Embarazo y nacimiento gozosos . . . .
Una explicación del génesis del universo fue descrita hace más de 2.500 años por el filósofo chino Lao Tse “uno crea dos, dos crea tres, y tres originan los miles de cosas”. En este párrafo describe la prolongación de un infinito en dos (yin y yang), y a
Formación y desarrollo humanos
También gobierna una pauta similar la formación y desarrollo de cada ser humano. El óvulo único se diferencia en dos células, luego en dos capas primarias espiraloides, luego en tres capas, y finalmente en todos los órganos, tejidos, glándulas y billones de células que configuran el cuerpo humano.
De la concepción a la vida, la fecundación o fusión del óvulo y del espermatozoide, marca la complexión del proceso universal de la creación y el comienzo de una nueva vida. A partir de la fecundación dentro del óvulo fertilizado, los diferentes factores expansivos y contractivos (yin y yang) comienzan a diferenciarse en un proceso conocido como la “Formación Sistémica”, donde los principales sistemas corporales comienzan como dos matrices energéticas espiraloides.
Una espiral más yin, se expande hacia afuera desde el centro de la periferia, la otra, o espiral más yang se enrosca hacia dentro desde la periferia hacia el centro. La espiral más yin se desarrolla hacia la parte frontal del óvulo, para eventualmente convertirse en los sistemas digestivo y respiratorio.
La espiral más yang se desarrolla hacia la parte dorsal y más tarde se convierte en el sistema nervioso. Una tercera espiral, en cuyo centro se desarrollará eventualmente el corazón, también se materializa, transformándose en sistema circulatorio y excretor.
La célula huevo necesita 7 días para transitar a lo largo de la trompa de Falopio e implantarse en el revestimiento interior del útero. Durante este tiempo, las dos formaciones espiraloides primarias, dan surgimiento a las capas germinales primarias, base del desarrollo del embrión.
Durante los 9 meses de embarazo, el óvulo fertilizado se desarrolla en un organismo complejo y multicelular “ser humano”. Se puede establecer una correspondencia –aproximada– entre los 280 días de gestación con el periodo de 2.800 millones de años de historia biológica, durante el cual la vida evolucionó en el antiguo océano.
Vida durante el embarazo
El desarrollo del bebé durante la gestación es influenciado por la calidad del medio ambiente fluido que lo rodea y de la sangre materna que lo nutre. Es
obvio que durante el embarazo, una mujer experimenta cambios en su condición general, especialmente durante los tres primeros meses, cese de la menstruación, cambio en el tamaño de las mamás y pezones, cambios hormonales que condicionan cambios emocionales, sueños con alimentos consumidos en el pasado, también si la condición no está muy equilibrada pueden surgir los mareos y náuseas matutinas.
El rápido crecimiento del feto crea una aceleración de la energía interna de la madre “yanguización” que como resultado, y especialmente en el primer trimestre, la mujer siente fuertes antojos por comida dulce, zumos de fruta, fruta y líquidos, es decir, por alimentos más yin para equilibrar y en algunos casos por alimentos que no ha comido nunca.
Cuando el óvulo y el esperma se encuentran, se encuentran o se unen todas las generaciones pasadas de cada miembro de la pareja y también los gustos y tendencias de cada grupo familiar, de ahí que en muchas ocasiones durante el embarazo se sientan antojos (*) por alimentos nunca comidos antes, y que hayan sido de la preferencia de la pareja o de la familia de la pareja.
Antojos durante el embarazo
Estos deseos no deben ser reprimidos, pero en algunos casos son muy desequilibrados y en últimas consecuencias afectará el desarrollo del nuevo embrión que depende totalmente de la alimentación de la madre.
La gestación es realmente un proceso artístico maravilloso, si las mujeres fuéramos conscientes de que cada día de gestación esculpimos una parte importante de la nueva vida, nos sabríamos diosas creadoras partícipes del nuevo ser. Cada comida, cada aroma, cada escucha, cada imagen, cada conversación se quedará registrada en la biología del nuevo ser, en su consciencia y en su inteligencia emocional.
Nos es lógico, cuando descubrimos que estamos embarazadas, dejar de fumar si es que fumábamos, suprimir el alcohol, y otros hábitos no saludables, lo hacemos instintivamente, de la misma manera lo que comemos suma y en algunos casos resta, por esto es vital para la salud holística y la interconexión del nuevo ser con el resto del medio ambiente, saber qué comer y en qué momento, aprender a interpretar los antojos y mantener un equilibrio nutritivo.
En el caso de los antojos, para paliarlos inteligentemente debemos recurrir a alimentos con cualidades energéticas nutritivas y sabores parecidos a los que deseamos.
La carne, los dulces…
Por ejemplo, si los antojos son por carne, probablemente el cuerpo te esté pidiendo proteína y una cocción yang, con lo que comer seitán frito, a la plancha, apanado, horneado con una salsa untuosa, o tomar temphe al horno o frito, kimpira de seitan, tofu ahumado salteado con salsa de miso, tempura de seitan, o tempura de tofu serían suficiente gratificación sin recurrir a alimentos extremos.
Pero si el antojo surge por dulces, el organismo puede estar muy yang, el cuerpo esté pidiendo relajarse y suavizar, existen muchas alternativas nutritivas al dulce. Quizá la opción más equilibrada y dulce es recurrir al amazake, que tiene un sabor dulce intenso para satisfacer ese deseo visceral. Existen muchas preparaciones ricas y suculentas con amazake, como preparar un flan, tiramisu o amazake caliente.
También puedes recurrir a dulces menos intensos, puede ser compota de frutas, manzanas con castañas, bolitas de castañas, azukis y uvas pasas, crumble de frutos rojos con amazake, mantequilla de cebollas, crema de calabaza y manzana, etc.
Los sabores, los lácteos, la sal…
Si el antojo es por sabor ácido, probablemente el hígado esté implicado y el organismo quiera deshacerse de algunas grasas, antes que tomar alimentos avinagrados de origen químico, tomaríamos verdura prensada, encurtidos naturales, o preparaciones como el tempeh con chucrut, aliño con vinagre de umeboshi, sopa de miso con verdura servida con una rodaja de limón, o simplemente una cucharilla de chucrut acompañando las comidas.
Cuando surgen fuertes deseos por lácteos, está muy implicada la parte emocional así que buscaremos sustitutos cremosos y suaves, como yogurt de soja, mahonesa de tofu, queso de tofu, algas hijiki con tempeh y verduras, paté de algas hijiki y tofu ahumado, col repollo salteado con zanahoria, crema de pepino y yogur.
En el caso de antojos por sal, la lectura es muy clara, estamos buscando minerales, con lo que lo más apropiado son todo tipo de algas en pequeña cantidad acompañando las comidas.