BUENOS VECINOS
Durante un viaje en coche a Portugal, Toni y Jose se decidieron a emprender, y pasar de clientes a vendedores: se habían enamorado irremediablemente de la cerámica de nuestros vecinos y su sistema del venta al peso. “El criterio de selección es muy básico, casi infantil, pero nos funciona: traemos solo lo que nos pone contentos”, dicen. Y nosotros celebramos su gusto.