Recuerdo a Miguel Ángel y María en la catedral efímera de Almonte
● La catedral efímera se ilumina de verde esta semana para homenajear a padre e hija asesinados ● El número 3 de la avenida de los Reyes se convierte en un altar improvisado
“Si un criminal no se hubiera cruzado en su camino, María tendría hoy 16 años, estaría estudiando en el instituto y compartiría los pormenores del primer amor de la adolescencia con sus amigas más íntimas. Si un criminal no se hubiera cruzado en su camino, Miguel Ángel contemplaría con orgullo cómo habría crecido su niña, el eje de su universo, hubiera conocido a su primer sobrino y se pasaría buena parte del tiempo libre dedicado al fútbol y a ver sus películas y series favoritas”. Así arrancaba el texto que los familiares de las víctimas del doble crimen de Almonte hicieron público ayer, en el octavo aniversario del asesinato, en la página de Facebook Justicia para Miguel Ángel y María.
Pese a la pandemia, los allegados de padre e hija no quisieron dejar de recordarlos en una efemérides que sigue presentándose sin el ansiado pan de la justicia bajo del brazo.
El Ayuntamiento de Almonte anunció que durante toda esta semana iluminará la catedral efímera de la plaza Virgen del Rocío “en recuerdo a su memoria y de apoyo a sus familiares”. Lo hará con el color verde “que simboliza esta causa por la justicia”.
Al mismo tiempo, ha instalado en la plaza de Miguel Ángel y María dos placas de cerámica conmemorativas con su imagen y sendos poemas en su recuerdo. Ambas aparecen aderezadas con la icónica imagen de María a hombros de su padre y con dos poemas distintos. De un lado, el que reza “Cada esquina, cada árbol, niño, habitante, vida y esperanza de esta plaza siempre estarán protegidos por la luz de su eterno amor. María, almonteña valiente”; del otro, el que indica “Jugaremos para siempre en esta plaza de gente sencilla y corazones valientes, vuela sobre mis hombros eternamente, María, mi almonteña valiente. Eterna simbiosis de amor”.
El Consistorio quiso dejar constancia pública, “una vez más, de su solidaridad y empatía con el dolor de los familiares de Miguel Ángel y María y su lucha por mantener encendida la llama de su memoria”.
Aunque no se llevó a cabo ningún acto público por mor de la pandemia, sí pudieron verse muestras de cariño espontáneas en la localidad. En la puerta del número 3 de la avenida de los Reyes, lugar del crimen, fueron muchos los vecinos y familiares que depositaron ramos de flores y velas encendidas para recordar a los asesinados.
Los Domínguez Olmedo, en la página Justicia para Miguel Ángel y María, destacaron que de ellos no les queda “más que su recuerdo imborrable reverberando en un vacío de vértigo, y el eco de sus voces clamando justicia” en estos “casi tres mil días de sufrimiento y ausencia en los que, para colmo, no hemos tenido ni una mísera respuesta loable de la Justicia”.
A ello añaden que “aunque a veces nos fallen las fuerzas, no nos rendimos. Porque nuestro sistema tiene una inmensa deuda pendiente con ellos, con nosotros y con todos los ciudadanos que se sienten desprotegidos después de ver cómo un crimen tan tremendo como este no ha tenido la respuesta que merece. Ocho años han pasado y un criminal sigue campando a sus anchas por las calles de Almonte. Seguiremos peleando para que se haga Justicia”.