El círculo PERFECTO
El interiorista Amaro Sánchez de Moya diseña un circuito abierto entre espacios para disfrutar del importante caudal de luz procedente de un gigantesco patio con antiguas construcciones industriales. Y dio una nueva vida a la primera vivienda de un joven
Después de años estudiando y viviendo en Estados Unidos e Italia, el joven propietario de este piso, un profesional de la hostelería y sommelier, regresó a España y decidió lanzarse a la aventura de comprar su primera vivienda. Tras ver muchos pisos se encandiló de este pequeño apartamento, sus inusuales vistas a un gigantesco patio con antiguas construcciones industriales y su orientación a pleno Sur. Algo que le garantizaba luz natural todo el día.
El apartamento, de 60 m2, llevaba 20 años abandonado y estaba congelado en lo años setenta. “Hicimos una reforma integral, que pasó por idear una nueva distribución eliminando la antigua, con espacios de paso, y creando una organización en círculo que permite comunicar cualquiera de las estancias entre sí”, explica el interiorista Amaro Sánchez de Moya, artífice de este proyecto. La cocina se abrió al salón y se dividió visualmente con paramentos de metal y vidrio. El circuito y la forma de disfrutar la vivienda “busca el pragmatismo: la co-
“Buscamos el diálogo entre la arquitectura y el interiorismo. El colorido neutro refuerza la sensación de orden visual y equilibrio que reina en la casa”,
Amaro Sánchez de Moya,
interiorista
modidad y el confort eran puntos clave para el diseño. La licencia a lo superfluo se permitió solo en la creación de algunos elementos puramente decorativos, como la modulación del techo, los paramentos de vidrio y metal, el diseño exclusivo de las carpinterías o la elección de los materiales”, asegura Amaro.
Tanto la dirección de obra como la decoración buscó el diálogo equilibrado entre la arquitectura interior y su puesta en escena, apostando por un estilo joven y fresco, pero en el que se pudiera leer entre líneas un lenguaje clásico depurado y despojado de elementos decorativos. El colorido neutro refuerza la sensación de orden visual y equilibrio que reina en toda la casa, a veces salpicado por elementos que dan un toque de ironía y frescura y que recuerda la naturaleza milenial
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