Porcelana con esmero
Yukiko kitahara Gelves, Sevilla
Técnica japonesa, inspiración española. El elegante universo en blanco marfil de Yukiko Kitahara contiene guiños de candor, pero también de reflexión medioambiental; se fusiona con la naturaleza o cuestiona grácilmente nuestros hábitos consumistas. Nacida en una familia de cocineros de sushi, vivió desde niña la importancia que se otorga en Japón a la vajilla para degustar la comida. De su abuelo guarda la enseñanza: “Has de ser como la porcelana, en apariencia delicada y en realidad muy resistente”. Iba para cocinera, pero finalmente la capturó la cerámica. Es a través de esa dualidad de la materia prima, fragilidad y fortaleza, como expresa su concepción de la vida y las relaciones humanas. Formada en la Escuela Superior de Cerámica de Seto, Aichi, en Japón, y con estudios de Policromía y Cerámica mural en la Universidad de Bellas Artes de Granada, hoy desarrolla su trabajo en Gelves, Sevilla, desde el taller Kúu. Una palabra de origen japonés que significa cielo, espacio vacío, imposible de pesar ni medir. Finalista de los últimos Premios Nacionales de Artesanía, con sus piezas utilitarias, que modela personalmente, insufla nueva vida a la pureza simple de la porcelana. Sus colecciones, presentadas bajo el lema “Teinei na seikatsu” (Vivir con esmero), persiguen la armonía. Reconoce que el contacto directo con la materia le proporciona felicidad. Y merendar con la porcelana, recién salida del horno, constituye un momento de placer. El que procuran las pequeñas cosas de la vida cotidiana, para ella fuente inagotable de inspiración que retroalimenta su quehacer.