 06.
Leticia Sabater bate el récord de todos ellos, con presencia en cinco realities en total. Tras haberse hecho popular como presentadora de programas infantiles en Telecinco y TVE, saltó a los programas del corazón a consecuencia de diversos episodios de su vida y se ahí a los realities. Comenzó su periplo en 2004 con La selva de los famosos, y luego vinieron Esta cocina es un infierno, Acorralados, Expedición imposible y Supervivientes 2017. Raquel Mosquera, María Jesús Ruiz, Kiko Rivera y Álvaro Muñoz Escassi también son habituales de este formato. El presentador Agustín Bravo concursa ahora en Supervivientes.
Leticia Sabater bate, con cinco, bate el récord de participación en ‘realities’