Guía de las relaciones por los Minimalistas
Cuidar y cultivar nuestras relaciones también conlleva reconocer cuándo estamos atrapados en una relación inerte que no lleva a ningún lado. ¿Cómo reconocer si nuestras relaciones son fructíferas para todas las partes?
Las relaciones plenas y significativas tienen ocho elementos principales que deben ser alimentados para que las relaciones crezcan y mejoren.
Amor - «Las relaciones principales requieren grandes cantidades de amor. ¿Qué estás dispuesto a hacer por esa persona? ¡Cualquier cosa! Deberías estar dispuesto hacer todo lo que puedas, todo lo que esté en tu mano (…) Además, sentir que te aman es diferente a sentir que te necesitan.»
Confianza - «Cuando confías absolutamente en una persona, estás abierto —eres tu verdadero tú —, lo cual fomenta que la relación sea lo más cercana posible.»
Sinceridad - «Mentir es engañar intencionadamente a alguien cuando esa persona espera una comunicación sincera. A veces parece que es más fácil mentir, pero cualesquiera que sean las circunstancias (…), ser sincero no solo es ser correcto en tus relaciones, sino que a la larga también es mucho más sencillo. Y si una relación no se basa en la sinceridad, no es una relación que valga la pena.»
Cuidado - «Es el otro lado de la confianza, (…) el elemento más activo. (…) Cuidar significa que alguien te importa lo suficiente como para expresarlo con coherencia en tus acciones para mostrar a alguien que te importa.»
Apoyo - «Las relaciones más fuertes son aquellas que se dan apoyo mutuo.»
Atención - Atención es estar presente. Y «estar presente requiere centrarse, concentrarse y estar atento». Deja el multitasking y olvida tu móvil, regala tu atención y presencia a tus relaciones importantes. Autenticidad - «Nadie es perfecto, pero todos tenemos la capacidad de ser auténticos, de eliminar el disfraz y la fachada de nuestro repertorio, de ser auténticamente nosotros mismos, no las persona que se supone que hemos de ser.»
Comprensión - «Es el último elemento y tiene 4 etapas: tolerar, aceptar, respetar y valorar». Recorriendo estos cuatro pasos, podemos llegar a la comprensión más plena del momento: entendiendo que lo que el otro está haciendo tiene un propósito, que ha de ser respetado, y que tu felicidad no puede ser la razón para cambiarlo. «Al final, la comprensión responde a las preguntas importantes sobre las relaciones: ¿qué impulsa al otro? ¿Qué quiere? ¿Qué necesita? ¿Qué deseos tiene? ¿Cuáles son sus sufrimientos? ¿Qué le hace feliz? (…) Si das respuesta a las necesidades del otro y el otro responde a las tuyas, es seguro que tendréis una relación apasionada y que os hará crecer.»
JOSHUA FIELDS MILLBURN Y RYAN NICODEMUS: Minimalismo (Kairos)