SIEMPRE UN MODELO
Lleva años siendo el interiorista “del momento”, aplaudido y copiado. Y no solo en nuestro país. Con sus recomendaciones nos demuestra que la novedad no es el único argumento
Cosmopolita, inagotable, opulento, atrevido y, sobre todo, global. En su caso, los adjetivos son tan importantes como las cifras: dirige uno de los estudios de arquitectura, interiorismo y diseño –Contemporain– más activos del mundo, en el que trabajan cerca de 150 creativos, y en los últimos cinco años ha firmado más de quinientos proyectos. Otro globetrotter, que ha sentado cátedra en el sector contract abriendo mercados antes aparentemente inalcanzables (de Rusia a China, pasando por Oriente Próximo o los países del Golfo Pérsico). Su fórmula maestra, una compleja mezcla de pausada reflexión y rapidez instintiva, lujo y gusto popular, suntuosidad y sutileza, eclecticismo e irreverencia, ha sido –y es– imitada hasta la saciedad, algo que le divierte. De hecho, ha bautizado con su equipo a esos copistas “lazaruelos”. Quizá su benevolencia nazca de la creencia, con lord Chesterfield, de que “una mitad de lo que somos, al menos, es imitación; lo importante es escoger buenos modelos que copiar”. En su caso, mejor imposible.
Cuando le hablamos de este número especial aniversario y le pedimos que nos recomendase a un par de autores de los que no perder la pista, necesitó tiempo para pensar. Y, por supuesto, no se ciñó a límites geográficos ni profesionales. Su vocación artística –siempre quiso ser pintor; excepto por la vida monacal– hizo de brújula para dirigirnos hacia dos talentos tan reconocidos como influyentes, colaborativos y globales, dos “creadores de atmósferas”. Justo definirse.• como a él le gusta
‘Globetrotter’. Pasa casi tanto tiempo en aviones como en tierra –normal cuando se tienen cientos de proyectos abiertos en las latitudes más diversas–, ya que la escala de su éxito es global, pero no soporta que le describan como gurú.