Tratamiento regulador con Terapia Neural . . . .
N uestro cuerpo no es un conjunto de estructuras y órganos independientes los unos de los otros. Al contrario, órganos, tejido conectivo, huesos, músculos, sangre, sistema nervioso, etc., están interconectados entre sí y trabajan de forma conjunta. Si estos inteligentes mecanismos de regulación funcionan de forma coordinada, nuestro cuerpo es capaz de compensar de forma bastante rápida las influencias de nuestro entorno (cambios climáticos, microorganismos, etc.). Si, por el contrario, los mecanismos de autorregulación del organismo están alterados, procesos fisiológicos pueden verse perturbados, pudiendo aparecer molestias diversas como dolor, inflamación... a veces incluso en zonas lejanas al lugar alterado. La Terapia Neural (ver Integral 461) ayuda a corregir estos trastornos para que los mecanismos de autorregulación del cuerpo puedan volver a alcanzar su equilibrio y funcionamiento.
La terapia neural actúa regulando el sistema nervioso vegetativo o autónomo a través de la inyección en determinados puntos del cuerpo de un anestésico local, generalmente procaína.
La procaína
La procaína es un anestésico local creado en 1905. En 1930 el Dr. Leriche descubrió que la procaína tenía efectos positivos que iban más allá del efecto anestésico. Además de anestésico local, la procaína tiene propiedades antiinflamatorias, analgésicas, antibacterianas, estimuladoras del sistema inmunitario, neuroprotectoras, reguladoras sobre el sistema nervioso vegetativo, efecto protector sobre el crecimiento de células tumorales, vasodilatador, antitrombótico y promueve la cicatrización de las heridas. Las excelentes propiedades de la procaína en el cuerpo también se han demostrado en estudios científicos.
El sistema nervioso vegetativo coordina todas las funciones de nuestro cuerpo. Si se produce una irritación que altera la función del sistema nervioso vegetativo, aparecerán molestias
La terapia neural actúa regulando el sistema nervioso vegetativo o autónomo a través de la inyección en determinados puntos del cuerpo de un anestésico local, generalmente procaína.
en las partes del cuerpo más vulnerables. Mediante la inyección del anestésico local, la Terapia Neural elimina estas irritaciones o campos de interferencia. El organismo activa de este modo su propia fuerza reguladora y curativa.
Cicatrices, infecciones, inflamaciones, traumatismos, etc., así como problemas emocionales, pueden producir irritaciones que interfieren en la correcta función del sistema nervioso vegetativo, causando diferentes tipos de patologías. Las células localizadas en las zonas de irritación presentan una alteración en su potencial de membrana, de forma que se encuentran en un estado de despolarización permanente. Anestésicos locales, inyectados en dosis pequeñas, producen una repolarización y estabilización de las células alteradas, neutralizando estas zonas de irritación. De esta manera la célula logra recuperarse.
Las cicatrices contienen grandes cantidades de colágeno. Las fibras de colágeno se comportan de manera similar a los dipolos eléctricos. En 1974, Athenstaedt demostró que se pueden registrar señales eléctricas sobre cualquier cambio mecánico de las fibras de colágeno, tanto en cambios de longitud o en deformaciones de estas fibras. Incluso cicatrices no irritadas, que han sido electrofisiológicamente normales y asintomáticas durante décadas, pueden ser “activadas” por las fibras nerviosas simpático-eferentes y volverse un campo interferente.
¿Qué es un campo interferente?
Un campo interferente es una zona del cuerpo que presenta una irritación crónica. Puede ser cualquier zona del organismo. Esta irritación crónica generalmente es asintomática, pero puede, a través del sistema nervioso vegetativo, crear molestias o patologías zonas vulnerables del cuerpo. El tratamiento con la inyección de procaína en el campo interferente es causal, ya que elimina el foco irritativo que origina la enfermedad.
La acción de los campos de interferencia puede explicarse a través de la biocibernética. Los campos de interferencia, al ser un estímulo permanente, causan una debilidad de los sistemas reguladores del organismo. Los síntomas aparecerán en la parte del cuerpo más debilitada de aquella persona.
Además de las inyecciones, la procaína se puede administrar en forma de sueros, teniendo un efecto más generalizado sobre el sistema nervioso vegetativo. Los sueros de procaína producen los siguientes efectos: regulación del sistema nervioso vegetativo a nivel de todo el organismo, reducción del dolor, reducción de la inflamación, efecto simpaticolítico, mejora de la condición general, relajación muscular, antioxidante, regulación del sistema inmunitario. El tratamiento permite una reducción general del estrés y conduce a una mayor vitalidad. El efecto de la procaína en suero puede ser intensificado y alargado mediante la combinación con bicarbonato sódico.
La Terapia Neural es un tratamiento causal, ya que actúa sobre los mecanismos patogenéticos que originan la enfermedad.
Caso clínico
Paciente de 39 años, mujer, sin antecedentes patológicos de interés, presenta en noviembre del 2016, tras la extracción de 7 piezas dentales (4 cordales más 3 muelas en mal estado) y la colocación de 3 prótesis dentarias en la misma sesión, una producción de
orina excesiva y un aumento anormal de la sed, con empeoramiento progresivo de unos 7 a 12 litros de orina diarios, acompañado de cansancio general e insomnio. La paciente explica, que empezó a notar una sed excesiva al salir de la consulta del dentista, algo totalmente anormal en ella, ya que generalmente no tenía sensación de sed; al contrario, tenía que obligarse a beber. Desde el día de la intervención quirúrgica dental necesitaba llevar siempre consigo en el bolso una botella de agua. Con el tiempo fue necesitando beber cada vez más cantidad de agua. Las botellas de medio litro fueron cambiadas por botellas de agua de 1,5 litro. A mitades de enero del 2017 se sintió muy limitada en su vida diaria, ya que tenía necesidad de orinar cada 45 minutos, incluso de noche, y bebía diariamente unos 9 litros de agua. Se sentía agotada corporal y mentalmente, tenía problemas para concentrarse y no rendía en el trabajo.
Es ingresada en un centro hospitalario en febrero del 2017 con sospecha de presentar una diabetes insípida. Después de la realización de varias pruebas diagnósticas, se confirma una diabetes insípida central de causa desconocida y se inicia tratamiento con hormona antidiurética (HAD). Nota mejora con la medicación, tomando entre uno y tres comprimidos al día, pudiendo disminuir la producción de orina y la sed. Pero continuaba sintiéndose muy agotada, con problemas de concentración y con insomnio.
La diabetes insípida es una enfermedad que se caracteriza por una reducción de la capacidad de concentrar la orina, debido a un déficit de la hormona antidiurética (HAD). La causa puede ser por fallo en el sistema hipotálamo-hipófisis (debido a un traumatismo, intervención quirúrgica, tumores, infecciones, genético) o en los riñones (falta de respuesta de los riñones frente a la HAD). Las personas afectadas presentan los siguientes síntomas: producción de gran cantidad de orina (entre 5 y 24 litros diarios), sed excesiva, orina muy diluida, tendencia a la deshidratación. En cuanto al tratamiento, se debe tratar la causa de la patología. Si no se encuentra una causa, el tratamiento es sintomático. Para controlar la producción de orina y prevenir la deshidratación, se administra a los pacientes la hormona antidiurética (HAD o vasopresina). El pronóstico de la enfermedad depende de la causa.
Tratamiento
La paciente acude a la consulta de Terapia Neural (TN) del Dr. David Vinyes en Sabadell y después de la primera sesión de Terapia Neural mediante inyección de procaína en la zona correspondiente a los dientes extraídos y otras zonas superficiales del cuerpo, la paciente nota un mayor bienestar, una mejora del sueño y más energía. Este efecto le dura unos dos días y tiene unos efectos similares en las siguientes dos sesiones de TN. En reflexología dental los caninos y primeros premolares están relacionados con la hipófisis. En este caso se habían extraído dientes que están en relación con la hipófisis.
Hace unos 3000 años, en China, ya se pudo observar una relación a través de los meridianos, entre cada diente y un órgano determinado. Los meridianos son vías energéticas que recorren todo el cuerpo y conectan unos órganos y partes del cuerpo con otros. Sobre los meridianos están también localizados los puntos de acupuntura. Una muela del juicio puede actuar como campo interferente sobre varias zonas del cuerpo, entre ellas, la hipófisis, induciendo de esta manera un desequilibrio hormonal.
Para obtener un efecto regulador más generalizado sobre el sistema nervioso vegetativo, el Dr. Vinyes me deriva la paciente para tratamiento con procaína en forma de sueros. Se inicia tratamiento de 10 sesiones de sueros con procaína, una vez a la semana. Una semana después de recibir el primer suero, la paciente explica que ha podido reducir a la mitad la toma de la HAD y que la orina ya es más concentrada. Seguimos el tratamiento con sueros y a partir de la segunda sesión realizamos nuevamente inyecciones en áreas de la boca correspondientes a los dientes extraídos y en otros puntos superficiales del cuerpo.
Durante el tiempo que se realiza la terapia, la paciente explica una mejora progresiva de los síntomas, pudiendo disminuir la frecuencia de la toma del medicamento. Después de dos semanas de finalizar las 10 sesiones de sueros con procaína, la paciente explica que ya había pasado un mes y medio desde la última toma de HAD. La cantidad de orina diaria había disminuido de 7 a 12 litros diarios antes de iniciar el tratamiento con Terapia Neural a 1-3 litros diarios al finalizar la terapia. El nivel energético y la capacidad de concentración habían mejorado de una forma excepcional. Volvía a ser efectiva en el trabajo, podía volver a tomas decisiones con facilidad y analizar las situaciones con claridad.
En este caso podemos observar cómo un trastorno funcional a nivel de la hipófisis, que causaba una alteración hormonal, ha podido ser mejorado tratando el campo interferente mediante inyecciones de procaína en la zona dental afectada y a nivel sistémico, mediante la aplicación de sueros de procaína. Un tratamiento que actúa estimulando los procesos de autorregulación del organismo.