Huelva Informacion

“En el arbitraje salen a relucir los valores de cada uno”

⬤ Alejandro Quintero, colegiado onubense de Segunda División, admite que desde el gremio “estamos dispuestos a hablar para normalizar nuestra figura”

- Inés Martín

Han pasado más de 10 años desde que Alejandro Quintero decidió decantarse por el arbitraje. Recorre los campos de Segunda División, la actual y conocida LaLiga Hypermotio­n 2023, y lleva el nombre de Huelva por bandera, la ciudad que lo ha visto crecer.

“He jugado al fútbol toda mi vida pero por una circunstan­cia o por otra pues al final se coge otro camino, otras oportunida­des”, cuenta Quintero a Huelva

Informació­n. “Jugué hasta los 19 años, pasé por Los Rosales, Santa Marta y Recreativo, una etapa que me ha ayudado para entender el juego, tener esa cosita de estrategia­s,...” y así decidió ser árbitro.

Su personalid­ad le ha ayudado a ejercer una profesión complicada. Cada jornada, el árbitro se convierte en el punto de mira y no es una situación fácil de llevar. “Siempre me he considerad­o muy maduro, honesto en lo que hago, me gusta hacer las cosas bien, muy perfeccion­ista en las cosas que suelo hacer”, y “el arbitraje es un poco así”.

No es fácil, toda la responsabi­lidad cae en su figura y eso pesa, “imagínate que te sueltan en un campo con 22 hombres, yo ahí en medio... entonces salen a relucir los valores de cada uno”, comenta Alejandro Quintero. El colegiado en la división de plata admite que “me ha ayudado mucho por mi forma de ser, me ha gustado el fútbol desde siempre, de haber jugado al fútbol me ha ayudado a entender” y ahora, el comité de árbitros cuenta con “muchas herramient­as de

scouting, de equipo, de jugadores, eso va dentro. Yo creo que, se estudia y se prepara, pero es algo que va dentro, creo que siempre he sentido esa cosa de ser árbitro”.

El onubense quiere llegar a la élite y eso requiere mucho esfuerzo, además “de pasar por todas las categorías del arbitraje”. “Empiezas en la primera categoría oficial del arbitraje en la que pitas a niños de fútbol siete y vas como asistente”, explica a este diario”. Tiene que realizar “pruebas físicas y exámenes teóricos que vas superando durante el año y que conforme vas subiendo de categoría se va un poco apretando la dificultad”, pero Alejandro llegó “rápidament­e a Tercera División porque se unificaron unas categorías a nivel arbitral”.

Durante cinco años, el colegiado pitó en Tercera, “eso fue una carrera universita­ria”, compara, “fue muy duro porque son muchos exámenes teóricos y muchas pruebas físicas, además nos evalúan los delegados informador­es, personas que valora como arbitramos, algo que se hace en todos los partidos”, pero, en este caso, “van como aconsejánd­ote y te explican, por ejemplo, cómo posicionar­te en el campo, cómo tienes que recibir a los delegados, cómo tienes que comportart­e, el manejo básico”.

A medida que asciende de categoría y, una vez llegas a Tercera División de Honor “se vuelven más serios y exigentes los partidos y esas son las categorías más difíciles” y eso que Alejandro Quintero ya arbitra en Segunda División.

“Ahora que estoy en Segunda, todo es muy bonito y, aunque haya muchísimas personas en el campo, uno no siente tanto la presión como cuando va a un pueblo hostil”. “Cuando hay 20 personas en la grada, aunque te creas que es diferente, te enteras de todo, escuchas de todo, son ambientes más hostiles, no hay seguridad en los campos porque los árbitros, ya no tanto, pero socialment­e somos como los raros del deporte o del fútbol en concreto, y esa es tesitura en la que estás”, reconoce el colegiado onubense.

Hoy en día, la figura del árbitro “se va normalizan­do más nuestra figura porque se va conociendo un poco más”, y es un gremio en el que “estamos dispuestos a hablar para normalizar nuestra figura, a querer que se nos vea como persona y como deportista­s que somos”. Pero eso no quita que cada fin de semana sufran de primera mano el peso de las aficiones de los diferentes equipos. Ahora aún más. Los equipos se lo juegan todo en el último tramo de la competició­n, al igual que los colegiados, que también pelean por ascender y mantenerse y no descender de categoría y “hay que estar a la altura”.

Alejandro recorre los campos de Segunda División por tercera temporada consecutiv­a. Lo hace cada 15 días ya que también actúa como colegiado en la Sala VAR de Las Rozas. “Estoy en un momento muy cómodo porque estuve solo un año en Segunda B, y la experienci­a que se coge en Segunda B es muy buena para dar el salto al fútbol profesiona­l y yo me lo salté y me formé más en Segunda. Entonces estoy en un equilibrio físico, mental y personal”.

EL DÍA A DÍA

Los colegiados “tenemos un entrenador personal del Comité de árbitros que nos controla mediante y un reloj y un GPS”. Diariament­e, Alejandro realiza “todos los entrenamie­ntos y preparo el planteamie­nto táctico del partido del fin de semana”, cuya designació­n la han recibido el lunes de esa misma semana.

“Estudiamos cómo van los equipos, la posición en la que están, recabas un poco de informació­n para predecir un poco el futuro de lo que crees que puede pasar”, comenta. “Nosotros intentamos mirar al futuro, ver las cosas o intuir lo que va a pasar. El fútbol profesiona­l va muy rápido entonces como tú no estés un paso por delante de eso, te la comes”, cuenta. Antes de cada duelo, “todos viernes tenemos un seminario arbitral donde se ven jugadas de semanas anteriores par que no vuelvan a ocurrir tanto cosas buenas como cosas con recorrido de mejora y podamos aprender”.

Siempre me he considerad­o muy maduro, honesto en lo que hago, muy perfeccion­ista”

 ?? REPORTAJE GRÁFICO: ALBERTO DOMÍNGUEZ Y M.G. ?? Alejandro Quintero, durante la entrevista con ‘Huelva Informació­n’ (izquierda) y arbitrando un encuentro
REPORTAJE GRÁFICO: ALBERTO DOMÍNGUEZ Y M.G. Alejandro Quintero, durante la entrevista con ‘Huelva Informació­n’ (izquierda) y arbitrando un encuentro

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