ES LA HORA
HOY comienza de manera formal la campaña electoral. En democracia hay que sentirse orgulloso de que puedan realizarse procesos de renovación de los órganos de gobierno de las distintas instituciones y que los mismos sean decididos libremente por la voluntad popular en las urnas. Los que vivimos y recordamos la dictadura del general Franco, sabemos lo que la tal cosa supone en términos de libertad y de protección de los derechos fundamentales que la Constitución otorga a la ciudadanía, en cada uno de los espacios administrativos en que se divide nuestro país para su mejor gobierno.
Cierto es que nos van a atosigar hasta el hartazgo con consignas de uno y otro sesgo durante un buen número de días, desde hoy hasta las 00:00 horas del 27 de mayo, que será la jornada de reflexión de acuerdo con lo establecido en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), y esto es lo que hay y además así debe ser. En ese espacio temporal, los postulantes municipales, insulares y autonómicos, deberían explicarnos qué pretenden hacer y por qué razones, en dichos territorios. Pero, no será así para nuestra desgracia. La polarización de la política española en estos momentos es tal, que la partida no se jugará atendiendo a esos preceptos ineludibles y vinculantes para modificar el orden de prioridades en su caso, en cada lugar, y las acciones que son a su entender necesarias de llevar a cabo en cada circunscripción para mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía, no, sino que la batalla se dará en clave nacional, buscando una especie de apuntalamiento de la gobernanza de cara a las próximas elecciones generales, que, como sabemos, no tocan hasta final de año.
Y es una pena, pero, así parecen haberlo diseñado los oráculos, los ideólogos de los distintos partidos políticos y sus testaferros y palmeros mediáticos. El interés partidista -cuando no individual, en algunos casos- siempre está por encima del general, exceptuando alguna “anormalidad” que pueda darse acá o allá, de manera especial en algunos ayuntamientos concretos. Todo lo demás será ideología, modelo, a un lado y a otro de los dos bandos hoy en día establecidos. O el paquete completo de la derecha, o el de la izquierda. Parece que estamos abocados a esto, porque, las mayorías absolutas se van a contar con los dedos. No obstante esto es la democracia, y, como decía, las resultantes que se den en cada zona, serán las que hayan decidido el pueblo.
Los candidatos deberían explicarnos qué van a hacer, pero no será así para nuestra desgracia