TRABAJO EN EQUIPO
DEL DIÁLOGO ENTRE EL ARQUITECTO FERNANDO SERRANO-SUÑER, LA INTERIORISTA SUSANA BELTRÁN Y SUS DUEÑOS SURGIÓ UNA CASA DE CAMPO IDEAL EN PLENA CIUDAD
Una casa de campo en la ciudad, obra de Susana Beltrán, de La Californie
Un buen proyecto de arquitectura no tiene un estilo concreto predeterminado sino que se adapta a los clientes”. Habla el arquitecto madrileño Fernando Serrano-Suñer, director del estudio SSArquitectura, a quien unos familiares le pidieron exactamente eso: que siguiendo puntualmente sus directrices diera cuerpo a su ideal de hogar en una amplia parcela de una preciada urbanización de Aravaca, en Madrid. “Querían una casa familiar de ambiente muy cálido y acogedor, y tenían muy trabajado su programa de necesidades, desde el número de habitaciones a las distintas zonas de la misma”. Deseaban algo parecido a una solariega casa de campo, pero absolutamente moderna y confortable, y en la ciudad. Lo primero fue realizar un importante trabajo topográfico para solventar el desnivel del terreno, de cerca de cuatro metros; después se aplicaron en la orientación de la casa; y finalmente se sumergieron en las profundas aguas del detalle constructivo. “El proyecto tiene muchísimo trabajo detrás; aplica soluciones aparentemente fáciles –y tradicionales– que, en cambio, hoy suponen todo un reto porque los maestros de los distintos oficios no están ya acostumbrados a ellas”. Tanto que la obra llevaría dos años. Después, la mano experta de la interiorista Susana Beltrán remataría el trabajo amueblando pieza a pieza la vivienda con tesoros rastreados en anticuarios de Francia, Italia o Bélgica, según los gustos de los dueños. En fin, un triunfo en equipo.•