¡REGULARIZACIÓN YA!
DURANTE la semana que entra comenzará el trámite parlamentario de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para una regularización extraordinaria de personas migrantes. El origen de esta petición es una de las situaciones que generan la Ley de Extranjería y todas las normativas europeas de control de las fronteras.
Primero está la práctica imposibilidad de obtener un visado a aquellos que deciden salir de su país, por el motivo que sea, y probar fortuna en países como el nuestro. Después vienen las mafias, que aprovechan esa imposibilidad para ser ellas las que se ocupan del control del viaje y abusar todo lo que pueden de quienes, desesperadamente, deciden emprenderlo. Luego están las muertes en el desierto, en el mar… que se producen en rutas cada vez más peligrosas debido a la instalación de muros, vallas, concertinas, puestos de vigilancia… en las vías más razonables. Y, una vez llegadas a territorio europeo, está la condena a la situación de irregularidad a la que se ven sometidas todas las personas que han logrado superar todo el calvario anterior.
Se calcula que en territorio español hay más de medio millón de personas en esa situación. Medio millón de personas que pasarán, como mínimo, tres años con el miedo en el cuerpo ante la posibilidad de ser regresadas a un lugar del que escaparon vaya usted a saber porqué, tres años condenadas a malvivir de trabajos sin contrato y mal pagados, en manos, en muchas ocasiones, otra vez, de las mafias, o de las limosnas, o de la solidaridad.
Ha habido y hay quienes a las dificultades que ya acarrea esta situación, han pretendido sumar otras. Desde que el gobierno de Felipe González aprobara la primera ley de extranjería que dio lugar a esta situación, Aznar pretendió suprimir los derechos de reunión, asociación y manifestación a quien no tuviera permiso de residencia, Rajoy suprimió el acceso a la Sanidad Pública. A Aznar le enmendó la plana el Tribunal Constitucional, a Rajoy el actual gobierno.
Al margen de idas y venidas estaría bien que nos planteáramos corregir esa Ley de Extranjería que tantas situaciones como las descritas provoca. Pero mientras eso se produce esperemos que sus señorías tengan a bien atender la petición de más de 600.000 ciudadanos y ciudadanas españoles a través de la ILP y regularicen la situación de quienes ya están aquí. Porque se ha hecho otras veces, pero, sobre todo, porque es de justicia.