Veto europeo a los plásticos que más se abandonan y contaminan losocéanos ...........
PRIMERAS MEDIDAS PARA DETENER EL DESASTRE
Platos y cubiertos desechables, pajitas y bastoncillos de las orejas: la Comisión Europea (CE) propone prohibir su venta. Un vaso, una cañita, un tenedor de plástico… Son algunos de los objetos que más se encuentran abandonados en las playas europeas.
Los plásticos representan el 80% de los residuos que ensucian los medios marinos, y los productos desechables hechos con este material suman todos solo el 40%. Son protagonistas de las batidas de limpieza periódicas en espacios naturales y costeros de todo el continente. Las toneladas crecientes de residuos que se recogen y la amenaza que suponen para determinadas especies –baste recordar el ejemplo del cachalote muerto en Murcia que había ingerido 29 toneladas de plástico han provocado que la CE presente una propuesta sin precedentes.
Plásticos de un solo uso
Por primera vez, y argumentando la urgencia de proteger el medio ambiente, la CE ha elaborado una lista negra con los 10 productos de plástico de un solo uso más vertidos indiscriminadamente y la ha traducido en una nueva directiva para endurecer la legislación que los regula.
El abanico de medidas que propone este documento que ahora se trasladará al Parlamento Europeo abarca desde la prohibición de comercializar dentro de la UE determinados productos (pajitas de refresco, bastoncillos de las orejas, vasos y platos de plástico) y su eliminación o sustitución por materiales
más sostenibles, hasta la creación de sistemas de responsabilidad ampliada del productor, que consisten en hacer pagar las empresas por la cantidad de plásticos que ponen en el mercado y que se transforman en residuos.
Pagar el reciclaje
El sistema prevé que los productores cubran así el coste que tiene la posterior recuperación, recogida y reciclaje de estos productos. La CE plantea que los sistemas de responsabilidad ampliada se apliquen también a envases de comida y bebidas para llevar, filtros y colillas de cigarrillos, globos, toallitas húmedas…
Algunas entidades ecologistas celebran las ambiciones de esta propuesta y confían en que no se devalúe en la fase de discusión parlamentaria que comenzará próximamente. «Es la primera vez que se elabora una normativa que ataca la generación del residuo y no se pone el foco sólo en el reciclaje», destaca la portavoz de Zero Waste Europe, Ariadna Rodrigo.
«La Comisión Europea demuestra una gran ambición con esta directiva en un tema que tiene un amplio apoyo de la ciudadanía», asegura la directora general de la plataforma europea Reloop, Clarissa Morawski.
Resistir las presiones
Morawski cree que la industria tiene que recibir un mensaje claro con esta directiva: «Hay que cambiar la manera de producir: el modelo actual ya no es aceptable, hay que reinventarse».
Además de las advertencias en el etiquetado, la nueva directiva incide en el caso de las botellas de plástico de refrescos y bebidas, uno de los elementos más distribuidos y consumidos. El texto especifica que se debe garantizar que en 2025 el 90% de estas botellas de refresco se recuperen para el reciclaje.
En el caso de España, la portavoz de Reloop subraya que los objetivos están lejos de cumplirse y reclama «más transparencia y nuevas maneras de calcular» el porcentaje de botellas que realmente se está recuperando a través del sistema de contenedor amarillo (donde se deben tirar, hoy en día).
La CE plantea dos alternativas a la directiva: una recogida separada sólo para las botellas de refrescos o la introducción del sistema de depósito y retorno, que ya funciona en algunos países y que, en el caso de España, defienden entidades como Retorna.