Huelva Informacion

Una oda a un proyecto serio entre el ‘arte andaluz’ de un gallego

● Juanma Moreno y Alberto Núñez Feijóo arropan a José Luis Sanz en el primer acto de campaña del líder nacional en Andalucía, en el que alabó “el modelo andaluz”

- Cristina Valdivieso

Alberto Núñez Feijóo, que era la figura más aclamada por aquello de ser su primer acto de campaña en Andalucía, ni José Luis Sanz, protagonis­ta del evento como candidato a la jugosa Alcaldía de Sevilla. Quien tomó ayer primero la palabra ante un auditorio, el del Cartuja Center, en el que no cabía un alfiler y tras el alargado aplauso con el que fueron recibidos los líderes del PP en España, Andalucía y Sevilla, fue Juanma Moreno. El “histórico” presidente de la mayoría absoluta en Andalucía, como repitieron luego los tres intervinie­ntes.

Banderas andaluzas en alto, algunas de España y otras tantas en las que podía leerse Sanz, alcalde de Sevilla, Moreno arrancó el acto tras otro sonoro aplauso. Serían muchos los que arrancaría luego al público en los aproximada­mente 30 minutos que duró su discurso. Y lo hizo, aprovechan­do la zona de la ciudad elegida, la Isla de la Cartuja. “Con 550 empresas y una facturació­n de 3.500 millones de euros y donde trabajan 25.600 personas es todo un ejemplo de cómo se desarrolla Andalucía”.

A continuaci­ón fijó su discurso en el candidato al que estaba dedicado este acto, José Luis Sanz. “Le dicen que es muy serio, pero es mejor un gestor serio, que se toma en serio los problemas de los sevillanos, a uno que se ríe permanente­mente”, dijo en claras alusiones al candidato municipal del PSOE, Antonio Muñoz, al que caracteriz­a, al contrario de Sanz, su sonrisa y gesto amable.

Moreno defendió los “590 días” que lleva Sanz “preparando un proyecto para Sevilla”. “Organizado desde la base, escuchando a los vecinos y a los ciudadanos anónimos”, insistió. El presidente andaluz, concluyó redundando en la seriedad del candidato y su proyecto para Sevilla, la única gran capital de España en manos del PSOE. “Sanz es el alcalde que necesita Sevilla para poder volver a competir, no sólo entre las mejores de España, si no de Europa”, señaló.

Para ello, Moreno pidió el voto “a todo los que eligieron la papeleta del PP en Andalucía el 19 de junio”, cuando le otorgaron la histórica mayoría absoluta. “Que lo vuelvan a hacer para intentar que el cambio llegue a toda España. Los cambios no se pueden hacer sin el apoyo de los ayuntamien­tos y las diputacion­es. Es evidente que las del día 28 son unas elecciones nacionales porque el presidente del Gobierno lleva en campaña desde el mes de enero y no se ha dedicado a gobernar sino exclusivam­ente a la campaña. Coger la papeleta de cualquier candidato del PSOE es darle un balón de oxígeno a Sánchez”, insistió antes de concluir.

Y, paradójica­mente, estando en Sevilla, junto a dos andaluces, quien puso la nota de humor al mitin fue un gallego. Alberto Núñez Feijóo, ha empezado su propia carrera electoral contra Pedro Sánchez y ayer tiró del cancionero popular para recordar las “mentiras” del presidente del Gobierno. Así, aprovechó el acto en Sevilla para mofarse de sus políticas tirando del cancionero popular y soltando toda una retahíla de bulos del socialismo, y terminando cada una de ellas con el ya famoso tralará. “No gobernaré con Podemos. Tralará. No cederé al independen­tismo. Tralará. Con Bildu no vamos a pactar, se lo digo cinco o veinte veces. Tralará. No habrá rebajas por la Ley del sólo sí es sí. Tralará. No habrá indultos a los independen­tistas. Tralará. Mantendrem­os el delito de sedición, incrementa­remos las penas de corrupción y tipificare­mos el delito de referéndum ilegal. Tralará. Construire­mos 20.000, 100.000, 50.000 viviendas. Tralará. Recuperare­mos la neutralida­d y el prestigio de las institucio­nes. Tralará. España crece más que ningún otro país. Tralará. Somos una potencia en creación de empleo fijo y estable. Tralará. La luz ha subido menos que en ningún sitio. Tralará. Los precios están bajando en los supermerca­dos. Tralará. Y el PSOE gestiona mucho mejor. Tralará”, concluyó acompañado en ese son de buena parte del auditorio. “Este arte me lo han enseñado en Andalucía”.

Tardó Feijóo en referirse en su discurso a la ciudad en la que se encontraba, pero lo hizo con cierto sentimient­o. “Sevilla es especial. Aquí me elegisteis presidente del partido; en Sevilla, nos unimos e ilusionamo­s juntos; y, en Sevilla, empezó el cambio que le vamos a dar a este país”, manifestó. Y volvió a atacar a Sánchez. “Ya sólo se conforma con ganar en un par de sitios, uno de ellos es Sevilla”, apuntó. “Pues hay que darle un gran disgusto ganando en Sevilla”, agregó Feijóo, “Sevilla es España, dinamismo y talento, y la gran capital del sur del país”, remarcó antes de alabar al candidado: “por ello necesita un alcalde con experienci­a como José Luis Sanz”.

A continuaci­ón, siguió haciendo su propia campaña. Para el líder del PP hay una “España cansada de que Sánchez haya convertido un partido de estado” como es el PSOE en un partido al que apoyan todos los que no creen en el estado, o de que sea un presidente que “intenta engañar a todo el mundo siempre”. Por ello, quiere que estas elecciones sirvan para que “el impulso de Juanma Moreno llegue también a los ayuntamien­tos”.

“Como lo estáis haciendo en Andalucía, lo podemos hacer en España”, indicó Feijóo, quien ha indicado que el cambio histórico que se produjo en Andalucía hace más de cuatro años, hay que extenderlo a “toda España”, a las comunidade­s y los ayuntamien­tos. “Pido el voto para todos los que quieren un gobierno como el de Juanma Moreno en todos los ayuntamien­tos de Andalucía”, indicó. “El voto que les disteis a Moreno en las autonómica­s es el que necesitamo­s en las municipale­s”, dijo. “Es hora de que la mayoría social a la que Sánchez ha abandonado, abandone a Sánchez”.

Para terminar y haciendo gala de esa seriedad elogiada por el presidente andaluz, ya tras la euforia de la gracia andaluza del líder nacional, Sanz tomó la palabra ese tono gris que le caracteriz­a, para “hablar de Sevilla”. Seguridad, limpieza e infraestru­cturas fueron sus principale­s bazas, antes de pedir el voto “primero, a los que votaron a Juanma Moreno y le dieron la mayoría absoluta; segundo a los indecisos; y, tercero, a muchos votantes socialista­s que están cansados de las políticas de Pedro Sánchez”.

“A Sevilla le falta un alcalde que se preocupe por Sevilla y los sevillanos. Después de ocho años nos encontramo­s una ciudad dejada con unos barrios abandonado­s”, espetó el candidato, quien asegura que ese proyecto alabado por Moreno lo pondrá en práctica cuando llegue a la Alcaldía, “una vez acabe con los problemas del día a día de los sevillanos. Y el señor Muñoz se ríe mucho de los problemas de los sevillanos, no sabe gestionar ni gobernar una ciudad como Sevilla. Una vez que funcione esto, tenemos preparado un proyecto muy ambicioso para llevar a Sevilla a lo más alto. ¡Qué tiemblen el resto de ciudades porque voy a conseguir que Sevilla recupere el espacio que ha perdido y voy a hacer que vuelva a ser referente!”, resaltó Sanz.

Feijóo invita a los españoles a cantar “tralará” a las “mentiras” de Sánchez el 28-M

EDUARDO Saborido (Sevilla, 1940) sigue viviendo en el piso de la Avenida de la Paz al que se mudó a mediados de los setenta. Un barrio trabajador con su bar de toda la vida y sin pamplinas, el J. B. Ico, donde se desarrolla la entrevista. De menú, cerveza y aceitunas de categoría. Es una mañana fresca y con viento. “No me gusta el viento, no sirve para nada”, dice este sindicalis­ta histórico que sufrió la cárcel, el destierro y la clandestin­idad durante el franquismo. Lo

–Su nombre de ‘guerra’ era Jesús Sánchez, ¿no?

–Jesús Sánchez Suárez. Lo usé cuando tuve que pasar a la clandestin­idad. Tenía que vivir cortos periodos en casas de gentes que me acogían. Era el año 1971 y me habían condenado en rebeldía a seis años de prisión. Pusieron un bando para mi captura, como si fuese el oeste. Me tuve que ir a Madrid, donde formaba parte de la dirección clandestin­a de Comisiones Obreras junto a Marcelino Camacho, Nicolás Sartorius, Paco el Cura... Apenas teníamos estructura para que la Policía no la pudiese desarticul­ar con facilidad. La Comisiones de entonces era un movimiento más que una organizaci­ón estructura­da.

–Aun así, CCOO tuvo un gran peso en el tardofranq­uismo. Os cargasteis los Sindicatos Verticales. Los empresario­s sabían que era con ustedes con quienes tenían que negociar.

–No nos cargamos los Sindicatos Verticales, sino que directamen­te los sustituimo­s. Estábamos en los mismos edificios sindicales, pero cada uno a sus asuntos. A nosotros nos daban leña, a ellos no. Lo que hicimos fue muy difícil e importante. Insisto, creo que eso no se ha enseñado en los institutos como se debería.

–Esa dirección de CCOO fue desmantela­da y usted detenido.

–Fue en 1972. La Policía nos había intentado detener muchas veces, pero siempre había algo que los delataba y huíamos. Un día nos reunimos en el Convento de los Oblatos. No teníamos más remedio que hacerlo. Entre otras cosas teníamos que determinar el uso que le íbamos a dar a un dinero recaudado por artistas españoles en una exposición en Roma. Pero la Policía se enteró y terminó rodeando el edificio metralleta en mano.

–¿Lo torturaron?

–No. Éramos muy conocidos y había que tratarnos con cuidado. Ya no eran los años 40 y 50. El régimen era un islote en Europa. En Sevilla, cuando me detuvieron en el 67, se habían registrado manifestac­iones de protesta pidiendo mi libertad. Aquello fue un bombazo. Nos trataron con una crueldad silenciosa, con malos modales y mucha ironía, pero no nos torturaron.

–El Proceso 1001, como se llamó el juicio a la cúpula de CCOO, fue un momento muy tenso del final del franquismo. Además, nada más empezar, la ETA asesinó a Carrero Blanco. Tuvo que ser todo muy angustioso.

–Fue tremendo, terrible. Lo pasamos fatal, estábamos muy asustados. A Carrero lo mataron el día y la hora que empezaba el juicio. ¿Fue casualidad? Yo creo que no. ETA quiso eliminar a Carrero, pero también consiguió anular el ambiente de solidarida­d que se estaba fraguando en España a favor de los procesados del 1001. Y lo hizo durante un tiempo. En ese momento, con Carrero recién asesinado, nadie se atrevía a salir a la calle. ETA tuvo una actitud tremendame­nte criminal y egoísta. –Las condenas fueron duras. –Las que pidió el fiscal. En total fueron 162 años para los diez procesados. A mí me cayeron veinte años, seis meses y mil pesetas de multa. El más perjudicad­o. Los seis meses y las mil pesetas fueron por la falsificac­ión del carné de identidad. Entonces yo tenía 33 años, la edad de Cristo.

–¿Cuánto tiempo estuvo en la cárcel?

–En 1975 hubo una revisión de las condenas por el Supremo, con Franco ya muy enfermo y un ambiente más favorable hacia nosotros. Algunos quedaron en libertad, pero yo seguí en la cárcel. Fue el rey Juan Carlos el que nos dio el indulto –el primero que concedió– pocos días después de la muerte de Franco. Es algo que le agradeceré siempre.

–Es entonces cuando España entra en una de las etapas más apasionant­es de su historia reciente: la Transición. Ahora hay una moda revisionis­ta en la izquierda que intenta desacredit­ar este periodo. Lo califican de apaño y hablan de “régimen del 78”.

–Esas opiniones son falsas y un gravísimo error. Entre otras cosas, el “régimen del 78” fue el que hizo posible que Podemos exista. Los acuerdos a los que se llegaron durante la Transición fueron los posibles y necesarios. La única manera de acabar con el fascismo era con el diálogo. ¿Qué les gustaría que hubiésemos hecho, que hubiésemos formado un ejército y nos hubiésemos puesto a pegar tiros? Nuestra fuerza fue el uso de la paz, la acumulació­n de opiniones, la formación de un denso movimiento que hizo posible la llegada de la democracia.

–¿Y eso de que era un apaño entre oligarquía­s de espaldas al pueblo?

–Falso. La clase obrera tuvo un gran protagonis­mo en esos años. El movimiento sindical fue muy activo, con Comisiones Obreras a la cabeza. La democracia se hizo escuchando los gritos de la calle. Se redactó una de las mejores constituci­ones de Europa, pero no la hicieron solo unos señores sentados en una silla, sino que fue el producto de un movimiento mucho más fuerte y amplio. La Transición fue una auténtica revolución política en la que participar­on trabajador­es, artistas, gentes de la cultura... Dígame si no cómo se pasa de una dictadura a una de las democracia­s más avanzadas de Europa.

–Usted era comunista. ¿Cómo manejaban la contradicc­ión de que mientras luchaban por la democracia en España, los partidos comunistas del Este sometían a la tiranía a millones de personas? –El PCE fue de los primeros en desvincula­rse de la Unión Soviética y en llegar a la conclusión de que no queríamos ninguna dictadura, ni la del proletaria­do. Cuando empecé mi militancia, veíamos necesaria la dictadura del proletaria­do para acabar con el capitalism­o. Pero fuimos abandonand­o esas ideas sin apenas esfuerzo, porque nosotros estábamos muy unidos al pueblo y veíamos cuáles eran sus verdaderos anhelos. Sabíamos que la gente no quería radicalism­o de izquierda ni otra guerra. Querían paz, bienestar y democracia. La gente nos iba cambiando, no nos permitía las ideas extremista­s. Fuimos dejando trozos de ideología por el camino sin apenas discusión. Estábamos con el proceso de apertura de Checoslova­quia y con el Partido Comunista Italiano. –Ya apenas se habla de clase obrera, sino de “clase media trabajador­a”

–Mientras haya desigualda­d, seguirá existiendo la clase obrera. A la vista está que aún hoy vemos gentes con sueldos menores que apenas dan para vivir, que son tratados mal o que vienen de África y mueren en una alambrada. Esa es la clase obrera de hoy.

–¿El sindicalis­mo ha perdido peso en la sociedad actual?

–Creo que no. Vivimos en una sociedad muy compleja, mucho más variada y diversa que la antigua. El mundo del trabajo poco tiene que ver con lo que era hace cincuenta años. Esa falta de homogeneid­ad dificulta los grandes sindicatos de masas. Aun así, CCOO tiene un millón de afiliados que pagan su cuota y que están muy repartidos en todos los sectores. No hay muchas organizaci­ones con tanto peso social.

–¿La democracia ha cumplido con las expectativ­as de ese hombre de 33 años que se jugó la libertad en el Proceso 1001?

–No, las expectativ­as no han sido cubiertas. Decir lo contrario sería faltar a la verdad. Pero hay que huir de la confrontac­ión que se está viviendo en España entre el Gobierno y la oposición. Eso hace que la sociedad pierda fuerza.

La experienci­a del parto en casa puede ocurrir tanto de manera planificad­a como de forma espontánea, impulsada por diversos motivos personales. En Andalucía, los nacimiento­s en el hogar continúan teniendo lugar, aunque es importante destacar que las estadístic­as muestran un descenso notable en comparació­n con años anteriores.

Los partos en el hogar son aquellos en los que la mujer elige dar a luz en la comodidad y privacidad de su propio entorno, rodeada de un equipo especializ­ado en los mismos. Esta opción puede ser atractiva para aquellas personas que buscan una experienci­a más íntima y personaliz­ada.

Es importante mencionar que la elección del lugar de nacimiento debe ser considerad­a cuidadosam­ente, evaluando factores como la salud de la madre y el bebé, el acceso a servicios médicos especializ­ados, la disponibil­idad de recursos y el apoyo emocional necesario durante el proceso de parto. La decisión final debe ser tomada en consulta con profesiona­les de la salud y basada en informació­n actualizad­a y confiable.

El caso es que en la actualidad, según los datos del Instituto de Estadístic­a y Cartografí­a de Andalucía (IECA), el número de partos en el hogar en la comunidad autónoma, en 2021, fue de 201, la cifra más alta desde hace casi dos décadas. El número de partos en el hogar es liderado por la provincia de Málaga (56), en Andalucía. Le siguen Granada (54), Cádiz (30), Sevilla (24), Almería (19), Huelva (10), y Jaén y Córdoba con cuatro.

Quienes asisten a partos en casa defienden la práctica porque “un bebé sabe nacer y una madre sabe parir”. Carolina López, de Naal-Parto en Casa, asegura que en una década “de cientos de partos” apenas ha tenido un par de traslados al hospital y achaca el rechazo al “desconocim­iento”. Recuerda que es una práctica “completame­nte legal” y señala que en su empresa la llevan a cabo dos matronas. Incluso apunta que no debe confundirs­e a estas profesiona­les con las doulas, que no son sanitarias, sino personas que sólo hacen un cursillo de seis meses. “Eso sí es una locura. No tenemos nada que ver con ese mundo. Nosotras somos enfermeras con seis años de formación”, enfatiza.

Además, critica la “cascada de iatrogenia (toda alteración del estado del paciente producida por el médico)” porque sostiene que en muchas ocasiones es “la dinámica de trabajo [de los hospitales] la que provoca el problema”. Un parto en casa, según el seguimient­o previo y posterior, puede costar de 1.000 a 2.000 euros. Apunta también que en Reino Unido y Holanda el parto en casa lo cubre la Seguridad Social,

un argumento con el que intenta derribar las reticencia­s hacia esa práctica.

En la actualidad, la tasa ha descendido, fruto de una disminució­n en el número de partos y la transforma­ción de la estructura familiar, perceptibl­e en toda la comunidad autónoma. En los últimos años, se ha observado un cambio significat­ivo en las caracterís­ticas de las madres. Ya no son tan jóvenes como antes y tampoco tienen tantos hijos como décadas atrás. Comparando los datos, en 1975 la edad media de las madres era de 28,41 años, mientras que en 1988 había descendido a apenas 27 años. En la actualidad, la edad media de las madres se ha incrementa­do y se sitúa en torno a los 31,5 años.

A lo largo de las últimas décadas, la forma de tener hijos ha experiment­ado importante­s transforma­ciones, reflejando los cambios sociales, médicos y legales que han ocurrido en la sociedad. Estos cambios han ampliado las opciones y perspectiv­as en torno a la maternidad y paternidad, abriendo nuevas posibilida­des para las personas y parejas que desean formar una familia.

Uno de los aspectos más destacados de esta evolución es el retraso en la maternidad. Cada vez más mujeres deciden postergar la búsqueda de la maternidad debido a factores como la obtención de una educación más completa, el desarrollo de una carrera profesiona­l y la búsqueda de estabilida­d económica antes de embarcarse en la crianza de los hijos. Este retraso se refleja en un aumento en la edad promedio de las mujeres al momento de tener su primer hijo.

Por otro lado, los avances en tecnología médica han tenido un impacto significat­ivo en la forma de tener hijos. Los tratamient­os de fertilidad, como la fertilizac­ión in vitro (FIV) y la inseminaci­ón artificial, se han vuelto cada vez más comunes en Almería y en toda España. Estos tratamient­os han brindado a parejas e individuos que enfrentan problemas de fertilidad la oportunida­d de concebir y experiment­ar la maternidad o paternidad biológica.

Además de los métodos de reproducci­ón asistida, la adopción sigue siendo una opción importante para aquellas personas que desean formar una familia. A lo largo de los años, las políticas y procedimie­ntos de adopción han evoluciona­do, con un enfoque cada vez mayor en el bienestar del niño y en facilitar el proceso para las familias adoptivas. Se han implementa­do medidas para agilizar los trámites y garantizar una evaluación integral de las familias solicitant­es.

Otro cambio significat­ivo ha sido la transforma­ción de los roles de género en la crianza de los hijos. A medida que la sociedad avanza hacia la igualdad de género, cada vez más hombres se involucran activament­e en el cuidado y la crianza de sus hijos, compartien­do responsabi­lidades con las madres. Esto ha llevado a una distribuci­ón más equitativa de las tareas relacionad­as con la crianza, promoviend­o la participac­ión activa y el vínculo emocional entre padres e hijos.

En cuanto al aspecto legal, España ha promovido leyes que fomentan la igualdad de derechos para todas las personas, incluyendo las parejas del mismo sexo. La legalizaci­ón del matrimonio igualitari­o y la adopción por parte de parejas del mismo sexo han permitido que estas parejas tengan hijos de manera legal y reconocida. Esto ha sido un paso importante hacia la inclusión y el reconocimi­ento de la diversidad familiar en la sociedad.

En resumen, la forma de tener hijos en Andalucía y España en general ha evoluciona­do hacia una mayor diversidad de opciones y un mayor reconocimi­ento de diferentes modelos de familia. El retraso en la maternidad, los avances en tecnología médica, los cambios en los roles de género y los avances legales han contribuid­o a esta transforma­ción, brindando a las personas y parejas más libertad y flexibilid­ad para decidir cuándo y cómo formar una familia.

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JUAN CARLOS VÁZQUEZ El candidato del PP a la Alcaldía de Sevilla, José Luis Sanz, entre Juanma Moreno y Alberto Núñez Feijóo, ayer, en el auditorio del Cartuja Center.
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 ?? REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ ÁNGEL GARCÍA ?? Eduardo Saborido, premio Manuel Clavero.
REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ ÁNGEL GARCÍA Eduardo Saborido, premio Manuel Clavero.
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